Un equipo cient¨ªfico estadounidense descubre un gen que permite controlar el tama?o de las plantas
Investigadores del Instituto Salk de San Diego (California, EE UU) han aclarado el principal sistema gen¨¦tico que controla el crecimiento de las plantas, y lo han usado ya para generar versiones enanas de varias especies que, pese a su reducido tama?o, muestran una perfecta maduraci¨®n de todos sus ¨®rganos. La activaci¨®n selectiva de estos genes en ciertas zonas de la planta permitir¨¢ pronto jugar a voluntad con el tama?o de cada parte y, tal vez, aparcar definitivamente las m¨¢quinas cortac¨¦sped.El gen reci¨¦n descubierto se llama BAS-1, y su principal habilidad consiste en destruir una hormona esteroide, denominada brassinolida, que, a efectos pr¨¢cticos, funciona como el equivalente a una hormona del crecimiento en las plantas (la hormona es, de hecho, bastante similar a los anabolizantes preferidos por ciertos deportistas y no pocos actores de Hollywood).
La forma natural en que las plantas regulan su tama?o parece ser la siguiente: inicialmente, la brassinolida se produce y se extiende por toda la planta, lo que provoca un crecimiento indiscriminado. Luego, a distintos tiempos, los genes que la destruyen se activan s¨®lo en las zonas donde interesa que el crecimiento se decelere o se pare por completo.
Por ejemplo, el gen BAS-1 s¨®lo se activa en cierto momento del desarrollo y s¨®lo en el tallo de la planta. A partir de ah¨ª, la hormona se destruye en esa zona y el tallo (pero no las hojas) deja de crecer. Pero si los investigadores provocan la activaci¨®n del gen demasiado temprano, el tallo deja de crecer muy pronto y resulta una planta enana. Otros genes que rompen la hormona en las hojas, los p¨¦talos o los s¨¦palos, a distintos tiempos, ser¨¢n igualmente manipulables en el laboratorio para jugar a voluntad con la forma de la planta.
Sistema universal
Los cient¨ªficos del Salk, dirigidos por Joanne Chory, han utilizado por el momento las plantas m¨¢s habituales en los laboratorios de gen¨¦tica, tales como la mala hierba Arabidopsis thaliana y la planta del tabaco, pero es muy probable que el sistema de control del crecimiento sea universal en el mundo vegetal. Los experimentos se han dado a conocer en el ¨²ltimo n¨²mero de Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos.
El gen, de hecho, se encontr¨®, en primer lugar, en la Arabidopsis, lo que supone una nueva muestra de la gran utilidad de esta mala hierba en los laboratorios de gen¨¦tica. La Arabidopsis tiene un genoma peque?o y manejable, y adem¨¢s se reproduce muy deprisa, dos cualidades ideales para hacer gen¨¦tica. Este mismo mes, un consorcio de cient¨ªficos europeos y estadounidenses logr¨® completar la descripci¨®n de dos de sus cinco cromosomas. Al igual que en los animales, los fen¨®menos m¨¢s b¨¢sicos de la biolog¨ªa -y es dif¨ªcil encontrar uno que lo sea m¨¢s que el crecimiento- suelen responder a sistemas gen¨¦ticos universales.
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