Numancia y Alav¨¦s fueron incapaces de marcar en un ambiente g¨¦lido

El Numancia y el Alav¨¦s empataron a cero (0-0) la noche de Reyes en el campo de Los Pajaritos, en el que no hubo oro ni incienso: s¨®lo mirra. Eso s¨ª, mirra hasta la saciedad. los dos equipos de corte muy similar, extremaron al m¨¢ximo lo que mejor saben hacer: el orden, el marcaje, la pegajosidad. En suma, la desactivaci¨®n del contrario. Y como esto lo hicieron tan bien, el partido transcurri¨® en una lucha permanente en el centro del campo y en un mal trato continuo del bal¨®n. Puede ser que el c¨¦sped -pr¨¢cticamente helado- contribuyera poco a la creaci¨®n de juego, pero ciertamente casi no hubo ocasi¨®n de comprobar si esa era realmente la causa, porque el bal¨®n pas¨® mucho m¨¢s tiempo en el aire que en la hierba. Ni que decir tiene que en partidos as¨ª -ni una sola ocasi¨®n de peligro y ni un s¨®lo disparo a puerta- quien m¨¢s, quien menos, se acuerda de los ausentes -hasta cinco bajas de jugadores titulares en el Numancia y tres en el Alav¨¦s- mas, posiblemente, para que el partido deviniera en lo que fue -lucha y sopor, mucha lucha y mucho sopor-, las causas haya que buscarlas m¨¢s en la similitud de los dos equipos que en las bajas de ambos.El Numancia acaba la primera vuelta sin conocer la derrota en casa. Lo cual, para cualquier equipo y desde luego para un debutante en Primera Divisi¨®n no es poco.