Denilson, enfadado con Lopera, pide precio para dejar el Betis y poder jugar con Brasil

El jugador brasile?o del Betis Denilson podr¨ªa dejar el equipo andaluz en breve. Su representante, Luiz Viana, ha pedido al presidente del club, Manuel Ruiz de Lopera, que "le pusiera un precio para que el Betis no tenga ning¨²n perjuicio y el jugador se pueda ir". Todo se debe a la presi¨®n que el mandatario del Betis aplica sobre el jugador, que todav¨ªa se encuentra en Brasil, por sus "continuos" compromisos con la selecci¨®n brasile?a.

Esta vez ha sido el requerimiento del entrenador de la selecci¨®n sub 23 de Brasil, Wanderley Luxemburgo (tambi¨¦n seleccionador absoluto), para jugar el Preol¨ªmpico -que se celebrar¨¢ entre el 19 de enero y el 6 de febrero- y unos partidos amistosos de preparaci¨®n. Viana, en declaraciones a Canal Sur Radio, antepuso la selecci¨®n brasile?a al equipo andaluz: "Ante el riesgo de que Luxemburgo no vuelva a convocar a Denilson, no hay otra alternativa que buscar la salida del jugador".Lopera, con la posibilidad de que el jugador brasile?o no estuviera presente en los pr¨®ximos partidos, mand¨® un fax al representante del futbolista en el que amenazaba con romper el contrato de imagen -principal fuente de los 500 millones anuales que cobra Denilson- que est¨¢ gestionado por la sociedad Tegasa. El propietario del Betis (y de Tegasa) se?al¨®: "La empresa no puede permitirse que Denilson se pierda ocho partidos con el Betis para jugar con su selecci¨®n. Ya lo hizo antes en seis ocasiones y esto no puede continuar as¨ª".

El presidente del Betis explic¨® que Denilson debe jugar "al menos dos partidos al mes" para cobrar los derechos de imagen. "Cuando la imagen de Denilson con la camiseta del Betis no sea la adecuada, puede resolverse el contrato que tiene firmado y as¨ª consta en la cl¨¢usula", detall¨® Lopera. La cl¨¢usula de rescisi¨®n del jugador es de 65.000 millones de pesetas.

Mientras, Viana se quejaba de las formas de Lopera que "en lugar de negociar utiliza m¨¦todos de presi¨®n". El representante de jugador asegur¨® que Denilson se encuentra muy afectado ya que no participara en la competci¨®n con Brasil, y que llegar¨¢ a Espa?a el pr¨®ximo 4 de enero -seg¨²n Lopera estar¨¢ el 1 de enero para la celebraci¨®n de la inauguraci¨®n del nuevo estadio del Betis-, "con permiso de Luxemburgo o sin ¨¦l". Viana se lament¨®: "Si hay permiso, Denilson vuelve sin problemas; si no lo hay, juega con el Betis y no vuelve m¨¢s a la selecci¨®n mientras Luxemburgo sea el entrenador".

Nuevo estadio

Por otra parte, el Betis inaugurar¨¢ ma?ana su segundo estadio en 93 a?os de historia, que llevar¨¢ el nombre de Manuel Ruiz de Lopera, presidente del club, por decisi¨®n de socios y accionistas, y cuyas obras finalizar¨¢n en el verano de 2002. "Estamos construyendo un estadio que no lo hay en el mundo y no recibimos ni una peseta de nadie, porque dicen: "Ah¨ª est¨¢ Lopera". Sin embargo, ahora todos vamos a pagar con nuestros impuestos el nuevo estadio del M¨¢laga [que ser¨¢ financiado por el Ayuntamiento y la Junta]". As¨ª publicita Lopera entre la masa social del Betis su ambicioso proyecto, por el que hasta el momento ha desembolsado m¨¢s de 2.000 millones de pesetas, sobre un presupuesto abierto que ronda los 9.000 millones, seg¨²n el proyecto inicial.

La idea del nuevo estadio surgi¨® del despecho de Lopera al sentirse ninguneado por las instituciones locales y auton¨®micas en su pretensi¨®n de hacerse con la propiedad del Estadio de La Cartuja, recinto por el que hizo una propuesta muy escueta y clara: el Benito Villamar¨ªn y 1.600 millones de pesetas por un estadio ¨²nico de Sevilla. "Quisimos hacer como el Espanyol con Montju?c y nos dijeron que no", recuerda a la m¨¢s m¨ªnima ocasi¨®n el presidente del Betis, ahora que la sociedad gestora del estadio de La Cartuja se afana por concretar el uso futuro de esta obra, que necesit¨® m¨¢s de 20.000 millones de pesetas. La venganza del mandatario b¨¦tico est¨¢ servida: el Betis no jugar¨¢ ni un solo partido en La Cartuja a no ser que todos los socios se pronuncien a favor. O sea, un imposible.