El pulso por la financiaci¨®n y el censo
Radiograf¨ªa de una legislaturaCinco leyes de Presupuestos de Andaluc¨ªa en cuatro a?os, un Pacto por el Empleo y el Desarrollo Econ¨®mico de Andaluc¨ªa (PEDEA 97-98), el IV Acuerdo de Concertaci¨®n Social de Andaluc¨ªa, el Plan Econ¨®mico Andaluc¨ªa 2000, el Plan de Desarrollo Regional de Andaluc¨ªa 2000-2006, el II Plan Estad¨ªstico de Andaluc¨ªa y la Ley de Cajas de Ahorro de Andaluc¨ªa, resumen los cuatro a?os de la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda en la legislatura que ahora termina.Pero frente a ese balance legislativo y de planificaci¨®n, el departamento que dirige Magdalena ?lvarez ha sido la punta de lanza de la Junta de Andaluc¨ªa, e incluso de la oposici¨®n socialista en el Congreso de los Diputados, a la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno central del Partido Popular.
La batalla emprendida por la Junta contra el modelo de financiaci¨®n auton¨®mica implantado por el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha mantenido en vilo al Partido Popular desde su aprobaci¨®n en septiembre de 1996. No sin dejar herido a m¨¢s de un secretario de Estado y a m¨¢s de un parlamentario regional.
Las tesis mantenidas por el equipo de Magdalena ?lvarez han acabado imponi¨¦ndose desde Andaluc¨ªa en el propio seno del PSOE y han conseguido triunfos parciales aunque la guerra siga con sus frentes activos.
Prueba de esos triunfos es la admisi¨®n a tr¨¢mite por el Tribunal Constitucional de los recursos presentados por la Junta de Andaluc¨ªa contra los sucesivos Presupuestos Generales del Estado desde 1997, en los que la reclamaci¨®n del censo real de la poblaci¨®n andaluza en su financiaci¨®n auton¨®mica ha sido el argumento principal.
El censo se ha convertido en m¨¢s que una reclamaci¨®n financiera para saltar de los debates parlamentarios y los recursos judiciales a las vallas publicitarias de la precampa?a electoral socialista en Andaluc¨ªa que ahora comienza. "Se?or Aznar, somos 400.000 m¨¢s".
Los c¨¢lculos de la consejera no han fallado hasta el momento y si en el verano del 96 se aventuraba a decir que el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica basado en la cesi¨®n del 30% del IRPF ser¨ªa un fracaso, la modificaci¨®n del modelo por el Gobierno en el siguiente ejercicio y las reclamaciones de los nacionalistas catalanes, exigiendo un modelo similar al cupo vasco, le han dado la raz¨®n. Frente a ello, el Partido Popular ha ido desgranando cifras: De los 476.000 millones de pesetas que en principio dijo Manuel Atencia, portavoz del PP en la C¨¢mara andaluza, que se perder¨ªan por no aceptar el modelo financiero se pas¨® a los 146.636 millones que el ministro de Econom¨ªa, Rodr¨ªgo Rato, esgrimi¨® en la tribuna del Congreso en octubre pasado durante el debate de Presupuestos de 1999. La Justicia, ciega pero lenta, tendr¨¢ que poner el punto final al conflicto.
Pero junto a esa constante pugna por denunciar la falta de medios del Estado para con Andaluc¨ªa, la Consejer¨ªa de Econom¨ªa ha hecho suyo el logro de conseguir un ritmo de crecimiento econ¨®mico superior a la media espa?ola y europea y mantener a raya la inflaci¨®n, tambi¨¦n por debajo de la media nacional, en una regi¨®n donde el lastre del paro, pese al elevado ritmo de creaci¨®n de empleo, se ha mantenido propiciado por el crecimiento de la poblaci¨®n activa andaluza. Logros que la oposici¨®n ha minimizado, con el argumento de que el ¨¦xito responde a la pol¨ªtica global de la naci¨®n -caso del PP- o a la respuestas que econom¨ªas dependientes, caso de la andaluza, ofrecen a periodos de expansi¨®n econ¨®mica y al bajo nivel de consumo que poseen los andaluces, con sueldos inferiores a los de otras comunidades, caso de los 240.000 funcionarios dependientes de la Administraci¨®n.
