Uno de los consejeros m¨¢s veteranos, dispuesto a seguir
Despu¨¦s de Carmen Hermos¨ªn (Gobernaci¨®n), Jos¨¦ Luis Garc¨ªa de Arboleya es el consejero que m¨¢s tiempo lleva en el Gobierno andaluz. Tres legislaturas. Un veterano que no oculta su disposici¨®n a seguir. Se hizo cargo de la Consejer¨ªa en 1992, cuando Jos¨¦ Gri?¨¢n fue llamado a ocupar el Ministerio de Salud. Quienes lo conocen lo definen como un pol¨ªtico gris, h¨¢bil y dialogante. Est¨¢ al frente de la Consejer¨ªa que m¨¢s dinero mueve: 817.000 millones para el a?o 2000 (el 33% del presupuesto andaluz), unos 200.000 millones m¨¢s que Educaci¨®n. Con 76.000 trabajadores, Salud es adem¨¢s uno de los principales empleadores de Andaluc¨ªa. En esta legislatura no ha tenido ninguna huelga. Estuvo a punto, pero hubo acuerdo in extremis. Sus detractores sospechan que por la cercan¨ªa electoral.
Alerg¨®logo, tiene un abultado curr¨ªculum como gestor: subdirector m¨¦dico del Carlos Haya de M¨¢laga, gerente del hospital de V¨¦lez, del Cl¨ªnico de Granada y del Servicio Andaluz de Salud, de donde dio el salto a la Consejer¨ªa. Su habilidad es innegable. Ha sabido mantenerse en un lugar cuya gesti¨®n repercute de lleno sobre todos los andaluces. Quienes no le quieren, dicen que m¨¢s por su buena relaci¨®n con el presidente, Manuel Chaves, que por el peso dentro del partido. Va de 5 en la lista de Almer¨ªa al Parlamento, un puesto nada envidiable.
?l no esconde su lealtad a Chaves: "Para m¨ª no es mucho una cuarta legislatura, estoy dispuesto a repetir, pero estar¨¦ donde diga el presidente que debo estar". Fidelidad que remarca con otra aclaraci¨®n: "El m¨¦rito del contramedicamentazo es exclusivamente del presidente". Paradojas de la vida pol¨ªtica, a la hora del balance tiene que asumir los aciertos y lastres del Servicio Andaluz de Salud, cuya gesti¨®n corre a cargo de Carmen Mart¨ªnez, con quien mantiene un larvado enfrentamiento.
Naci¨® en Roquetas de Mar (Almer¨ªa) hace 56 a?os, pero su trabajo como alerg¨®logo en el hospital Carlos Haya lo vincul¨® m¨¢s a M¨¢laga. En 1978, las primeras elecciones sindicales libres de la transici¨®n, fue en la candidatura de CCOO. Hoy es un empleador -p¨²blico, eso s¨ª- de fuste, al que le llueven las cr¨ªticas porque uno de cada cinco de sus trabajadores no tiene estabilidad en el empleo.
Ha propiciado la inclusi¨®n de las operaciones de cambio de sexo dentro del sistema sanitario andaluz y ha lanzado el envite en el Consejo Interritorial de Salud para que el resto de las comunidades asuman el reto. Para la pr¨®xima legislatura promete cubrir los cuidados dentales de los ni?os y las pr¨®tesis auditivas de los mayores. Promesas que los sindicatos y la oposici¨®n achacan a que las urnas est¨¢n a la vuelta de la esquina.
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