Bach suena como nunca 250 a?os despu¨¦s
Ediciones discogr¨¢ficas preceden a un aniversario de festivales, homenajes y p¨¢ginas "web"
Entramos en 2000, a?o santo de Johann Sebastian Bach. La artiller¨ªa de las discogr¨¢ficas para celebrar los 250 a?os de su muerte empieza a resonar en el mercado antes de que los festivales m¨¢s importantes del mundo le rindan tributo. Cajas, series, nuevas grabaciones, recuperaciones de otras antiguas (antol¨®gicas y de referencia) est¨¢n ya en las tiendas o en la fase de campa?a de lanzamiento. Mientras los int¨¦rpretes especializados en su m¨²sica, como John Eliot Gardiner o Mischa Maisky, preparan giras maratonianas que recalar¨¢n en Espa?a, otros temen que tengamos Bach hasta en la sopa.
Cuando un tal Doctor Lang, dominus consul regens de la actual ciudad alemana de Leipzig, dio el visto bueno en 1723 para que Johann Sebastian Bach fuese nombrado kantor -algo as¨ª como capell¨¢n musical- de la iglesia de Santo Tom¨¢s, quiz¨¢ no era consciente de que en ese nuevo periodo de su existencia, con 38 a?os, el compositor empezaba uno de los ciclos m¨¢s fruct¨ªferos de su vida como creador y, de rebote, una ¨¦poca clave en la historia de la m¨²sica universal. La decisi¨®n fue tomada por unanimidad, dadas las probadas aptitudes para el teclado del candidato, que pas¨® en dicha ciudad encantado los 27a?os que le restaban de vida hasta su muerte, en 1750, cuando contaba 65.Entre las obligaciones que se le encomendaban hab¨ªa dos que no pod¨ªan ser obviadas bajo ning¨²n concepto. Una de ellas, la que indicaba que la m¨²sica que interpretara no durase demasiado tiempo, no fue cumplida. Cuando van a conmemorarse los 250 a?os de su muerte, Bach es, quiz¨¢, el m¨²sico que m¨¢s se hace escuchar en el mundo. La otra, la que exig¨ªa que sus notas incitaran a los oyentes a la devoci¨®n, ha sido superada con creces.
1.080 composiciones
"?sta es la ¨¦poca en la que m¨¢s interpretaciones de Bach se realizan", asegura Enrique Mart¨ªnez Miura, autor de la Gu¨ªa Bach publicada por la revista Scherzo y la editorial Pen¨ªnsula, un trabajo compilatorio de la vida y la obra de un m¨²sico que tiene catalogadas 1.080 composiciones. "Esa cifra es la que recoge el cat¨¢logo Schmieder, que se hizo en los a?os cincuenta y que es la referencia oficial todav¨ªa, pero que no incluye otras obras que han aparecido recientemente", dice Miura.
De una u otra manera, cada 50a?os Bach cuenta con una celebraci¨®n especial, pero la de 2000 va a salirse de madre en todos los sentidos. Dos discogr¨¢ficas editar¨¢n su obra completa: la firma H?nssler sacar¨¢ 170 compactos durante el a?o pr¨®ximo, y Teldec ha lanzado ya la caja Bach 2000, que contiene la creaci¨®n del m¨²sico en 153 compactos, adem¨¢s de un libro y un CD-Rom. La recopilaci¨®n cuenta con las estrellas de la casa expertas en alem¨¢n, como el conjunto italiano Il Giardino Arm¨®nico, los m¨²sicos Ton Koopman y Gustav Leonhardt o el alma de lo que ha sido la "corriente aut¨¦ntica", la responsable del renacimiento barroco en este siglo, el director Nikolaus Harnoncourt.
