El Sevilla supera a un d¨¦bil Atl¨¦tico
El equipo de Ranieri ofreci¨® una imagen combativa, pero revel¨® demasiadas carencias
Primer partido del a?o para dos equipos que por su irregular y preocupante situaci¨®n deportiva y extradeportiva se han fijado muchos prop¨®sitos de enmienda. Quiz¨¢ demasiados para la segunda vuelta que ya se avecina.El Atl¨¦tico pretende recuperar el brillo perdido, eludir de una vez por todas la zona l¨²gubre de la tabla y demostrar, a su afici¨®n y a s¨ª mismo, que es uno de los grandes de la Liga alcanzando los puestos que conducen a Europa. Por lo visto anoche, las pretensiones del Atl¨¦tico se antojan casi irrealizables. El Sevilla, por su parte, quiere meterse en la zona c¨®moda repetiendo la exitosa trayectoria que el a?o pasado le devolvi¨® a la Primera Divisi¨®n cuando ni su propia y entregada afici¨®n confiaba en ello. Puede que anoche diera el primer paso.Tanto Ranieri como Marcos Alonso -que despu¨¦s de superar varios conatos de cese cumpl¨ªa ayer un a?o como t¨¦cnico del Sevilla- se confiaron a la efectividad y capacidad definitoria de sus goleadores. Y oportunidades no les faltaron. El Sevilla se mostr¨® m¨¢s asentado y menos espeso que el rival en los primeros instantes, sin embargo fue el Atl¨¦tico quien empez¨® a tentar la suerte ante la meta contraria. Dos ocasiones tuvieron Valer¨®n y Hugo Leal en los primeros 15 minutos y, en la segunda casi se cant¨® el gol de no ser por la espectacular estirada de Valencia. La r¨¦plica sevillista lleg¨® al instante de botas de Tsartas. El griego empalm¨® a bocajarro un pase cruzado que hizo temblar los pilares de la porter¨ªa de Molina. Y a ¨¦ste tambi¨¦n.
Con las hechuras del rival ya tomadas y el gol anunci¨¢ndose, ambos equipos se lanzaron a una fren¨¦tica carrera por ser el primero en endosar el golpe que amilanara al contrario. Fue el Sevilla a trav¨¦s de las diabluras de Jesuli, sobrio y fr¨ªo a la hora de encarar la solvente muralla defensiva atl¨¦tica, quien golpe¨® primero. Y de que forma. Jesuli recibi¨® un bal¨®n peleado en la banda por el ayer vilipendiado Zalayeta y, con una precisi¨®n milim¨¦trica, se lo puso a Juan Carlos para que a contrapie batiese a Molina. El Atl¨¦tico acus¨® en exceso este mazazo y s¨®lo Hasselbaink, una vez m¨¢s, se dispuso a tirar de su equipo. Tanta entrega puso el holand¨¦s que a punto estuvo de nivelar la contienda. Despistados los centrales sevillistas, Hasselbaink se plant¨® solo ante Valencia que, sin saber c¨®mo, frustr¨® su intentona.
Sin tiempo para recomponerse, lleg¨® el segundo tanto del Sevilla. De la inestimable val¨ªa de Tsartas naci¨® un gol que sirvi¨® para que Zalayeta, increpado por el p¨²blico hasta entonces, se diera un paseo triunfal en solitario por medio campo hasta culminar la brillante jugada que, generoso, le brind¨® Tsartas. Aqu¨ª fue donde el Atl¨¦tico se desquici¨®. Hasta tal punto que Hasselbaink volc¨® su frustraci¨®n a golpes en el pecho de Marchena, algo que se le escap¨® al colegiado pero que hizo hervir a Marcos Alonso, testigo desde el banquillo.
La entrada de Kiko al inicio de la segunda mitad sirvi¨® de est¨ªmulo al Atl¨¦tico, inquieto y volcado en ataque, que comenz¨® a merodear por el ¨¢rea del Sevilla, atosigando en los minutos finales. Pero el peligro, lo que se dice peligro, lo creaba el Sevilla. Y para ser m¨¢s exactos Tsartas. Due?o del centro del campo, el griego se hart¨® de proveer de balones a Jesuli, Juan Carlos y Zalayeta, tr¨ªo que acab¨® copiando las magistrales lecciones que ayer dio Tsartas en el mejor partido del griego y del Sevilla en lo que va de temporada. Pero el Atl¨¦tico tiene a Hasselbaink y a su olfato y poder¨ªo anotador se ha acostumbrado cuando todo se tuerce. Pero anoche, pese a que consigui¨® su 16? gol, la entrega del voluntarioso holand¨¦s no fue suficiente. El Sevilla quiso entrar en el a?o con buen pie y nadie iba a imped¨ªrselo.
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