Un hombre muere sepultado bajo el muro que derrib¨® un cami¨®n en Valencina El fallecido era hijo del propietario del veh¨ªculo que tir¨® la pared

Un hombre falleci¨® poco antes del mediod¨ªa de ayer en la localidad sevillana de Valencina de la Concepci¨®n al sepultarle el grueso muro de ladrillo que derrib¨® un cami¨®n gr¨²a. Todo fue muy r¨¢pido. Ventura Sanz, de 43 a?os, casado y con tres hijos, se encontraba en el exterior de una finca que serv¨ªa de dep¨®sito de maquinaria en la calle Severo Ochoa. El cami¨®n gr¨²a, propiedad del padre del fallecido, maniobr¨® mal y se enganch¨® de manera involuntaria con la puerta de la pared de la finca, a la que acab¨® derribando.

Cuando se consigui¨® sacar el cuerpo de Ventura Sanz de entre los cascotes, ¨¦ste ya no respiraba. Los servicios del 061 tan s¨®lo pudieron certificar su muerte cuando llegaron a Valencina de la Concepci¨®n.El accidente mortal ocurri¨® con total celeridad. La pared de la calle Severo Ochoa, con sus cerca de tres metros de altura y su doble fila de ladrillos de grosor, se desplom¨® en una fracci¨®n de segundo. El conductor del cami¨®n realiz¨® una maniobra equivocada y enganch¨® uno de los salientes del veh¨ªculo con la puerta de entrada a la finca que sirve de aparcamiento al aire libre a camiones y dem¨¢s maquinaria. La fuerza del cami¨®n provoc¨® que en su marcha el veh¨ªculo pesado acabara derribando la pared.

Ventura Sanz era el hijo del propietario de este cami¨®n, aunque, seg¨²n aseguran fuentes cercanas al suceso, no se encontraba en la citada calle de Valencina de la Concepci¨®n por cuestiones de trabajo. De hecho, el fallecido viv¨ªa con su esposa y sus tres hijos en una casa situada en la misma avenida donde sucedi¨® el accidente.

Ventura Sanz no pudo escabullirse de los cascotes del muro, pues se encontraba muy cerca del mismo y el total derrumbe sucedi¨® en un abrir y cerrar de ojos. Este suceso podr¨ªa haber tenido consecuencias m¨¢s graves, ya que la pared cay¨® tambi¨¦n encima de un turismo que estaba aparcado junto al muro. Afortunadamente, no hab¨ªa ninguna persona en el interior del veh¨ªculo en el momento en el que el cami¨®n gr¨²a ech¨® abajo la pared.