Juanele maravilla

"Illa, illa, illa, Juanele maravilla", retumb¨® La Romareda el mi¨¦rcoles, poni¨¦ndose a los pies de un futbolista que juega como vive, a impulsos del coraz¨®n m¨¢s que de la cabeza. El homenaje espont¨¢neo fue en Zaragoza, pero pudo haber sido en el Santiago Bernab¨¦u, el s¨¢bado del 1-5, en el escenario donde el lema surgi¨® como reconocimiento a otro hombre de esa estirpe genial, Juan G¨®mez, Juanito. El mejor Juanele, el de sus inicios en el Sporting o el que asombr¨® en Europa con el Tenerife, ha vuelto. El Zaragoza y el f¨²tbol en general le agradecer¨ªan que se quedase un ratito.Un periodista sevillano, tras una de sus primeras grandes faenas en el S¨¢nchez Pizju¨¢n con la camiseta del Sporting, comparaba a Juanele con Garrincha: "Ha empezado como ¨¦l. Esperemos que no acabe igual". Han pasado siete a?os desde entonces y las andanzas de Juanele parec¨ªan destinadas a bendecir en su totalidad la comparaci¨®n. Juan Casta?o Quir¨®s ha hecho disfrutar con algunos partidos magistrales y ha bordeado el desastre personal con episodios turbios, que definen m¨¢s a un rebelde que a un buscapleitos.

En el origen est¨¢ una cruda historia familiar, que va modelando un personaje tan falto de peso f¨ªsico como de c¨®digos de conducta socialmente correctos. As¨ª empez¨® a crecer por Gij¨®n y por toda Asturias la fama de un guaje (ni?o) tan incontrolable para los defensas como para todas aquellas personas que le vinieran hablando de disciplina. As¨ª fue como acab¨® convirti¨¦ndose, al llegar al profesionalismo, en un mal necesario para todos sus entrenadores: desde Ciriaco Cano hasta Heynckes, pasando por Javier Clemente, capaz de hacerle debutar en la selecci¨®n y de dejarle despu¨¦s como ¨²nico jugador de campo sin un minuto en el Mundial de Estados Unidos.

La afici¨®n del Tenerife pas¨® de adorarlo a echarle casi a empujones de la isla, hasta el punto de que el Zaragoza lo cambi¨® casi a pelo por Pier el pasado verano. Algo parecido a lo que le ocurri¨® en su relaci¨®n personal con Felipe, que le apadrin¨® en Tenerife hasta que la en¨¦sima juanelada les distanci¨®. Ahora, con diez a?os en la ¨¦lite y una ni?a de pocos meses esper¨¢ndole en casa, quiz¨¢ la buena racha sea m¨¢s duradera para gozo y disfrute de los aficionados. Porque, como dice Valdano, "Juanele juega para la gente".