Delors condena la gran ampliaci¨®n de la UE como "una huida hacia adelante"

,Jacques Delors, presidente de la Comisi¨®n Europea entre 1985 y 1995, no ve con buenos ojos la evoluci¨®n de la pol¨ªtica comunitaria. "Nadie se plantea los verdaderos problemas, los que irritan y dividen, nadie se pregunta cu¨¢l puede ser nuestro proyecto com¨²n cuando seamos 30 pa¨ªses. De entrada, ?cu¨¢l es nuestro proyecto com¨²n a quince?", se pregunta Jacques Delors a trav¨¦s de las p¨¢ginas de Le Monde. La UE decidi¨® en la cumbre de Helsinki, en diciembre, invitar a 13 nuevos pa¨ªses a sumarse en el futuro a los Quince.

El antiguo presidente lamenta que, en 1989, la UE no apoyase una propuesta de confederaci¨®n europea formulada por Fran?ois Mitterrand que hubiese permitido "un di¨¢logo m¨¢s consecuente" con los pa¨ªses candidatos, al tiempo que una "distinci¨®n entre un planteamiento econ¨®mico y un planteamiento pol¨ªtico. Tenemos tendencia a considerar a los candidatos, no como actores, sino como a simples beneficiarios potenciales de las ventajas del espacio econ¨®mico".Delors, en la entrevista concedida a Le Monde, sigue neg¨¢ndose a que la Uni¨®n Europea s¨®lo sea "un gran mercado ¨²nico" y afirma que, "si se quiere mantener el objetivo de una Europa pol¨ªtica, hay que permitir que una vanguardia constituya lo que yo llamo una federaci¨®n de Estados-naci¨®n. No creo que las naciones est¨¦n condenadas a desaparecer. El proyecto tiene que ser objeto de un tratado especial, m¨¢s exigente y expl¨ªcito. Condeno la rutina por la que se cree que lo que ha sido bueno para una ampliaci¨®n de 6 a 9, y luego a 12, pueda seguir si¨¦ndolo para una ampliaci¨®n a 27 o 30". Para ¨¦l, prometer 12 nuevos ingresos y darle el s¨ª tambi¨¦n a Turqu¨ªa no es otra cosa que "una huida hacia adelante" que hace m¨¢s grave "el dilema entre ampliaci¨®n y profundizaci¨®n".

El ex presidente propone, pues, que "una vanguardia vaya m¨¢s lejos y cumpla los objetivos ambiciosos del Tratado de Maastricht". No dice qu¨¦ pa¨ªses debieran formar parte de esa vanguardia, pero s¨ª especifica que ese tratado especial del que habla "debe desembocar en una profundizaci¨®n de la unidad econ¨®mica y monetaria para una mejor coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas, en una defensa unificada, en acciones comunes en materia de pol¨ªtica extranjera y en materia de seguridad". El neutralismo finland¨¦s, las reticencias euroesc¨¦pticas de los brit¨¢nicos, las excepciones fiscales de los luxemburgueses, todo ese tipo de especificidades paralizantes no afectar¨ªan, pues, al innominado grupo de vanguardia.

Debate de las fronteras

La irritaci¨®n del europe¨ªsta convencido que es Delors se hace visible cuando se le habla de la iniciativa de Romano Prodi, nuevo presidente de la Comisi¨®n Europea, referida a la necesidad de un debate sobre las fronteras de Europa. El franc¨¦s cree que no hay que plantearse problemas que no tienen soluci¨®n: "Es una pregunta insoluble. Por eso propongo abordar primero la cuesti¨®n desde un prisma geopol¨ªtico y luego tratarla desde otro pol¨ªtico. En la primera opci¨®n, la geopol¨ªtica, entra Ucrania, una pa¨ªs vecino, en graves dificultades y que no sabe c¨®mo liberarse de los v¨ªnculos tutelares que lo frenan, pero rechazo entrar en el debate explosivo y sin salida sobre el tema ?d¨®nde est¨¢n las fronteras de Europa?".

El federalismo -"permite saber qui¨¦n hace qu¨¦, y a los ciudadanos, sancionar con su voto"- le parece la v¨ªa a seguir al mismo tiempo que una aplicaci¨®n rigurosa "del principio de subsidiaridad" que hace posible "no tratar a nivel europeo temas que est¨¢n mejor tratados a nivel nacional o local". Delors reclama, pues, varias Europas, una geopol¨ªtica y laxa, otra m¨¢s coherente y econ¨®micamente unida y una tercera m¨¢s uniforme, pol¨ªticamente solidaria, con capacidad de arrastre y que responde afirmativamente a la pregunta de "si los europeos desean o no jugar un papel en la historia".

Hoy "el m¨¦todo comunitario est¨¢ en regresi¨®n" a pesar de que permit¨ªa "hacer funcionar ese tri¨¢ngulo constituido por el Parlamento Europeo, un Consejo de Ministros que decide y es colegislador con el Parlamento y una Comisi¨®n que es un ¨®rgano de proposici¨®n y ejecuci¨®n". De la desconfianza hacia la Comisi¨®n nace "?un Consejo Europeo que funciona como un G-7!", con ¨®rdenes del d¨ªa demenciales, comunicados demasiado largos y que no hace avanzar a Europa, excepto en materia de defensa".