El aceite este a?o ser¨¢ la mitad del que es capaz de producir el campo andaluz

La campa?a de aceite de oliva que acaba de empezar va a ser corta en rendimiento. Fuentes de las cooperativas andaluzas se?alan que la producci¨®n espa?ola "debe estar entre las 550.000 y las 600.000 toneladas". Esta cifra ser¨ªa la segunda peor de los ¨²ltimos diez a?os. En la Consejer¨ªa de Agricultura se aumenta esta previsi¨®n hasta las 650.000 toneladas. La Junta prev¨¦ unas 458.000 toneladas como cosecha andaluza en la campa?a 1999-2000, la mitad de la capacidad del sector un a?o bueno. Los precios, por tanto, empiezan a moverse al alza.

La campa?a m¨¢s mala desde que Espa?a entr¨® en la Comunidad Europea en 1986 fue la de 1995-96, con una producci¨®n de 375.000 toneladas. Salvo ese a?o, Espa?a siempre ha estado por encima de las 550.000 toneladas, incluso en a?os de sequ¨ªa como 1993 y 1994. Esta ser¨¢, seg¨²n todas las previsiones, una campa?a corta, que llega en un momento de gran capacidad del sector. Aun as¨ª, el oto?o ha sido tranquilo en transacciones y el mercado se ha movido muy poco. Las cooperativas han guardado aceite para venderlo en esta campa?a a mejores precios que las 320 y 340 pesetas el kilo que se ha estado pagando por el lampante y el virgen. En los a?os de sequ¨ªa los precios llegaron en origen a 500 y 525 pesetas el kilo. Los operadores, que trabajan con un margen de 60 d¨ªas en los servicios a sus clientes, han estado importando de Turqu¨ªa y, sobre todo, de T¨²nez. Incluso ha habido compras en Italia y Grecia. Su principal objetivo era abaratar los precios en el mercado interno espa?ol. En sentido contrario, en primavera, nueve cooperativas andaluzas de segundo grado -que conforman el consorcio Aceites Cooperativos- compraron a la Comisi¨®n Europea a 375 pesetas el kilo un aceite que hab¨ªan vendido a la intervenci¨®n comunitaria en octubre de 1998 por 274 pesetas. La intenci¨®n de las cooperativas era fijar el precio en 400 pesetas y retirar del mercado las existencias, si fuera necesario. Las importaciones tuvieron como efecto bajar ese precio indicativo.

Las cooperativas pretenden estabilizar los precios no s¨®lo para defenderse de un eventual hundimiento; tambi¨¦n necesitan hacer acuerdos internacionales a largo plazo. Jap¨®n es un buen cliente de los proveedores espa?oles y est¨¢ duplicando su consumo anualmente. Incluso en ese mercado Espa?a no va muy retrasada: Italia le vende a los japoneses unas veinte mil toneladas al a?o y los espa?oles llegaron a 13.000 toneladas en 1998, algo menos de la mitad embotellado. Este mercado emergente exige que los precios oscilen poco tanto al alza como a la baja.

El inicio de esta campa?a ha marcado un punto de inflexi¨®n con la aton¨ªa de los ¨²ltimos meses y a partir de diciembre los precios han comenzado a subir, para colocarse el lampante en torno a las 365 pesetas el kilo y el virgen en las 390 pesetas. Espa?a ha arrancado esta cosecha con unas existencias cercanas a las 350.000 toneladas en los almacenes de las cooperativas. Este colch¨®n de seguridad se evaporar¨¢ este a?o. El consumo interno espa?ol no s¨®lo se ha estabilizado, sino que ha crecido, en una nueva prueba de que la campa?a en defensa del olivar de 1998 ha tenido como principal rendimiento la popularizaci¨®n del producto.

En este momento Espa?a consume unas 500.000 toneladas de aceite de oliva al a?o y export¨® 280.000 toneladas en 1999. Esta cifra de ventas al extranjero es muy inferior a la de a?os anteriores, en los que se hab¨ªa llegado a 425.000 toneladas. En todo caso, el sector productor con la cosecha de este a?o y sus existencias almacenadas tendr¨¢ capacidad suficiente para abastecer al mercado espa?ol y a sus clientes extranjeros. La gran asignatura pendiente sigue siendo la exportaci¨®n de aceite embotellado, que no supera las 70.000 toneladas.