?Mim¨¦ticos?

VICENT FRANCH I FERRER

Hace ya alg¨²n tiempo, y corriendo tras el halo de la Declaraci¨® de Barcelona, se arm¨® aqu¨ª un peque?o y variopinto revuelo donde la m¨ªmesis pol¨ªtica de nuestro catalanismo impol¨ªtico se arroj¨® a la emulaci¨®n con su correspondiente Declaraci¨® de Val¨¨ncia, de la que, claro est¨¢, nunca m¨¢s se supo.

Ha bastado ahora que el movimiento Ciutadans Pel Canvi que encabezaba Maragall en Catalu?a obtuviera unos excelentes resultados electorales en las recientes auton¨®micas catalanas de octubre para que aflore entre nosotros aprisa y corriendo, asidos de la mano de un mim¨¦tico Valencians Pel Canvi una confusa amalgama de firmas emulando un movimiento que, de entrada, no fue m¨¢s que la operaci¨®n de sumar los restos de la escindida IU de Catalu?a a la deriva a una cohorte de amigos de Maragall ante la desconfiada mirada de un PSC que, no habiendo ganado, desconf¨ªa nuevamente de que el ol¨ªmpico alcalde de Barcelona no les vaya a hacer la espant¨¢ a la menor mueca de reproche del aparato.

Si en Catalu?a se trataba de una operaci¨®n sustancialmente dirigida a atraer el voto de IC en las circunscripciones donde sus posibilidades eran m¨ªnimas, y a la propia IC, la falta de un diputado para que el conjunto del centro-izquierda catal¨¢n (PSC, IC, ERC) tuviese la mitad m¨¢s uno de los esca?os del Parlamento, habr¨ªa dejado al discutido montaje que Maragall impuso al PSC en una situaci¨®n endeble y de poca efectividad, a no ser que se repita la operaci¨®n en las generales de marzo, donde igualar los resultados del 96 ya ser¨ªa todo un ¨¦xito.

Pero aqu¨ª, cuando acaba de fracasar la hip¨®tesis de la Entesa, precisamente porque el PSOE no tiene el menor inter¨¦s en abrir proceso alguno de cambio; aqu¨ª, donde no tienen ning¨²n ex alcalde que pueda imponerles condiciones de renovaci¨®n, ni se dejan seducir por nada que no sea su propio drama, aparece un grupo de respetables ciudadanos y ciudadanas, v¨ªsperas de la Navidad, a tres meses de las elecciones generales, bajo el paraguas de Valencians Pel Canvi que o no se enteran de lo que hay o simplemente se han dejado llevar por la tradicional, in¨²til, autista e impol¨ªtica influencia mal entendida de lo que pasa en Catalu?a.

A las alturas que estamos, las opciones que tienen para no hacer el rid¨ªculo y quedar de nuevo como eructo de la mala digesti¨®n catalana se reducen a atreverse a crear un nuevo partido e invitar a los que desconsideran a sumarse a ellos, a explicar claramente si est¨¢n apoyando alguna hip¨®tesis de coalici¨®n con nombres y apellidos (?al mal menor de siempre?), o, simplemente a darse cuenta de que para influir en el PSOE es un poco tarde -porque ah¨ª se ha repartido todo el pescado-, para acercarse a EU, lo que set¨¢ en marcha (una hip¨®tetica y t¨ªmida colaboraci¨®n m¨²tua con el BNV y EV) podr¨ªa convertirse en algo m¨¢s si ellos se sumaran, y, finalmente, si act¨²an de cara a las opciones del BNV, nada pod¨ªa resultar peor a pocas semanas del Congreso que convertir¨¢ la coalici¨®n nacionalista en partido, que un manifiesto lanzado m¨¢s para la confusi¨®n y el mareo de la perdiz que para ayudar al nacionalismo.

No acabo de comprender c¨®mo esta nueva pirueta pol¨ªtica que sabe a lo de siempre no ha sido recibida con silbidos por parte de los partidos a quienes indudablemente va a perjudicar. Y puedo entender a¨²n menos que a estas alturas del juego alguno de los apellidos que figuran en la r¨²brica del documento de marras preste su firma para este vanidoso suicidio pol¨ªtico.