Un tribunal anula una multa de la ORA porque se false¨® la firma

Los otros casos supuestamente irregulares de multas relativas a la ORA de que dispone la empresa Multauto no se han hecho a¨²n p¨²blicos porque est¨¢n pendientes de resoluci¨®n judicial, seg¨²n destac¨® ayer el letrado de esta empresa que se dedica a prestar ayuda legal a los automovilistas sancionados.Cuando estall¨® el esc¨¢ndalo de la falsificaci¨®n de firmas en los recursos de multas, el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Bujidos, admiti¨® que hab¨ªa "irregularidades" en miles de multas de las impuestas por los agentes de la Polic¨ªa Municipal, y se comprometi¨® a revisar casi 180.000 expedientes. El fraude consist¨ªa en que los agentes impon¨ªan sanciones y luego eran otros polic¨ªas los que las ratificaban.

A preguntas de los periodistas, Bujidos se?al¨® que la investigaci¨®n se iba a centrar s¨®lo en las multas de la Polic¨ªa Municipal, porque en las de la ORA, declar¨®, "no hay nada" (v¨¦ase el PA?S del martes 16 de febrero de 1999). Este peri¨®dico intent¨® ayer, sin ¨¦xito, conocer la opini¨®n del concejal Bujidos sobre la sentencia que demuestra la irregularidad en las firmas de un expediente de la ORA.

En 1993, los 400 empleados municipales de la ORA rellenaban a diario unas 40 denuncias cada uno, lo que daba un resultado de 16.000 multas diarias. En la actualidad, el n¨²mero de controladores se ha reducido sensiblemente y, paralelamente, el de las multas. Fuentes municipales indicaron ayer que en la actualidad se est¨¢n imponiendo unas 750.000 multas de este tipo cada a?o, cuyo coste se eleva a 10.000 pesetas cada una.

F.S.A., el conductor cuyo recurso ha vuelto a activar la pol¨¦mica sobre las falsas firmas en los expedientes de multas, fue sancionado por aparcar en una zona de carga y descarga regulada por la ORA. F.S.A. aleg¨® que ¨¦l no hab¨ªa estacionado su coche en esa zona y por eso recurri¨® la multa ante el Ayuntamiento. El Consistorio, sin embargo, ratific¨® la sanci¨®n el 28 de abril de 1997. En vista de ello, el conductor puso el caso en manos de la empresa Multauto, que acudi¨® a los tribunales. Multauto, aparte de la raz¨®n esgrimida por su cliente, aleg¨® otras razones para que se le revocase la multa (falsificaci¨®n de la firma, tramitaci¨®n irregular, falta de potestad del controlador). Multauto ha ganado este pleito, cuyo fallo cabe extrapolar a otros casos similares en curso, dado que el Tribunal Superior crea jurisprudencia entre ¨®rganos inferiores.

Recursos

El Tribunal Superior ha anulado la sanci¨®n impuesta a F.S.A. porque, seg¨²n explica en la sentencia, "se observa con claridad meridiana la disparidad de firmas existentes en los documentos sometidos a controversia". Es decir, el controlador de la ORA formul¨® su escrito de denuncia y lo firm¨®, pero luego, tras el recurso del automovilista, fue otro controlador, o al menos otra persona, quien firm¨® la ratificaci¨®n. El Real Decreto 320/94, que regula el procedimiento administrativo en lo que respecta a las multas de tr¨¢fico en las ciudades, obliga al agente que impone la multa a ratificarla despu¨¦s en caso de que el afectado presente un recurso. En este caso, seg¨²n el alto tribunal madrile?o, las firmas no concuerdan, por lo que la multa "no se ajusta a derecho", explican los jueces.

El tribunal recuerda en la sentencia, adem¨¢s, que los controladores de la ORA carecen de postestad gubernativa para imponer por s¨ª mismos una denuncia de este tipo. Tienen la obligaci¨®n, en caso de que observen que un veh¨ªculo carece del preceptivo billete de la ORA, de avisar a un polic¨ªa municipal para que sea ¨¦ste el que levante y firme la oportuna denuncia. Al carecer de esa potestad gubernativa, el controlador es un ciudadano m¨¢s. Si el infractor niega haber cometido la infracci¨®n -como ocurri¨® en el caso que ha propiciado esta sentencia-, la palabra del controlador no tiene m¨¢s valor que la del supuesto infractor, y, al ser la palabra de uno contra la de otro, los jueces esgrimen la presunci¨®n de inocencia y anulan la multa. De ah¨ª la obligaci¨®n legal de que la denuncia de un controlador sea respaldada en el acto por un agente municipal, ya que la ley le otorga un plus a la palabra de un agente frente a otros ciudadanos. En este caso, el controlador se limit¨® a remitir la denuncia al Ayuntamiento para que ¨¦ste la cursase. Y, cuando el ciudadano la recurri¨®, otra persona distinta firm¨® la ratificaci¨®n, lo que vulnera la ley, seg¨²n la sentencia.