Aplazado el juicio a 10 miembros del PP acusados de supuesto fraude en el voto por correo en los comicios de 1991

El juicio a 10 miembros del PP acusados de un supuesto fraude electoral en el voto por correo de las elecciones de mayo de 1991 volvi¨® a ser aplazado ayer tras solicitar la defensa nuevas pruebas y alegar la nulidad del proceso. La Secci¨®n Primera de la Audiencia Provincial anunci¨® que la pr¨®xima semana emitir¨¢ un auto en el que decidir¨¢ si se admite la solicitud para la tramitaci¨®n de nuevas pruebas -lo que conllevar¨ªa una dilaci¨®n del proceso- o si decide continuar con la vista oral.Los hechos se remontan a las elecciones municipales y auton¨®micas, en las que, seg¨²n las acusaciones y el fiscal, los imputados supuestamente falsificaron la firma de un notario para legitimar la r¨²brica y los datos de 3.366 votantes por correo. Adem¨¢s se les atribuye haber asumido desde distintas sedes del PP autorizaciones de 7.000 electores de las que al menos 75 se realizaron de forma fraudulenta.

Por delitos de falsedad en documento oficial y fraude electoral, el fiscal y las acusaciones solicitan para los imputados Guillermo N¨²?ez Vaquero, Esperanza M¨¢rquez G¨®mez y Mar¨ªa del Pilar Rodr¨ªguez, penas de nueve a?os y medio de c¨¢rcel, seis a?os de inhabilitaci¨®n especial para el derecho de sufragio activo y pasivo y multa de 800.000 pesetas. Para el resto de los acusados -Mar¨ªa Asunci¨®n de la Pe?a Gonz¨¢lez, Mar¨ªa Antonia Astudillo L¨®pez, Fernando Travesedo Mayor, Mar¨ªa Soledad Mart¨ªn del Pozo, Ricardo Hurtado G¨®mez de Tena, Mar¨ªa del Carmen Garc¨ªa Montero y Mar¨ªa Paloma G¨®mez Montero- piden dos a?os de c¨¢rcel por falsificaci¨®n, seis a?os de inhabilitaci¨®n y multa de 200.000 pesetas.

Las defensas solicitaron nuevas pruebas en las que se pueda cotejar la firma del notario Alberto Ballar¨ªn con documentos de los imputados, as¨ª como que la prueba caligr¨¢fica realizada al notario se haga extensiva a sus empleados, su esposa y sus hijos.

Seg¨²n los abogados Juan Ram¨®n Montero y Juan Carlos Nuevo, el notario se vio apremiado por el tiempo para estampar su r¨²brica en los impresos para el voto por correo y en un s¨®lo d¨ªa tuvo que firmar 1.000 impresos, por lo que "al final la firma se convirti¨® en un garabato o incluso debi¨® delegar sus funciones en alg¨²n empleado".