Recuerdos del Cret¨¢cico superior
El Museo de Ciencias Naturales de ?lava -que bien podr¨ªa proclamarse el de todo el norte de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica- presenta al visitante un recorrido por las principales disciplinas a las que est¨¢ adscrito (Geolog¨ªa, Bot¨¢nica y Zoolog¨ªa), aunque lo m¨¢s interesante est¨¦ en la trastienda. Desconocido para la mayor parte de los vascos, este museo es, sin embargo, un referente en la comunidad cient¨ªfica espa?ola e internacional: sus colecciones se encuentran entre las mejores de Europa y la tarea investigadora que realizan sus colaboradores no tiene parang¨®n en todo el Pa¨ªs Vasco.Y no s¨®lo por el descubrimiento y los estudios sobre el famoso ¨¢mbar que se encontr¨® en la localidad alavesa de Pe?acerrada y que han popularizado este centro ubicado en el casco viejo vitoriano, en la torre de Do?a Ochanda. Si se habla de minerales en la Pen¨ªnsula, hay que citar sin duda al Museo de Ciencias Naturales. En cuanto a los f¨®siles, sus descubrimientos est¨¢n reconocidos internacionalmente; en Bot¨¢nica, sus trabajos se encuentran a la altura de los mejores centros del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC); y hablando de Zoolog¨ªa, la exposici¨®n temporal sobre nidos es un ejemplo excelente para valorar la labor de esta secci¨®n.
Nueva sede
De ah¨ª que los deseos del diputado de Cultura, Pedro Sancristoval, para encontrar una nueva sede a este ¨²nico centro dedicado a las ciencias naturales en el Pa¨ªs Vasco cuenten con el respaldo incondicional del director del centro, Jes¨²s Alonso. "Necesitamos m¨¢s espacio, tanto para ofrecer una mejor exposici¨®n de nuestras colecciones, como para albergar los fondos, que ya desbordan los cinco pisos de nuestra actual ubicaci¨®n", comenta Alonso, defensor a ultranza del patrimonio que suponen estas colecciones para todos los ciudadanos, patrimonio muchas veces minusvalorado o, peor, ignorado.
De ah¨ª que un paseo por las salas abiertas al p¨²blico suponga m¨¢s de una sorpresa al visitante. En la primera planta, la colecci¨®n de mineralog¨ªa, la m¨¢s importante de Espa?a en la actualidad. "No es una colecci¨®n de colacao", apostilla, orgulloso, Jes¨²s Alonso. Entre las 5.000 muestras, destacan piezas preciadas por coleccionistas privados y museos p¨²blicos, como las dolomitas de Eugi (Navarra), las fluoritas asturianas, las piritas riojanas o los cuarzos alaveses. Frente a estos estantes, en el centro de esta primera sala, un mapa en tres dimensiones de ?lava a escala 1:50.000 en el que los estudiantes pueden comprobar los distintos estratos que conforman el territorio.
Un poco m¨¢s adelante se presenta la selecci¨®n de f¨®siles expuestos al p¨²blico, con la que est¨¢ representado el patrimonio f¨®sil de la cuenca vascocant¨¢brica. Ah¨ª, cada aficionado podr¨¢ elegir el que m¨¢s le guste, pero hablando en estrictos t¨¦rminos cient¨ªficos destacan unos amonites del Cret¨¢cico superior, descubiertos por el propio director y en cuya clasificaci¨®n se adelantaron a unos estudiosos de Sud¨¢frica. Y, aunque no se muestren de momento, tambi¨¦n hay que se?alar un nido de dinosaurios de la India con ocho huevos, y un huevo de Tiranosaurio con embri¨®n dentro, del que s¨®lo hay tres ejemplares m¨¢s en Europa.
La segunda planta est¨¢ dedicada a la Bot¨¢nica y la Zoolog¨ªa. Con una exposici¨®n un tanto anticuada y que se reformar¨¢ en cuanto haya fondos suficientes, el interesado recorre todos los apartados de estas ciencias con alguna vitrina destacable como las que explican el mimetismo o el dimorfismo sexual en los invertebrados con ejemplos m¨¢s que curiosos. Y la zoolog¨ªa de vertebrados utiliza las aves como hilo conductor, con ejemplares disecados de las principales especies que habitan en ?lava.
