Pocos y desmotivados
Pocos, envejecidos y desmotivados; esta ser¨ªa la radiograf¨ªa del colectivo de la Guardia Urbana de Barcelona integrado por 2.400 agentes, o al menos as¨ª la ven los sindicatos y la oposici¨®n municipal. El conflicto laboral que enfrenta a los urbanos con el Ayuntamiento se produce en un momento en el que la popularidad de la polic¨ªa local est¨¢ bajo m¨ªnimos. Para los guardias con m¨¢s a?os de servicio a sus espaldas no hay duda de que el hecho que les granjea mas antipat¨ªas es el uso abusivo del verbo multar, en una ciudad donde sobran veh¨ªculos y la indisciplina campa por sus respetos, pese a que la gr¨²a trabaja a pleno rendimiento.Sindicatos y oposici¨®n apuntan a la reducci¨®n paulatina de la plantilla en los ¨²ltimos a?os como el origen de casi todos los males que aquejan a la Guardia Urbana y arremeten contra el gobierno municipal de izquierda por intentar compensar a golpe de horas extras unos efectivos cada vez m¨¢s menguados.
La manifestaci¨®n de agentes provocando en la Gran Via los atascos que tienen la misi¨®n de evitar caus¨® un profundo escozor entre los responsables municipales, hasta el punto de que no acudieron al d¨ªa siguiente a la mesa donde deb¨ªa empezar a negociarse el convenio colectivo. El gobierno local prefiere guardar silencio y afirma de manera categ¨®rica que s¨®lo dialogar¨¢ con los sindicatos cuando se pacifiquen los ¨¢nimos y cesen las presiones.
Tal como est¨¢n las cosas, CiU y el PP temen que el conflicto derive hacia posturas mas radicales en vista del descontento reinante. Desde las filas populares, el concejal Antoni Ainoza no se explica las razones por las que el gobierno municipal "maltrata" a un colectivo para el que ¨¦l, personalmente, no escatima elogios. Tambi¨¦n llueven las cr¨ªticas desde la oposici¨®n por la forma en que se est¨¢ llevando una negociaci¨®n que a¨²n no ha empezado. Para el portavoz de CiU, Josep Mir¨® Ardevol, el gobierno est¨¢ mostrando una "insoportable" incapacidad para dialogar. Ambos grupos no consideran de recibo que se invoque en privado el despliegue de los Mossos d"Esquadra en Barcelona, previsto para el 2006, para posponer una ampliaci¨®n de plantilla que los sindicatos cifran en 400 contrataciones y que CiU no tiene reparos en subir hasta un millar.
Los cuatro sindicatos que representan a la Guardia Urbana de Barcelona act¨²an al un¨ªsono de puertas afuera, dando la impresi¨®n de una unidad de acci¨®n no exenta de encontronazos a la hora de definir su estrategia. Entre sus principales reivindicaciones figura un incremento sustancial del plus de nocturnidad que ahora asciende a 20.000 pesetas mensuales y que pretenden subir hasta 60.000, en l¨ªnea con lo que perciben sus colegas de localidades como Premi¨¤ de Mar o Vilassar. El aumento salarial que reclaman es del 3,6%.
Las horas extraordinarias se han convertido en el complemento de unas n¨®minas que se sit¨²an, de promedio, en torno a las 200.000 pesetas netas al mes. Los agentes que m¨¢s horas extras hacen se llevan unas 100.000 pesetas mensuales, aunque la mayor¨ªa obtienen entre 20.000 y 30.000. La Administraci¨®n las utiliza para compensar la falta de efectivos para determinados servicios, por lo que una de las medidas de presi¨®n que m¨¢s duele es la negativa de la plantilla a hacer horas extras. El conflicto incluye una segunda petici¨®n, muy sentida entre los urbanos, que consiste en que los agentes de m¨¢s de 57 a?os dejen de patrullar las calles y pasen a prestar labores burocr¨¢ticas.
No faltan ejemplos de la insuficiencia de la actual plantilla. El pasado jueves, seg¨²n explica Enrique Pastor, delegado del sindicato mas votado en la Guardia Urbana (ASPLC), no pudo abrirse al p¨²blico la oficina de atestados del distrito de Sant Andreu por falta de personal. Situaciones como ¨¦sta se repiten, seg¨²n explica, con demasiada frecuencia en todos los distritos. En la actualidad, indica, est¨¢ muy extendida entre los profesionales la creencia de que "el buen urbano es el que m¨¢s denuncias hace", mientras que su presencia en los barrios ha ca¨ªdo en picado.
Mientras los partidos que comparten el gobierno (PSC, IC y ERC) optan por guardar silencio, la oposici¨®n respalda las principales peticiones sindicales. Para el concejal Ainoza no se trata de la cl¨¢sica presi¨®n previa a la negociaci¨®n de un convenio, si no que se debe "a la ca¨®tica situaci¨®n y a la falta extrema de medios" que padece la Guardia Urbana. Para reforzar su afirmaci¨®n, el edil cita las carencias del parque m¨®vil, el 40% del mismo est¨¢ inutilizado por carecer de presupuesto para reparar los veh¨ªculos, algunos de los cuales permanecen hasta dos meses fuera de circulaci¨®n por esta causa.
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