Un l¨ªder del islamismo radical anuncia su rendici¨®n al acabar el plazo para la entrega de armas en Argelia

La pasada medianoche concluy¨® el plazo otorgado por el r¨¦gimen argelino a los terroristas isl¨¢micos para deponer las armas y entregarse a las autoridades para ser amnistiados. A ¨²ltima hora de la tarde de ayer la situaci¨®n era a¨²n confusa sobre el alcance del arrepentimiento de los grupos armados, pero se esperaba la rendici¨®n de Hasan Hattab, l¨ªder de uno de los dos grupos islamistas m¨¢s radicales.Desde primeras horas de la ma?ana ya hab¨ªan empezado a bajar de las monta?as los primeros comandos del Ej¨¦rcito Isl¨¢mico de Salvacion (EIS) en la zona de Yiyel, 300 kilometros al este de Argel. Los hombres de Madani Mezrag, que decretaron una tregua unilateral en octubre de 1997, descendieron de los refugios de la monta?a encabezados por Salim Zubayu y escoltados por un millar de soldados y guardias republicanos.

En el oeste del pa¨ªs, los grupos armados seguidores del EIS, liderados por su lugarteniente, Ahmed Benaicha, no hab¨ªan dado a¨²n el paso definitivo a mediod¨ªa. A pesar de la informaci¨®n facilitada en la misma ma?ana por el diario El Watan, que citaba fuentes de los servicios de seguridad, sobre su rendici¨®n, los hombres de Benaicha parec¨ªan dudar. Otro de los grupos armados cuya entrega se daba por segura era la Liga Isl¨¢mica de Predicaci¨®n y Guerra Santa un centenar de hombres al mando de Al¨ª Benhadyar.

Sin embargo, la confusi¨®n en cuanto a la actitud de los grupos m¨¢s radicales del GIA (Grupo Isl¨¢mico Armado) y del GSPC (Grupo Salafista de Predicaci¨®n y Combate), continuaba a ¨²ltima hora de la tarde. La radio oficial argelina difundi¨® un comunicado en el que dejaba entender que el l¨ªder del GSPC, Hasan Hattab, se entregar¨ªa antes de que concluyera el d¨ªa acompa?ado de su lugarteniente, Ahmed Yabri. Seg¨²n fuentes de la seguridad argelina, citadas por El Watan, habr¨ªa sido con este ¨²ltimo con quien diversos emisarios militares habr¨ªan discutido en los d¨ªas anteriores acerca de la rendici¨®n de las huestes del GSPC.

Este grupo, el m¨¢s sangriento de todos, es el presunto autor de las terribles matanzas cometidas en el pa¨ªs en los a?os pasados y contaba con casi 2.000 combatientes antes de que se aprobara la ley de amnist¨ªa en julio pasado.