Los astronautas sueltan el 'Hubble' y se disponen a volver a la Tierra

Los astronautas del transbordador Discovery hicieron ayer un regalo de Navidad a los astr¨®nomos de todo el mundo al soltar el reparado telescopio Hubble, que hab¨ªa permanecido sujeto al transbordador durante cinco d¨ªas, para que pueda volver a observar el universo desde m¨¢s all¨¢ de la atm¨®sfera terrestre. Los tripulantes del transbordador se preparaban ayer para volver esta noche a la Tierra tras haber pasado las navidades trabajando en ¨®rbita.

El brazo rob¨®tico del Discovery separ¨® del transbordador y luego solt¨® el telescopio Hubble, de 12,5 toneladas, en los primeros minutos del domingo, hora peninsular espa?ola. Inmediatamente, el transbordador encendi¨® sus retrocohetes y se separ¨® del telescopio, que permaneci¨® flotando en el espacio en ¨®rbita de la Tierra a m¨¢s de 500 kil¨®metros de altura como desde hace casi diez a?os.Ayer mismo, desde tierra, los t¨¦cnicos de control del telescopio empezaron a comprobar el funcionamiento de todos sus sistemas, informa Reuters. En principio, todo parece ir bien con los componentes instalados por los astronautas durante la pasada semana y, si no surgen problemas, el telescopio puede empezar a observar de nuevo dentro de unas dos semanas, dos meses despu¨¦s de que se interrumpieran las observaciones por el fallo de cuatro de sus seis dispositivos de orientaci¨®n (gir¨®scopos).

Los astronautas no se quejaron de haber tenido que pasar las navidades en el espacio, pero s¨ª de lo mucho que hab¨ªan trabajado, y expresaron ayer su esperanza de que hubiera regalos esper¨¢ndoles, ya que se hab¨ªan portado muy bien. Un poco de foie-gras franc¨¦s y chocolatinas suizas, aportados por los dos astronautas europeos de la tripulaci¨®n, aliviaron la situaci¨®n. "Hicisteis un trabajo estupendo", les dijo Daniel Goldin, director de la NASA. "No pod¨¦is imaginaros lo preocupados que estaban los cient¨ªficos".

Dolor de manos

En una nota enviada a la Tierra, John Grunsfeld, uno de los dos astronautas que reemplazaron el pasado mi¨¦rcoles los gir¨®scopos del telescopio, comenta: "Me duelen todav¨ªa las manos (...). Estuvimos fuera ocho horas, el segundo paseo espacial en duraci¨®n de la historia del transbordador, en vez de las menos de seis previstas. A todo lo largo del paseo espacial encontramos diversos peque?os problemas con tuercas heladas, cajas que no cab¨ªan bien y puertas dif¨ªciles de cerrar. Al final conseguimos completar todos los objetivos previsto, pero Steve y yo terminamos exhaustos. Es una prueba del gran entrenamiento que recibimos del personal del equipo Hubble y del Centro Espacial Johnson que pudi¨¦ramos afrontar con ¨¦xito la mir¨ªada de problemas que nos surgieron".

El Hubble se conserva bien en el vac¨ªo espacial, un medio ambiente muy hostil, comenta Grunsfeld. "La radiaci¨®n solar afecta a las superficies exteriores, haciendo que se descascarille la pintura, de la misma forma que afecta la escasis¨ªma cantidad de ox¨ªgeno at¨®mico presente a la altura a que se encuentra el Hubble. Hemos observado un aumento muy peque?o de estos efectos respecto a la ¨²ltima misi¨®n de mantenimiento".

En una entrevista con la CNN, uno de los tripulantes, el suizo Claude Nicollier, abund¨® en el tema: "En general hemos encontrado el telescopio en mucha mejor forma en su exterior de lo que esper¨¢bamos". Otro tripulante, el estadounidense Steve Smith (al que se refer¨ªa Grunsfeld en su mensaje), dijo, por su parte, que se sinti¨® afectado por la belleza y la fragilidad aparente de la Tierra vista desde el espacio: "Parece una comunidad global, una isla en medio del oc¨¦ano, y si se vive en una isla es preciso mantener la paz con todos los vecinos".