El AVE C¨®rdoba-M¨¢laga ha sido otra de las batallas que la consejera ha hecho suyas en su personal apuesta por aprovechar la llegada de fondos de la Uni¨®n Europea. Ahora, con el cierre del nuevo Marco de Apoyo Comunitario, ?lvarez ya ha advertido de una nueva declaraci¨®n b¨¦lica: Si el Gobierno central no aplica en la distribuci¨®n por comunidades los mismos criterios que Bruselas en el reparto entre los pa¨ªses miembros, habr¨¢ conflicto.
Otro de los acuerdos en el que el papel jugado por la consejera ?lvarez ha sido decisivo -la Consejer¨ªa de Salud tambi¨¦n lo anota en el haber- ha sido el de la Financiaci¨®n Sanitaria 1998-2001, quiz¨¢ el ¨²nico alcanzado por la Junta de Andaluc¨ªa en materia econ¨®mica y presupuestaria durante la legislatura.
Pero el broche de la legislatura ha sido el debate y aprobaci¨®n de la Ley de Cajas de Ahorro de Andaluc¨ªa. Una ley que la oposici¨®n ha tildado como "un aut¨¦ntico fracaso" de Magdalena ?lvarez en palabras de Salvador Fuentes (PP) o "una ley hecha manu militari", seg¨²n Francisco R¨ªos (IU). La aprobaci¨®n de la ley de Cajas ha tenido una gran repercusi¨®n y contestaci¨®n social por la p¨¦rdida de poder de determinados personajes financieros y sobre todo por la eliminaci¨®n de privilegios de la Iglesia en la gesti¨®n de CajaSur. Algo que R¨ªos define como "el encontronazo con una realidad, la de las Cajas, plagada de reinos de taifa y enquistados virreyes o reyezuelos".
Lo que el Gobierno regional present¨® como una ley de Estado que deb¨ªa alcanzar el m¨¢ximo consenso en la C¨¢mara andaluza ha terminado salpicando al Gobierno con cr¨ªticas, incluso, de la patronal andaluza, aliada por cierto en la batalla de la financiaci¨®n y del censo con el Ejecutivo de Chaves.
Sin embargo, lo cierto es que sobre la ley de Cajas pende la espada de Damocles de la petici¨®n que los obispos andaluces han realizado a la Conferencia Episcopal para que presione al Gobierno y se recurra ante los tribunales.
?lvarez justifica la falta de consenso y el espect¨¢culo que supuso el pleno de aprobaci¨®n definitiva, con enmiendas y contraemiendas de todos los grupos, en que la ley ha padecido los efectos de un calendario inoportuno, en v¨ªsperas de los procesos electorales a las C¨¢maras nacionales y autonomica. Asegura que no tiene la lectura de fracaso que se le ha dado a la ley, y que no ha supuesto una inocentada su publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial de la Junta de Andaluc¨ªa (BOJA) del 28 de diciembre. Defiende que es una ley buena en su conjunto y que su aplicaci¨®n despejar¨¢ cualquier sombra de duda, aunque en un alarde de sinceridad confiesa que ella le hubiera dado un giro de tuerca al texto legal aprobado.
Pactos y empuje frente a cr¨ªticas personales
Lo que m¨¢s le ha dolido a Magdalena ?lvarez desde que lleg¨® a la Consejer¨ªa de Econom¨ªa es que sus opositores -l¨¦ase Partido Popular e Izquierda Unida- la calificaran como "una consejera t¨¦cnica o como una buena contable", y que su car¨¢cter en el debate y la negociaci¨®n sea el de una "pol¨ªtica prepotente". Y esos dos son los argumentos que los distintos portavoces de la oposici¨®n se han hartado de repetir durante la legislatura para intentar derrocar sin ¨¦xito al basti¨®n del Gobierno de Manuel Chaves.Incluso quien al inicio de la legislatura -caso del presidente de la patronal andaluza, Rafael ?lvarez Colunga- elogi¨® su gesti¨®n, ha terminado dando una de cal -"una buena ministra de Hacienda"- y una de arena: "una mala consejera de Econom¨ªa" a su figura.
