La Fiscal¨ªa de Israel ordena una investigaci¨®n contra el presidente Weizman por evasi¨®n fiscal

Por primera vez en los 52 a?os de la historia de Israel, ayer se abri¨® una investigaci¨®n policial sobre su presidente. Ezer Weizman, de 75 a?os, est¨¢ acusado de haber recibido durante varios a?os dinero de un millonario jud¨ªo amigo suyo y por no haberlo declarado a Hacienda. El jefe del Estado, uno de los pol¨ªticos m¨¢s populares de Israel, ha adelantado que no piensa dimitir y que defender¨¢ su integridad. Sin embargo, ministros del Gobierno del laborista Ehud Barak afirman que "estamos ante un terremoto pol¨ªtico, y el presidente tiene que dimitir". Mientras, contin¨²an los intentos para lograr un consenso para la candidatura presidencial del veterano dirigente laborista Sim¨®n Peres.La polic¨ªa anunci¨® ayer que ha creado un equipo compuesto por oficiales de alta graduaci¨®n (con el fin de no "humillar" al presidente) para "examinar" la actuaci¨®n de Weizman, una figura tan carism¨¢tica como controvertida y con una brillante carrera militar y pol¨ªtica, que empez¨® en la formaci¨®n de derechas Likud y termin¨® en las filas del Partido Laborista y el pacifismo antes de ser elegido presidente por el Parlamento hace casi siete a?os.

La investigaci¨®n policial se llevar¨¢ a cabo despu¨¦s de la resoluci¨®n adoptada el jueves por la fiscal general del Estado, Edna Arbel, y el asesor legal del Gobierno, Eliakim Rubinstein, en la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil, inc¨®moda y embarazosa de su larga carrera judicial.

El esc¨¢ndalo sali¨® a la luz el 30 de diciembre pasado, cuando el periodista israel¨ª Ioav Itsjak revel¨® que entre los a?os 1988 y 1993 Weizman -entonces diputado y ministro- recibi¨® casi medio mill¨®n de d¨®lares (unos 75 millones de pesetas) del multimillonario jud¨ªo franc¨¦s Edouard Seroussi, sin informar de esos ingresos a la Direcci¨®n de Impuestos por considerar que se trataba de "obsequios de un amigo".

Esa suma fue ingresada en una cuenta que manejaba su abogado, Janina Brandes, y una parte del dinero fue puesta a disposici¨®n de Weizman entre 1993 y 1995, cuando ya ocupaba la jefatura del Estado.

Desaparecen documentos

El 31 de diciembre se descubri¨® que los documentos relacionados con la cuenta del caso Weizman hab¨ªan desaparecido de la oficina de Janina Brandes. A ra¨ªz de esto se empezaron a levantar voces en los medios pol¨ªticos pidiendo la apertura de una investigaci¨®n policial contra Weizman, lo que oblig¨® a la fiscal general a anunciar el 2 de enero la decisi¨®n de examinar el asunto de los "regalos" recibidos por el presidente.

Pese a que en el entorno de Weizman niegan que Seroussi tenga intereses empresariales en Israel, el pasado d¨ªa 3 se revel¨® que el multimillonario tuvo un representante comercial en este pa¨ªs hasta hace poco tiempo -incluidos los a?os en los que le entreg¨® dinero al presidente- y que, adem¨¢s, pensaba fundar un diario en ingl¨¦s para competir con el conservador Jerusalem Post. Al d¨ªa siguiente, Weizman hizo su primera declaraci¨®n p¨²blica: "Esperar¨¦ a ver qu¨¦ decide la Fiscal¨ªa General del Estado; no tengo intenci¨®n de dimitir".

Poco despu¨¦s, el abogado contratado por el presidente para el caso, Iaacob Weinroth, transmiti¨® a la Fiscal¨ªa General la versi¨®n del presidente. Seg¨²n revelaciones de la prensa, Weizman mantiene que s¨®lo recibi¨® de Seroussi 190.000 d¨®lares (unos 28.500.000 pesetas).

El d¨ªa 12, la Presidencia y la Fiscal¨ªa General sopesaron la posibilidad de llegar a un acuerdo: que Weizman dimita a cambio de que el caso se archive. El asesor jur¨ªdico del Gobierno neg¨® tal posibilidad. Y 24 horas despu¨¦s, ¨¦l y la fiscal general anuncian que "el material se entregar¨¢ a la polic¨ªa para ser examinado"; es decir, que se abre una investigaci¨®n policial contra Weizman.

Un comunicado oficial de la presidencia emitido la noche del jueves al viernes indica: "Si el asesor jur¨ªdico del Gobierno y la fiscal general del Estado consideran que la polic¨ªa es el instrumento apropiado para ayudar en el examen de los hechos, la Presidencia lo ve como algo natural y razonable. El presidente no pide un trato especial, y est¨¢ seguro de que el examen sacar¨¢ a la luz la verdad".