Otro vendaval consuma la cat¨¢strofe en Francia con 70 muertos y millones de hogares sin luz

El segundo vendaval que el martes de madrugada barri¨® el sur de Francia en una trayectoria de Oeste a Este ha acabado por consumar la cat¨¢strofe desatada durante el domingo. Los vientos huracanados de esta segunda oleada se han cobrado otras 24 v¨ªctimas mortales, con lo que el n¨²mero provisional de fallecidos se eleva ya a 69. Cerca de nueve millones de franceses carecen de electricidad en sus hogares y muchos de ellos celebrar¨¢n la Nochevieja a la luz de las velas. El Gobierno orden¨® ayer una movilizaci¨®n general y env¨ªo a 6.000 soldados para prestar ayuda a la poblaci¨®n afectada.

Hay zonas como la de Calvados que se han quedado sin agua y en la que los cortes telef¨®nicos afectan a unos 300.000 hogares, una cifra que puede aumentar a medida que se agoten las bater¨ªas de emergencia que alimentan a las centrales telef¨®nicas privadas de suministro el¨¦ctrico. La cuarta parte de las grandes conducciones el¨¦ctricas de alta tensi¨®n est¨¢n cortadas a causa de los cientos de miles de ¨¢rboles ca¨ªdos o han sido arrancadas de cuajo de sus bases por el viento, que por dos veces en tres d¨ªas ha arrasado buena parte de Francia.La empresa nacional Electricidad de Francia pide ayuda: grupos electr¨®genos, pilones, cables..., a sus vecinos alemanes, brit¨¢nicos y espa?oles, impotente ante la envergadura de la cat¨¢strofe. Francia asiste al desastre, perpleja, interrog¨¢ndose sobre las razones del castigo, sobre los or¨ªgenes de esa fuerza devastadora que ha venido a sumarse a la marea negra procedente del petrolero Erika hundido frente a sus costas atl¨¢nticas.

Con m¨¢s reflejos pol¨ªticos que la ministra de Medio Ambiente, la verde, Dominique Voynet, el presidente Jacques Chirac y el primer ministro Lionel Jospin han abandonado sus vacaciones navide?as para colocarse a la cabeza de la tareas de evaluaci¨®n y reconstrucci¨®n acometidas por los trabajadores del Estado.

El presidente, que ha precipitado su regreso de Marruecos y se ha encontrado un palacio del El¨ªseo con ¨¢rboles centenarios abatidos y verjas dobladas, ha prometido que la familia Francia no dejar¨¢ de mostrarse solidaria con los damnificados. "Francia ha sido herida y muchos, muchos franceses han pasado por un prueba cruel justo en el momento en el que se dispon¨ªan a celebrar las fiestas del fin del a?o, del fin del milenio, entre sus familias y amigos. La solidaridad es una prioridad nacional que va m¨¢s all¨¢ de cualquier otra consideraci¨®n", enfatiz¨® ayer Chirac durante su recorrido por Par¨ªs.

El Gobierno del primer ministro Lionel Jospin orden¨® ayer una "movilizaci¨®n general" para hacer frente al desastre. Adem¨¢s de las 200.000 personas que se han desplegado en las tareas de rescate, el ministro de Defensa, Alain Richard, confirm¨® anoche la movilizaci¨®n de 6.000 soldados para auxiliar a la poblaci¨®n.

A la perplejidad de verse v¨ªctima de tanto infortunio se suma ahora el temor de que tras los vientos huracanados lleguen las crecidas de los r¨ªos y las inundaciones. Como un mal presagio, impulsada por la subida de la marea y por los vientos, el Garonne se sali¨® de su cauce a su paso por Burdeos el martes por la noche anegando varios kil¨®metros.

Las aguas, que formaron un inmenso lago de medio metro de altura bajaron sensiblemente de nivel durante el d¨ªa de ayer, pero la amenaza permanece porque sigue lloviendo y nadie puede asegurar que ese viento terrible, desconocido, no vaya a volver.

Las p¨¦rdidas econ¨®micas son incalculales. La Federaci¨®n Francesa de Sociedades de Seguros (FFSA) da por sentado que las indemnizaciones superar¨¢n los 10.000 millones de francos (250.000 millones de pesetas), pero eso es s¨®lo una parte del da?o causado en las infraestructuras del pa¨ªs, en los hogares, Seg¨²n los especialistas, la recuperaci¨®n de los castigados bosques parisinos de Vincennes y Boulogne, donde la mitad de los ¨¢rboles han sido abatidos o cercenados, exigir¨¢ un trabajo de un siglo.

Como el que asol¨® el domingo la mitad norte del pa¨ªs, este segundo hurac¨¢n ha dejado un reguero de desolaci¨®n en una amplia franja del sudoeste, con especial incidencia en el departamento de la Charente-Maritime (La Rochelle) y en la Aquitania, Poitou-Charentes y Limousin. Las r¨¢fagas de viento cruzaron el pa¨ªs a una velocidad estimada de entre los 150 y los 200 kil¨®metros por hora.

Mientras que en la mitad norte, el tr¨¢fico ferroviario est¨¢ casi restablecido, en el sudoeste y en otras zonas castigadas por el hurac¨¢n, se encuentra seriamente perturbado. La compa?¨ªa del ferrocarril, que tuvo que albergar a m¨¢s de 10.000 viajeros el lunes por la noche, recomienda posponer los viajes hasta el fin de semana. A excepci¨®n del de Clermont Ferrand, el resto de los aeropuertos abrieron ayer sus pistas.

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