La "barandilla" electr¨®nica
El ¨ªndice BCN-Global, formado por las 100 empresas con mayor contrataci¨®n en el mercado de Barcelona, se aproxima a los 900 puntos, una cifra r¨¦cord. Paralelamente, la cuota de mercado de Barcelona experimenta una recuperaci¨®n muy significativa, ya que ha pasado del 5,6%, que registraba en 1993, al 18,01% de este a?o.A estos dos indicadores se le suma por primera vez en muchas d¨¦cadas la salida a cotizaci¨®n de grupos industriales y financieros de fundaci¨®n familiar, dispuestos ahora a utilizar la palanca burs¨¢til para incrementar sus fondos propios, que en muchos casos servir¨¢n para abordar el reto de la globalizaci¨®n. Los lanzamientos sucesivos a bolsa de grandes compa?¨ªas de sectores emergentes, como Dogi, Cirsa y Ficosa, han sido preparados por agencias de valores con sede en Barcelona. Adem¨¢s, el ¨²ltimo gran estreno, el anunciado recientemente por Banco de Sabadell, abunda en la idea de que el sentido de la anticipaci¨®n est¨¢ ganando la batalla a la tradici¨®n.
Diez a?os despu¨¦s de la puesta en marcha del mercado continuo espa?ol, la Bolsa de Barcelona parece salir de un largo t¨²nel. En esta d¨¦cada, las casas de bolsa y los inversores han ido superando el des¨¢nimo que produjo el mercado continuo, cuya aplicaci¨®n convirti¨® a Barcelona en una de las cuatro puertas de entrada -Madrid, Bilbao y Valencia son las otras tres- del gran corro electr¨®nico ¨²nico de la Bolsa espa?ola. Ser una simple puerta de entrada a un mercado ¨²nico y centralizado -la liquidaci¨®n de las operaciones se realiza en la capital del Estado- no es lo mismo que ser un mercado aut¨®nomo aunque peque?o, como era antes la Bolsa de Barcelona.
Aunque la recuperaci¨®n del mercado de Barcelona es ya un hecho estad¨ªsticamente contrastado, su ¨¦xito es m¨¢s psicol¨®gico que significativo, por cuanto la Bolsa espa?ola se orienta a partir del conocido IBEX 35, formado por las grandes compa?¨ªas y bancos -Telef¨®nica, Endesa, Repsol, BBVA y BSCH, entre otros valores- con mayor liquidez.
Sea como sea, las agencias y sociedades de valores vinculadas a la Sociedad Rectora de la Bolsa de Barcelona han sabido convertir en virtud lo que al principio era una limitaci¨®n del sistema. Ello ha sido as¨ª gracias a dos efectos significativos: por un lado, la contrataci¨®n en bolsa de la Deuda P¨²blica emitida por la Generalitat, que cuenta con un segundo mercado -los t¨ªtulos de renta fija negociados por inversores particulares- de un volumen que ronda los dos billones de pesetas y por tanto redondea con brillantez los vol¨²menes del mercado catal¨¢n; y por otro lado, la salida a cotizaci¨®n de grandes conglomerados financiero-industriales cuyo ¨¦xito ha servido para asegurar la fidelidad de muchos nuevos peque?os inversores. Esta fidelidad registra, como es bien sabido, un v¨¦rtice cercano al paroxismo cuando se trata de acciones de empresas de nuevas tecnolog¨ªas como Terra, filial de Telef¨®nica.
Las privatizaciones de las grandes compa?¨ªas, envueltas siempre en enormes campa?as publicitarias, han incorporado al mercado a millones de nuevos inversores. En la actualidad, ocho millones de espa?oles tienen acciones de empresas cotizadas y, de este total, el mercado de Barcelona concentra a m¨¢s de tres millones.
Antes de la puesta en marcha del mercado ¨²nico, Barcelona funcionaba como aut¨¦ntico casino mercantil y las acciones de grandes compa?¨ªas de servicios, como la el¨¦ctrica Fecsa, o las distribuidoras, como Aguas de Barcelona o la antigua Catalana de Gas -hoy Gas Natural-, canalizaban una buena parte del ahorro catal¨¢n.
En la reactivaci¨®n actual del mercado, el peso de esta tradici¨®n inversora ha desempe?ado un papel ayudando a que el parqu¨¦ electr¨®nico de Barcelona volviera a ser centro de reuni¨®n de miles de barandilleros, integrantes de una peculiar capa social en la que se mezclan inversores, cazadores de rumorolog¨ªa, agentes libres que gestionan fondos de comunidades de bienes e incluso simples curiosos. En la actualidad, estos colectivos pueblan a diario el patio de operaciones de la sede del mercado en el paseo de Gr¨¤cia de la capital catalana, hasta el punto de que, en los ¨²ltimos meses, m¨¢s de 700.000 personas han visitado el edificio de la Bolsa y han utilizado los equipos inform¨¢ticos para acceder a los centros financieros interconectados como Londres, Francfort y Nueva York.
"Este mercado registra la visita diaria de miles de particulares y personas en busca de oportunidades de inversi¨®n precisamente porque hemos mantenido el sistema tradicional del corros, s¨®lo que ahora, en vez haber agentes de cambio dando voces, hay pantallas, y las ¨®rdenes de compra y venta las efect¨²a cualquier usuario sin apenas coste y sin necesidad de hablar con su corredor o representante", explica el presidente de la Sociedad Rectora de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortal¨¤.
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