"El modelo alem¨¢n est¨¢ en bancarrota"
"El modelo alem¨¢n, el sistema de econom¨ªa social de mercado, est¨¢ en bancarrota, porque los ciudadanos ya no est¨¢n dispuestos a pagar el nivel de servicios que el Estado cree tener que garantizarles", asegura Norbert Walter, el economista jefe del Deutsche Bank. Walter, un agudo analista de 55 a?os, compara el sistema econ¨®mico que ha garantizado el ¨¦xito de Alemania con el Titanic. "Nos gusta tanto este transatl¨¢ntico construido a prueba de naufragio, que le hemos atado firmemente los botes salvavidas para que no nos caigan encima mientras bailamos en la cubierta. El ¨²nico problema es el iceberg. Nos negamos a ver el iceberg", afirma Walter, un participante frecuente en las pol¨¦micas econ¨®mico-filos¨®ficas tan caracter¨ªsticas de su pa¨ªs."No tenemos la solidaridad suficiente para financiar el sistema social establecido", afirma el ejecutivo. Y continua: "Evitamos pagar impuestos y contribuciones sociales y as¨ª atentamos contra nuestro orden social. No existe la disposici¨®n a pagar por el nivel de servicios que este Estado cree tener que garantizar a sus ciudadanos. Nuestro sistema social ha atribuido a los ciudadanos m¨¢s disposici¨®n a contribuir de la que realmente tienen".
Como ejemplo de la falta de disposici¨®n para mantener el sistema, Walter cita la actitud ante la ley defendida por el Gobierno para gravar con contribuciones sociales los empleos de baja retribuci¨®n, los llamados "empleos de 630 marcos". Los que tienen estos empleos quieren trabajar y ganar dinero y no est¨¢n dispuestos a contribuir a las pensiones de jubilaci¨®n, se?ala Walter. En opini¨®n del analista, "el sistema alem¨¢n necesita acciones simult¨¢neas para reformar las pensiones y reducir los impuestos y las subvenciones en los distintos sectores de la econom¨ªa. No tiene sentido esperar que una rebaja de los impuestos cree puestos de trabajo en nuevos servicios, si continuamos subvencionando la agricultura. Con nuestras subvenciones mantenemos empresarios en la miner¨ªa, en los astilleros, en la agricultura y en la construcci¨®n, que ser¨ªan eliminados por el mercado, si se orientaran hacia ¨¦l".
Walter apoya la reforma fiscal del Gobierno, que reducir¨¢ los tipos fiscales de las empresas, porque "va en la direcci¨®n correcta". Y hace un balance matizado, pero positivo, del primer ejercicio del gobierno constituido por el Partido Socialdem¨®crata y Los Verdes. "La primera mitad del a?o se perdi¨®, porque el ministro de Hacienda trat¨® de realizar una pol¨ªtica socialdem¨®crata tradicional en un mundo globalizado y eso ten¨ªa que ir mal. En la segunda mitad, algunas cosas mejoraron, aunque existen importantes d¨¦ficit estructurales y temas importantes por solucionar".
Walter dice "admirar" el valor del ministro de Hacienda, Hans Eichel, y del canciller, Gerhard Schr?der, al defender el presupuesto de austeridad para el a?o pr¨®ximo, y dice estar "impresionado" de la disposici¨®n del ministro de Trabajo, Walter Riester, para aceptar estas limitaciones en el ¨¢mbito de sus competencias. El economista critica, en cambio, la f¨®rmula transitoria que el Gobierno ha adoptado para las pensiones de jubilaci¨®n, que durante dos a?os se regir¨¢n por la inflaci¨®n y no por incremento del salario neto como en el pasado.
Para el a?o 2000, la econom¨ªa alemana crecer¨¢ un 3%, asegura Walter, que dice haber sido el primero en formular este pron¨®stico, al que se sumaron despu¨¦s los institutos econ¨®micos. De momento, las exportaciones ser¨¢n el principal motor de la econom¨ªa alemana. "Todo lo dem¨¢s es secundario", afirma. El aumento de la inversi¨®n y el consumo, dice, llegar¨¢n en 2001, pero no en 2000, que es "demasiado pronto". El pr¨®ximo a?o, Walter s¨ª espera que "mejore el empleo, gracias a una mejora de la oferta y la demanda. Habr¨¢ m¨¢s trabajo, y los sectores que crear¨¢n empleo ser¨¢n el automovil¨ªstico, como ahora, y los servicios".
Cuando la empresa brit¨¢nica de telefon¨ªa Vodafone intent¨® absorber a la alemana Mannesmann, Walter se pronunci¨® a favor de la victoria de la mejor estrategia empresarial y advirti¨® contra los tonos nacionalistas que cobraba el debate. El ejecutivo explica que lleg¨® a recibir cartas de gente que amenazaba con darse de baja como clientes del banco, "simplemente por que yo hab¨ªa dicho que la mejor idea debe triunfar". El debate sobre este tema es "totalmente emocional", se?ala. Confiesa que no hab¨ªa esperado una reacci¨®n tan fuerte, porque los alemanes deber¨ªan haber aprendido de la experiencia positiva de Opel, que hoy es parte de General Motors, o de la fusi¨®n de Daimler con Chrysler.
En cuanto al euro, Walter dice que "lo importante ha funcionado bien", pero se confiesa "ligeramente decepcionado" porque la moneda ¨²nica no ha conseguido su objetivo a medio plazo de convertirse en un "verdadero desafio" para el d¨®lar como moneda de reserva. Confiesa Walter que ni siquiera todo su optimismo le permit¨ªa pensar que la econom¨ªa norteamericana iba a crecer al ritmo del 4%, que las inversiones en aquel pa¨ªs iban a aumentar por encima del 10% y que el paro rondar¨ªa el 4%.
De la ampliaci¨®n al Este de la UE, Walter espera la incoporaci¨®n de una mano de obra cualificada con costos laborales reducidos. "Europa puede ser muy competitiva en la econom¨ªa mundial con este personal bien formado que durante los pr¨®ximos diez a?os todav¨ªa mantendr¨¢ un bajo nivel de sueldos".
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