Pero el Museo de Ciencias Naturales de ?lava, como se ha dicho, es mucho m¨¢s que estas salas de exposiciones. En las tres plantas superiores de la torre de do?a Ochanda se encuentra la parte que ha hecho famoso al museo. Aunque est¨¢n cerradas al p¨²blico en general, s¨ª son accesibles a investigadores y estudiosos. Ah¨ª, en un espacio abigarrado -la torre es muy bonita, pero poco pr¨¢ctica para los menesteres a los que han destinado- becarios y colaboradores realizan uno de los mejores trabajos en su campo de toda Espa?a, seg¨²n las valoraciones del CSIC.
Buena muestra de esto es la biblioteca, en la ¨²ltima planta, con unas 1.000 publicaciones peri¨®dicas de todo el mundo, que dan fe de la importancia de este museo olvidado por las instituciones.
LO QUE HAY QUE VER
La mejor pieza de las que se pueden encontrar en estos 620 metros cuadrados del Museo de Ciencias Naturales es "el conjunto de todas ellas", responde el director, Jes¨²s Alonso, ante la pregunta inevitable. Porque cada pieza, cada planta, cada insecto que puebla las colecciones de este espacio ¨²nico en el Pa¨ªs Vasco tiene su valor."Hay que tener en cuenta que nuestra funci¨®n es la de la conservaci¨®n de estos ejemplares para generaciones futuras. Por eso, no se puede decir que uno sea mejor que otro, porque quiz¨¢s dentro de 50 a?os, un f¨®sil de una bacteria puede ser clave para la investigaci¨®n m¨¦dica, aunque suene a ciencia-ficci¨®n", aclara Jes¨²s Alonso.
Pero se pueden destacar algunos elementos del museo. Por ejemplo, para los amantes de los r¨¦cords, en la torre de do?a Ochanda se encuentra el cristal de dolomita m¨¢s grande del mundo. Adem¨¢s, hay una excelente muestra del ¨¢mbar de Pe?acerrada, ¨²nico tambi¨¦n en el mundo, dentro de esos m¨¢s de 500.000 registros con los que cuenta este centro y que lo hacen tambi¨¦n ingresar en el libro de los r¨¦cords de los museos de Ciencias Naturales de la Pen¨ªnsula.
Tambi¨¦n es destacable el reconocimiento internacional que tiene este espacio. Como ejemplo de ello, ah¨ª est¨¢n las colecciones completas de las revistas Paleontology y Journal of Bryology, que fueron legadas por conservadores del British Museum. Son dos de las m¨¢s de 1.000 revistas de todo el mundo que llegan, por intercambio, hasta esta torre del centro de Vitoria.
El Museo corresponde, por su parte, con su revista. Es el ¨²nico museo vasco que cuenta con una publicaci¨®n cient¨ªfica propia, en la que colaboran los principales investigadores espa?oles en ciencias naturales.
Y no hay que olvidar las exposiciones temporales. A la excelente sobre nidos que est¨¢ a punto de clausurarse, le seguir¨¢ una sobre meteoritos con ingredientes m¨¢s que jugosos. Y para m¨¢s tarde est¨¢ prevista una muestra de ¨¢mbar y dinosaurios que har¨¢ las delicias del p¨²blico con seguridad. Adem¨¢s, el museo est¨¢ organizando las primeras jornadas sobre la Museolog¨ªa en las Ciencias Naturales, que se celebrar¨¢ a mitad de este a?o y que contar¨¢ con una magna exposici¨®n en la sala Am¨¢rica con los principales ejemplares de todo Espa?a.
DATOS PR?CTICOS
Direcci¨®n: Siervas de Jes¨²s, 24, Vitoria. Tel¨¦fono: 945 181924.
Entrada: gratuita.
Horario: de martes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.30. S¨¢bados, de 10.00 a 14.00. Domingos, de 11.00 a 14.00. Lunes, cerrado.
Fecha de inauguraci¨®n: El Museo de Ciencias Naturales abri¨® sus puertas en mayo de 1986, con los fondos de unas colecciones que ven¨ªan prepar¨¢ndose desde veinte a?os antes, gracias a la iniciativa del Consejo de la Cultura.
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