Pero lo que m¨¢s llanamente resume la personalidad de la responsable de la Econom¨ªa andaluza es la sentencia de un destacado sindicalista andaluz: "es que es una mujer con un par de..."
Magdalena ?lvarez ha sido el blanco m¨¢s disparado durante la legislatura del Gobierno de Manuel Chaves. Un blanco que ha recibido multitud de impactos pero al que nadie ha conseguido a¨²n alcanzar en su diana.
Ni las acusaciones de uso irregular de billetes gratis de avi¨®n en su calidad de consejera de Aviaco -quiz¨¢ la herida que m¨¢s da?o le hizo- ni el intento frustrado de implicaci¨®n en el caso Huguet-Aguiar, ambas desmontadas, han frenado el ¨ªmpetu de una consejera a la que aliados -incluso sus propios compa?eros de gabinete- y combatientes le han impuesto el sobrenombre de Mandatela.
Prueba de su empuje y tes¨®n han sido las bajas de sus tres primeros jefes de gabinetes, incapaces de seguir el ritmo de alguien que obligaba a su equipo a pasar horas preparando la m¨¢s m¨ªnima intervenci¨®n parlamentaria o ante la prensa. Eso s¨ª, sus intervenciones en la C¨¢mara han pasado de ser clases magistrales de an¨¢lisis financiero, que desesperaban a los diputados de letras, a discursos cargados de argumentos tan comprensivos como los de Barrio S¨¦samo.
Pero ante todo, como buena jugadora de mus, la consejera ha contratacado las cr¨ªticas de sus oponentes con dos envites a la grande. Nadie le puede con los n¨²meros en la mano, y ha sabido acumular una buena baraja de acuerdos y pactos con los agentes sociales que le avalan ante las acusaciones de falta de capacidad de di¨¢logo.
"No hay autonom¨ªa ni gobierno en Espa?a que haya tenido la capacidad de firmar en una legislatura tantos pactos y acuerdos de concertaci¨®n y planificaci¨®n econ¨®mica como la Consejer¨ªa andaluza de Econom¨ªa y Hacienda", responde.
No me perdonan ser una mujer preparadaLa consejera reversible, seg¨²n IU
Magdalena ?lvarez califica con notable su gesti¨®n al frente de su departamento. Asegura que la legislatura ha servido "para avanzar en la modernizaci¨®n de Andaluc¨ªa" y repasa con orgullo el salto cualitativo en t¨¦rminos de finanzas y de pol¨ªtica econ¨®mica que, en su opini¨®n, ha alcanzado la comunidad. Alvarez niega que la ley de Cajas sea un fracaso, y asegura que su aplicaci¨®n borrar¨¢ cualquier reproche.Respecto a las cr¨ªticas de la oposici¨®n a su fuerte car¨¢cter, asegura que muchos no le perdonan ser "una mujer preparada y una buena profesional, rodeada de un equipo de magn¨ªficos profesionales".
Para Salvador Fuentes (PP), la gesti¨®n de la consejera ha tenido como aspecto positivo el haber conseguido "embridar las cuentas andaluzas", pero sin "una planificaci¨®n que aprovechara el ciclo expansivo". Fuentes justifica sus cr¨ªticas con el reciente informe del BBV, y pone de ejemplo el retraso en la aprobaci¨®n del Plan Horizonte 2000.
Por su parte, Francisco R¨ªos (IU) califica a ?lvarez como "la consejera reversible", y la acusa de que "es tan t¨¦cnica que podr¨ªa ser tanto del PSOE como del PP", al ejecutar una pol¨ªtica "escasamente social".
Una coincidencia: "La ley de Cajas, su gran fracaso"
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