El Tiemblo

Este oto?o he tenido la gran satisfacci¨®n de acompa?ar a numerosos amigos a visitar el casta?ar de El Tiemblo. Habiendo le¨ªdo en las p¨¢ginas de su peri¨®dico la belleza que encierra este bosque, quisieron visitarlo. Todos los que han visitado este lugar han valorado muy positivamente el estado de conservaci¨®n en que se encontraba.El problema ha surgido cuando este fin de semana acompa?ado de mis hijos fui a caminar a este tranquilo lugar. No se pueden imaginar lo que all¨ª estaba ocurriendo, un ruido ensordecedor de motosierras lo invad¨ªa todo, mis ojos no daban cr¨¦dito a lo que estaba sucediendo, estaban talando multitud de casta?os, el paisaje era desolador, los ¨¢rboles que tantos a?os han costado crecer eran cortados en pocos minutos y all¨ª vistos en el suelo se convert¨ªan en un gran mont¨®n de madera que estaba matando el encanto natural de este bosque.

Pero el problema no terminaba en estos pobres ¨¢rboles que ya han sucumbido a la destrucci¨®n, lo m¨¢s grave es que se han numerado miles de casta?os para su corta posterior. No s¨¦ cu¨¢ntos podr¨¢n ser, yo el n¨²mero mayor que pude observar fue el 3.510, tambi¨¦n pude observar como muchos de ellos est¨¢n tambi¨¦n marcados para su corta, pero carecen de n¨²mero, hab¨ªa lugares donde de cada diez ¨¢rboles se han marcado ocho. Esto es una aberraci¨®n. ?C¨®mo se puede consentir que un lugar que ha sido declarado recientemente como Reserva natural tenga su primera andadura con una tala indiscriminada de casta?os?; ?qu¨¦ tipo de protecci¨®n espera a este paraje cuando hechos como ¨¦ste se pueden producir? -