Adi¨®s al 99
J. J. P?REZ BENLLOCH
Son d¨ªas de balance, y no tan s¨®lo del a?o, sino tambi¨¦n del siglo e incluso del milenio. Pero ni nuestro fuelle intelectual, ni este espacio, propician algo m¨¢s que un somero tour d?horizon sobre lo que ha sido esta a?ada en la vida p¨²blica valenciana, que otros y m¨¢s agudos analistas juzgar¨¢n con el debido detenimiento. Nosotros nos ajustaremos a unos pocos cap¨ªtulos, sobre los que acaso no decantemos otra cosa que obviedades. A?adiremos en nuestro descargo que tampoco se han producido hechos pasmosos, am¨¦n de la excepcional lluvia de millones que la loter¨ªa navide?a ha descargado en Elche, donde ganar dinero r¨¢pido y f¨¢cil es el santo y se?a de la fabril ciudadan¨ªa, tal como se glosaba estos d¨ªas pasados en ¨¦stas p¨¢ginas.
En el marco pol¨ªtico, decimos, 1999 se disuelve como un tiempo de transici¨®n hacia ni se sabe. El partido que gobierna la autonom¨ªa parece sumido en el tedio post electoral, que s¨®lo se sacudir¨¢ para fajarse con el traj¨ªn de las legislativas. Es posible y esperable que, liquidado el tr¨¢mite, se pongan el mono de faena y se apresten a ejecutar su programa, tan denso en promesas. Por lo pronto ya llevan un retraso de medio a?o, aunque bien pensado pueden seguir columpi¨¢ndose a la vista del enervamiento que abruma a los socialistas, su te¨®rica oposici¨®n. La laxitud de ¨¦stos es m¨¢s grave y tiene visos de convertirse en cr¨®nica si el nuevo siglo no lo remedia. En realidad, extramuros del PP ¨²nicamente el Bloc mueve el rabo.
En punto a econom¨ªa el a?o que acaba prolonga la onda expansiva de los precedentes. S¨®lo ha faltado que el Ministerio de Fomento no haya querido echarle un cable al presidente Zaplana en el asunto del AVE. El presidente se saldr¨¢ con la suya, o por tal tendr¨¢ la que por fin se alumbre, pues no hay indicios de que la haya abandonado la baraka que le protege. Pero de momento est¨¢ dej¨¢ndose m¨¢s de una pluma con el envite.
Al margen de este claroscuro un tanto mortificante para el poder valenciano, las cosas van a pedir de boca. El desempleo se encoge - 9,8% en la ¨²ltima encuesta de noviembre-, Bruselas condescendi¨® con nuestra pobreza, renov¨¢ndonos los fondos de cohesi¨®n y no se ven por el instante moros en la costa. Como episodio expresivo de la bonanza merece se?alarse el crecimiento del puerto de Valencia, lider en este apartado entre todos los europeos y quinto del mundo. No obstante, si hubi¨¦ramos de otorgar un premio el candidato mejor situado es el empresario Juan Roig por convertir en fijos a sus 18.000 empleados y estar comprometido en un ambicioso plan de expansi¨®n.
El borr¨®n, como era previsible, hay que endos¨¢rselo a la pol¨ªtica territorial. O mejor dicho, a la ausencia de la misma. Llega uno a sospechar que la praxis de la consejer¨ªa del ramo es, precisamente, el quietismo confiando en la vieja receta de que cuanto peor mejor, sin parar mientes -?o s¨ª?- de que ciertas indolencias abonan la irreversibilidad de los desmanes. En este mismo ep¨ªgrafe hay que anotar las relaciones con la Universidad, o con la mayor¨ªa de los claustros. Cre¨ªmos que la celebraci¨®n de los Cinc Segles del Estudio General supondr¨ªa un nuevo y m¨¢s favorable sesgo en las relaciones entre ambas instituciones, pero ya se ve que persiste el desamor y la desconfianza m¨²tua. Feliz 2000.
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