"Nadie me dirigi¨® la palabra en dos d¨ªas"
Templar la ilusi¨®n desbordante de un neoprofesional del ciclismo es una tarea inocua. Imposible razonar con alguno de ellos sobre realidades como el dopaje, la vida ambulante, los esfuerzos inhumanos, o el anonimato de los que nunca llegar¨¢n a ser figuras. Los que acceden al profesionalismo son coladores que apenas retienen una certeza: han cumplido su sue?o; tienen un maillot profesional. Juanma G¨¢rate (Ir¨²n, 23 a?os) no escapa a ¨¦ste an¨¢lisis.Su alegr¨ªa a¨²n es mayor porque para colocarse en las filas del importante equipo italiano Lampre, tuvo que tragarse monta?as de incertidumbre. En Espa?a no le quer¨ªan, as¨ª que se march¨® a Italia. Su representante, Jos¨¦ Mar¨ªa Eceiza, le ayud¨® a hacer las maletas: ya hab¨ªa colocado a Odriozola (Ge-wiss) y a Chaurreau (Polti), como G¨¢rate guipuzcoanos prometedores sin espacio en su tierra. "Desde que Eceiza me llam¨® hasta que firm¨¦ en Italia pas¨® casi un mes y yo lo pas¨¦ fatal. Tem¨ªa que al final ocurriera algo, pero al final cogimos el avi¨®n y en Arona nos recibieron el director del equipo Pietro Algeri y su segundo, Piovanni. Lo arreglamos todo en un d¨ªa, y pas¨¦ un reconocimiento m¨¦dico y una prueba de esfuerzo. Ah¨ª me qued¨¦ tranquilo", recuerda G¨¢rate.
Regres¨® a Ir¨²n con unos maillots que exhibir ante la prensa y empez¨® a despedirse de su rutina. Ya no ten¨ªa que preguntarse c¨®mo se ganar¨ªa la vida, ¨¦l que en su ¨²ltima temporada como aficionado compaginaba entrenamientos y carreras con su trabajo de delineante.
G¨¢rate ha empezado a asimilar su nueva situaci¨®n. Dif¨ªcil olvidar su primer encuentro con sus compa?eros, algunos de ellos ¨ªdolos para cualquier aspirante a profesional. Ah¨ª, a su lado, vestido como ellos, le costaba reconocerse. M¨¢s bien se sent¨ªa como un espectador intruso, sobre todo porque nadie le dirigi¨® la palabra en los dos primeros d¨ªas de concentraci¨®n: "Nos citaron a todos los corredores para que nos conoci¨¦ramos, pero la mayor¨ªa ya se conoc¨ªa y no nos hac¨ªan caso ni a m¨ª ni a un joven suizo reci¨¦n fichado, como yo. Lo pas¨¦ bastante mal".
La segunda noche, irrumpi¨® en su habitaci¨®n el suizo Oscar Camenzind, campe¨®n del mundo de fondo en carretera en 1998 y uno de los corredores de cl¨¢sicas m¨¢s solicitados. Camenzind brome¨® con G¨¢rate y precipit¨® su inclusi¨®n en el grupo. En d¨ªas posteriores rod¨® codo con codo con Franco Ballerini, doble ganador de la Par¨ªs-Roubaix. "Me sent¨ªa como un juvenil. A la hora de comer, ten¨ªamos un buf¨¦ y yo prefer¨ªa esperar a ver qu¨¦ com¨ªan los otros, no fuera a comer algo contraindicado", se r¨ªe G¨¢rate.
Sin embargo, m¨¢s dif¨ªcil que asumir la consecuci¨®n de un sue?o, a G¨¢rate le cost¨® compartir la intimidad con sus nuevos compa?eros. Consciente del privilegio, el irundarra recuerda impresionado a Camenzind pedaleando como un poseso sobre una bicicleta est¨¢tica durante una prueba de esfuerzo: "Un poco antes era yo el que pedaleaba, pero creo que lo ¨²nico que hice fue calentar la m¨¢quina"
Su director ya le ha confeccionado el calendario, en buena parte centrado en pruebas espa?olas. En funci¨®n de su adaptaci¨®n a la categor¨ªa, Lampre podr¨ªa incluir a G¨¢rate en el equipo que dispute la Vuelta, un salto enorme para alguien que se despidi¨® de las rondas por etapas en la Vuelta al Goiherri. "Lo que es seguro", se?ala el corredor, "es que debutar¨¦ el 1 de febrero en el Gran Premio la Marsellesa y que correr¨¦ la Estrella de Besseges, el Tour del Mediterr¨¢neo, Murcia, Valencia y pruebas vascas como la Vuelta al Pa¨ªs Vasco, la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n o la Bicicleta Vasca".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.