Un laberinto de intermediarios oscurece las responsabilidades

El transporte de crudo a menudo lleva aparejado una imponente mara?a de intermediarios. Es un fen¨®meno que se ha producido casi en paralelo con el auge de las banderas de conveniencia, que afecta a toda la flota mercante. Obedece a que las petroleras han dejado de tener flota propia. "A la vista de desastres como el del Exon Valdez , vimos que no podr¨ªamos soportar un desastre ecol¨®gico y vendimos nuestra flota", recuerda un portavoz de la compa?¨ªa Cepsa.El fen¨®meno ha sido general en el sector. "Las petroleras quieren evitar su posible implicaci¨®n en accidentes y quedar exentas de una responsabilidad que podr¨ªa da?ar su patrimonio", se?ala el presidente de la Asociaci¨®n de Navieros Espa?oles (Anave), Manuel Carlier. Es frecuente que, para evitar esas responsabilidades, una petrolera con yacimiento propio llegue a vender la carga al embarcarla y la vuelva a comprar en tierra.

Cambio de due?os

El transporte de crudo est¨¢ en manos de los armadores (responsables de la gesti¨®n na¨²tica del buque) y de los navieros (encargados de su gesti¨®n comercial). Es frecuente que se tejan complicadas madejas sobre la propiedad del flete, como en el caso del Erika. "Es una pr¨¢ctica normal en el negocio del transporte de petr¨®leo. Un cargamento puede cambiar varias veces de due?o durante la traves¨ªa", dice el presidente del Colegio Oficial de la Marina Mercante, Joaqu¨ªn Buelga. El director general de los navieros matiza que esas pr¨¢cticas son habituales, sobre todo entre los traders, los intermediarios que compran una carga de crudo y la ofrecen a las refiner¨ªas hasta encontrar el mejor postor.

Aunque una fuente del sector petrol¨ªfero espa?ol asegura que no siempre se puede elegir el buque m¨¢s seguro, el experto del grupo de trabajo europeo sobre nav¨ªos deficientes lo niega. "Sobran petroleros para poder elegir, pero hay quien cierra los ojos con tal de abaratar un flete", afirma.

El director general de Anave rompe una lanza: "El transporte mar¨ªtimo es el m¨¢s regulado mundialmente y la siniestralidad es escasa. En 1998, se transportaron 5.070 millones de toneladas, de las que 1.945 millones correspond¨ªan a productos petrol¨ªferos, y s¨®lo se derramaron 10.000 toneladas. Los accidentes disminuyen cada a?o".

La exigencia de responsabilidades no siempre es f¨¢cil. A juicio del presidente de la Asociaci¨®n de Astilleros Espa?oles, Jos¨¦ Esteban P¨¦rez, un paso importante ser¨ªa que esas responsabilidades en caso de vertido afectaran no s¨®lo al due?o del cargamento, sino a todos los intermediarios.