Lagos y Lav¨ªn: "Pinochet puede ser juzgado en Chile"

ENVIADO ESPECIALTanto el candidato presidencial de la coalici¨®n gubernamental, Ricardo Lagos, como el de la oposici¨®n derechista, Joaqu¨ªn Lav¨ªn, coinciden en que las razones de salud esgrimidas por el Ministerio del Interior brit¨¢nico para poner en libertad a Augusto Pinochet no impiden que el ex dictador pueda ser juzgado en Chile. La decisi¨®n anunciada en Londres y el debate sobre el futuro del general se han convertido, en contra de la voluntad de la derecha, en un asunto central de la recta final de una apretad¨ªsima campa?a electoral y, aunque su efecto en el resultado final es dif¨ªcil de anticipar en este momento, han permitido que el aspirante de centroizquierda tenga por primera vez la iniciativa de cara a la opini¨®n p¨²blica.

Lagos declar¨® en una entrevista en televisi¨®n que el regreso de Pinochet a Chile puede dar lugar a que "los tribunales hagan justicia como corresponde" y opin¨® que "si ha cometido delitos debe ser enjuiciado". El candidato socialista record¨® que "la legislaci¨®n chilena no contempla las razones humanitarias" y asegur¨® que, como presidente, se compromete a defender la vigencia del Estado de derecho. A Pinochet, un mensaje: "Hace mucho tiempo que le dije [al ex dictador] que ¨¦l debiera dedicarse a estar con sus nietos".Joaqu¨ªn Lav¨ªn, que lleva meses evitando toda referencia a Pinochet, se desmarc¨® ayer del general en una entrevista emitida por el mismo canal de televisi¨®n inmediatamente despu¨¦s de la de Lagos y acept¨® la posibilidad de que el senador vitalicio sea juzgado. "Es un chileno como cualquier otro y, por tanto, si hay procesos pendientes o la justicia requiere su presencia por cualquier raz¨®n, debe enfrentarla como cualquier chileno", declar¨® el candidato de la derecha. Lav¨ªn anticip¨® que no tiene planes de acudir a recibir a Pinochet al aeropuerto cuando el general llegue a Santiago.

Los estados mayores de ambas candidaturas trataban ayer de ser prudentes sobre los efectos electorales del probable retorno de Pinochet. Un portavoz de la campa?a de Lagos advirti¨® de que "hay que tener cuidado de no lanzar las campanas al vuelo". Esa fuente reconoci¨® que la decisi¨®n brit¨¢nica le permite por primera vez a Lagos hablar de Pinochet como un lastre para la oposici¨®n, no para el Gobierno. El Gobierno, finalmente, ha tenido ¨¦xito. Ha sido su estrategia, no la de la derecha o la de los abogados del general, la que puede permitir el regreso del exdictador.

El presidente Eduardo Frei pronunci¨® ayer un discurso a la naci¨®n en la que destac¨® que "el Gobierno ha hecho su trabajo", y destac¨® tambi¨¦n que ahora "los jueces tienen la independencia y las facultades para llevar adelante su tarea". Frei se atribuy¨® el m¨¦rito por la posible liberaci¨®n del general y fustig¨® a la oposici¨®n derechista por su comportamiento a lo largo de esta crisis. "Nuestra actitud", dijo, "contrasta con la de aquellos que hasta hace poco quer¨ªan la ruptura de las relaciones con Gran Breta?a y que ahora ocultan su relaci¨®n con Pinochet y guardan silencio".

Portavoces del Gobierno evitaban ayer, no obstante, todo triunfalismo sobre el regreso de Pinochet por miedo a irritar a¨²n m¨¢s a las v¨ªctimas de la dictadura y a los votantes comunistas, que obtuvieron un 3% de votos en la primera vuelta electoral y que pueden ser fundamentales para la victoria de Lagos el pr¨®ximo domingo.

Entre los estrategas de la campa?a de Lav¨ªn, la esperanza ayer radicaba en su convicci¨®n de que los chilenos observan a Pinochet como un tema del pasado y que, por tanto, nada que ata?e al futuro del general tendr¨¢ impacto en el resultado de las elecciones. "El pa¨ªs est¨¢ en otra y mirando al nuevo siglo. La decisi¨®n de este domingo tiene que ver con qui¨¦n de los dos candidatos resuelve mejor los problemas de los chilenos", declar¨® Lav¨ªn.

Por otra parte, no parece probable que la extrema derecha, que ha criticado a Lav¨ªn por su alejamiento de Pinochet, le castigue con un voto a favor de Lagos, aunque algunos dirigentes de la Fundaci¨®n Pinochet no dudaban ayer en advertir de que "Lav¨ªn va a pagar su traici¨®n en las urnas".

Al margen de algunas concentraciones de decenas de personas en los locales de la Fundaci¨®n Pinochet, el regreso del general ha sido m¨¢s celebrado en los despachos que en las calles. Los chilenos ofrecen s¨ªntomas muy claros de hast¨ªo con todo lo que tiene que ver con el exdictador.

Normalizaci¨®n pol¨ªtica

La decisi¨®n de las autoridades brit¨¢nicas ha dado paso, no obstante, a un clima de normalizaci¨®n pol¨ªtica en este pa¨ªs. Ha permitido, por decirlo de alg¨²n modo, que cada cual ocupe el espacio que le corresponde de forma natural. Por un lado, ha favorecido el primer paso hacia la modernizaci¨®n de la derecha pol¨ªtica, esclava del general hasta el d¨ªa de hoy. Al tiempo, ha dado oportunidad a la izquierda de poner fin a su esquizofr¨¦nica misi¨®n de abogado de Pinochet bajo el pretexto de la defensa de la soberan¨ªa y los intereses nacionales.

Chile vive un ambiente de fin de ¨¦poca. Pinochet empieza, verdaderamente, a ser un asunto del pasado, y pase con lo que pase con ¨¦l a su regreso, su capacidad de influir en el desarrollo de la democracia chilena ha quedado reducida pr¨¢cticamente a cero. "Ahora se trata simplemente de cumplir con el tr¨¢mite final de la mejor manera posible", opina el analista pol¨ªtico y columnista Fernando Villegas.

Como parte de esta normalizaci¨®n hay que destacar el discreto papel del Ej¨¦rcito en este momento final del caso Pinochet. El comandante en jefe del Ej¨¦rcito, general Ricardo Izurieta, se reuni¨® con los principales jefes militares tras conocerse el anuncio brit¨¢nico. Emitieron un comunicado en el que, de forma velada, se desaconsejaba iniciar ahora un proceso contra el senador vitalicio en Chile. "La instituci¨®n espera que esta situaci¨®n se tome con prudencia y no sea aprovechada con otros fines", dice el comunicado del Ej¨¦rcito chileno, que no ha tenido, sin embargo, la menor repercusi¨®n en el debate nacional.

Las opiniones son muy matizadas al analizar las consecuencias del regreso del ex dictador en las elecciones. La mayor¨ªa de los comentaristas se inclina a considerar que el efecto Pinochet en las urnas ser¨¢ m¨ªnimo, aunque admiten que dado el estrecho margen de 30.000 votos que separ¨® a ambos candidatos en la primera vuelta, el 12 de diciembre, cualquier peque?o movimiento puede dar un vuelco al resultado final.

La conclusi¨®n del caso Pinochet, en este sentido, puede reforzar la posici¨®n del candidato de la Concertaci¨®n Nacional entre los votantes de centro, sensibles al ¨¦xito del Gobierno en su defensa del principio de soberan¨ªa.