La guinda a una mala campa?a

Las organizaciones agrarias mostraban ayer su preocupaci¨®n por los efectos que las protestas de los transportistas franceses pueden tener sobre la maltrecha campa?a citr¨ªcola. Con unos precios por debajo de los conseguidos el a?o pasado y con las buenas expectativas iniciales por los suelos, pocos esperaban que el panorama pudiese pintar peor. Si los bloqueos contin¨²an, los c¨ªtricos valencianos vivir¨¢n el problema a?adido de ver dificultado su acceso a los mercados europeos. El hecho de que los pasos fronterizos franceses est¨¦n cerrados impide el acceso a mercados tan importantantes como el alem¨¢n o el emergente del este de Europa, al margen de impedir la llegada con normalidad a los centros de distribuci¨®n de Holanda.Como la protesta de los transportistas franceses -por el aumento del precio del combustible y contra la jornada semanal de 35 horas- estaba fijada en 24 horas, ayer los almacenes de manipulado de naranjas trabajaron a pleno rendimiento, cargando los cerca de 200 camiones que durante las ¨²ltimas horas se han dirigido a la frontera para poder descargar en Francia o atravesar este pa¨ªs para dirigirse a otros puntos. Es el ¨²nico camino posible. Si los bloqueos contin¨²an, las horas de espera para una mercanc¨ªa perecedera pueden ser fatales. Adem¨¢s, los retrasos son especialmente detestados por los mercados europeos, que exigen una puntualidad que puede provocar el rechazo a pedidos que lleguen fuera de tiempo. Otro temor es que los operadores europeos se dirijan a otros proveedores, especialmente Marruecos, para suplir la demanda que no sea atendida por los espa?oles.