"Si nos atenemos a la definici¨®n de Harnoncourt, que dice que m¨²sica contempor¨¢nea es la que se escucha y se interpreta hoy d¨ªa, entonces no hay un compositor m¨¢s actual que Johann Sebastian Bach", asegura Mart¨ªnez Miura. ?ste defiende con u?as y dientes la tarea que el director de orquesta mencionado ha realizado desde que, en 1954, creara un grupo musical para volver a interpretar el repertorio barroco con instrumentos originales. Hasta entonces, lo que imperaba era la edulcoraci¨®n de su obra, interpretada con una concepci¨®n rom¨¢ntica desde que, en 1839, Mendelssohn la rescatara del olvido con la recuperaci¨®n de La pasi¨®n seg¨²n San Mateo.
Mejor era eso que nada, porque nada, lo que se dice nada, era el inter¨¦s del p¨²blico por Bach hasta esa fecha. Dicha pieza es una de las obras cumbres del autor nacido en 1685 en Eisenach (Turingia), y tronco principal de un clan que ha dado 85 m¨²sicos, entre int¨¦rpretes y compositores, para la historia del mundo y del pentagrama.
Hoy manda la interpretaci¨®n fiel al esp¨ªritu del "rey del contrapunto", esa manera de construir m¨²sica que hace que varias voces independientes formen un conjunto que se enriquece con su variedad y construye algo ¨²nico. El hallazgo, su contribuci¨®n esencial seg¨²n Mart¨ªnez Miura, ha sido fundamental en el desarrollo de la m¨²sica hasta la actualidad y ha hecho de Bach el gran arquitecto de la m¨²sica universal. "Hasta la recuperaci¨®n de Mendelssohn no fue un m¨²sico muy popular, pero los grandes compositores posteriores, Mozart, Haydn, Beethoven, Brahms, Chopin..., lo tuvieron presente siempre y lo conoc¨ªan en profundidad", cuenta Miura.
Otra de las claves de su obra, apuntan los expertos, es el haber sabido tender un puente que enlaza la tradici¨®n medieval y barroca con lo que surgi¨® despu¨¦s, el clasicismo. Sus principios musicales fueron puestos en pr¨¢ctica a lo largo de un opus que abarca m¨²sica de c¨¢mara, conciertos, piezas fundamentales para teclado, para ¨®rgano (su instrumento favorito), sonatas, suites para todo tipo de instrumentos y, sobre todo, m¨²sica religiosa, que al fin y al cabo es con lo que se ganaba la vida en esas iglesias en las que se ocupaba de ofrecer sus notas al creador, aparte de hacerse cargo de la formaci¨®n musical de los ni?os y j¨®venes de la parroquia.
Luteranismo
Ese rasgo espiritual de su producci¨®n, unido a que la entonces reciente reforma luterana necesitaba h¨¦roes de peso, ha hecho que, en muchos ¨¢mbitos, se le considere el m¨²sico del luteranismo por excelencia. "Tambi¨¦n", apunta Miura, "ha habido intentos de que pasara a la posteridad como el gran compositor de la Ilustraci¨®n, pero eso se cae por su propio peso cuando se comprueba los libros que hab¨ªa en su biblioteca: apenas trataban de otra cosa que no fuera m¨²sica. Ese empe?o en adscribirle a otras cosas que no sean la m¨²sica por s¨ª misma es siempre un fracaso".
Sellos como Harmonia Mundi, la arriesgada discogr¨¢fica francesa que ha mimado siempre de manera especial la obra de Bach, han empezado a lanzar ya una edici¨®n especial del m¨²sico con una magn¨ªfica Pasi¨®n seg¨²n San Mateo, en versi¨®n del director Philippe Herreweghe. La colecci¨®n contiene, adem¨¢s, 20 reediciones m¨ªticas de la casa, seis estuches y un CD-Rom enciclop¨¦dico sobre el autor de las Variaciones Goldberg y los Conciertos de Brandenburgo.
Tambi¨¦n Emi se arroja a la vor¨¢gine, con nuevas grabaciones en sus distintas series y una apuesta desmelenada, Bach in Brazil, que incluye versiones del cl¨¢sico mezcladas con m¨²sica del pa¨ªs suramericano.
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