Un crujido divide dos bloques

Ana atend¨ªa a unos clientes en su tienda de art¨ªculos esot¨¦ricos de la calle de Almansa, 4 (Moncloa). Eran las cinco y media de la tarde y el establecimiento estaba lleno. Le explicaba a una cliente las propiedades ocultas de un ritual con aceites y velas con el que se logra supuestamente el equilibrio espiritual y el fortalecimiento del cuerpo. Un crujido descomunal surgi¨® de la pared e interrumpi¨® el trato comercial. Despu¨¦s lleg¨® el estruendo provocado por la ca¨ªda de una techumbre. Ana no sab¨ªa si se trataba de la obra de un esp¨ªritu contrariado o de un hechizo maligno.El asunto era mucho m¨¢s terrenal: el muro que un¨ªa dos edificios se agriet¨® por "la rotura de una de las j¨¢cenas de apoyo de las viguetas del forjado", seg¨²n aclararon ayer los bomberos de Madrid. El inmueble qued¨® partido en dos, separado por una brecha de ocho cent¨ªmetros de ancho y cinco metros de alto. La techumbre del local vecino, un bar, se desplom¨® contra el suelo. No pas¨® a mayores porque el bar, situado en el n¨²mero 6 de la citada calle, estaba cerrado dado que el due?o pretende traspasar a otro la propiedad del local.

Alertados por el ruido, unos vecinos avisaron a los bomberos. Tras una primera inspecci¨®n, los bomberos ordenaron el desalojo de los dos inmuebles agrietados: el hostal Vegas, donde s¨®lo hab¨ªa cuatro hu¨¦spedes; la tienda esot¨¦rica T¨¢ntalo, y los residentes del bloque del n¨²mero 4, con cuatro viviendas. Los bomberos pidieron ayuda a los t¨¦cnicos de guardia de la Gerencia Municipal de Urbanismo. El arquitecto municipal orden¨® que se apuntalara el edificio con unas grandes vigas met¨¢licas, "porque si no, corr¨ªa el peligro de caerse", seg¨²n afirm¨® ayer el jefe del Servicio de Protecci¨®n de la Edificaci¨®n, Fernando Mac¨ªas. Los t¨¦cnicos de Urbanismo declararon en ruinas el inmueble y le ordenaroon al propietario la demolici¨®n. "Tiene entre 48 horas y cinco d¨ªas para derribar el inmueble. Si no lo hace, el Ayuntamiento lo derribar¨¢ por la v¨ªa de la ejecuci¨®n sustitutoria, para proteger a los vecinos y viandantes de un posible derrumbe imprevisto", a?adi¨® Mac¨ªas. Mientras concluye ese plazo, el Ayuntamiento ha ordenado que los edificios sigan vac¨ªos.

Mar¨ªa Juana Ardura y su marido tendr¨¢n que volver a dormir en casa de unos familiares, como hicieron en la noche del domingo, cuando les desalojaron los bomberos de su domicilio. Ana, la propietaria de la tienda esot¨¦rica, afirma que el suceso le ha echado a perder "los tres d¨ªas de mayor venta del a?o".

La calle Almansa tiene experiencia en derrumbamientos: el inmueble del n¨²mero 58 se desplom¨® hace tres a?os.