Las tarjetas llevar¨¢n un 'chip' para combatir el fraude en Internet
Espectacular aumento de los delitos cibern¨¦ticos entre los usuarios espa?oles
Las tarjetas de cr¨¦dito que guardan en sus carteras cerca de 30 millones de espa?oles cambiar¨¢n antes del verano el cerebro magn¨¦tico por un chip que requerir¨¢ un c¨®digo secreto para cada operaci¨®n. Esta decisi¨®n, acordada por las grandes compa?ias del sector, trata de frenar la desconfianza de los consumidores ante el espectacular crecimiento de la delincuencia cibern¨¦tica, que genera cerca de 60 denuncias diarias. La reconversi¨®n costar¨¢ a Visa, Master Card, 4B, Red 6000, Dinners y American Express m¨¢s de 100.000 millones de pesetas.
M. N. L., un almeriense en viaje de turismo, par¨® en una gasolinera de Teruel para repostar. Tir¨® a la papelera la copia del tique de la tarjeta con que pag¨® el combustible y alguien recogi¨® el resguardo. El intruso compr¨® desde Valencia productos inform¨¢ticos por valor de un mill¨®n de pesetas a una empresa de Vich (Barcelona) con el n¨²mero de tarjeta y fecha de caducidad del tique rescatado de la basura. Orden¨® a la tienda que le remitieran los productos a una central de mensajer¨ªa, que ¨²nicamente le pidi¨® el nombre y un n¨²mero de tel¨¦fono. El nombre se lo invent¨®, y el n¨²mero correspond¨ªa a un m¨®vil activado con una tarjeta prepago, de las que se adquieren en cualquier tienda de telefon¨ªa y que no identifican al titular. Fue el delito perfecto. No le coger¨¢n.Al turista almeriense la compa?¨ªa de su visa le repuso el dinero del fraude. El comercio de Vich pag¨® los platos rotos, como ocurre en la mayor parte de los casos. El 90% de las denuncias que recibe la Guardia Civil proceden de peque?os y medianos establecimentos. Los particulares retiran la denuncia en cuanto se les restituye el dinero. Aunque no todos. En los archivos de la Guardia Civil contin¨²a la denuncia de un estudiante madrile?o que visit¨® Senegal y tir¨® un resguardo de su tarjeta. Al mes siguiente le lleg¨® una factura de dos millones de pesetas de material inform¨¢tico adquirido en Estados Unidos v¨ªa Internet. Al madrile?o su descuido s¨®lo le ha reportado molestias, pero la estafa ha puesto en marcha una maquinaria infernal. Del estafador s¨®lo consta que en alg¨²n momento residi¨® o efectu¨® una llamada desde Finlandia. El resto tiene que averiguarlo la polic¨ªa judicial de varios continentes.
Por eso la Guardia Civil aconseja a los usuarios que rompan en mil pedazos los comprobantes que no guardan. Manuel Nieto, jefe de la Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil, no oculta su preocupaci¨®n ante el auge imparable de los timos virtuales: "Nos enfrentamos a delincuentes que son genios de las telecomunicaciones y que act¨²an en todo el planeta. Eso conlleva pesquisas en varios pa¨ªses y conciliar muchas legislaciones. Resulta muy complejo".
Algunos casos investigados por su unidad as¨ª lo confirman.Entre ellos, el del propietario de una visa oro a quien le cargaron compras por ocho millones de pesetas desde varios pa¨ªses de Europa. O el de unos canadienses a quienes facturaron diez millones gastados alegremente en Madrid por ciudadanos rusos.
Programas y pel¨ªculas
En ocasiones no basta con romper el resguardo. F. F. L., un ama de casa de Castilla y Le¨®n, abon¨® involuntariamente 80.000 pesetas por un programa de arquitectura del que ni hab¨ªa o¨ªdo hablar. Otros costean, mediante la elecci¨®n al azar de los muchas tarjetas que circulan por la red, las aficiones pornogr¨¢ficas de algunos cibernautas, o su meloman¨ªa. Los archivos musicales y las pel¨ªculas X figuran entre los hobbies de los piratas.
Para protegerse de ellos, los gigantes del dinero plastificado han destinado 100.000 millones -500 pesetas por tarjeta- para corregir las anomal¨ªas del comercio off line (el que no comprueba todos los datos del comprador desde la terminal de venta) y que en Espa?a se reduce al peaje de las autopistas, la mayor parte de las gasolineras y la totalidad de la compra-venta a trav¨¦s del ordenador. El plan afecta a toda la Uni¨®n Europea y tiene que estar concluido en el a?o 2005. La Confederaci¨®n de las Cajas de Ahorro y el grupo 4B comenzar¨¢n antes del verano a sustituir las actuales tarjetas por el chip inteligente. Y el resto de las firmas maneja plazos similares. Cuando concluya la reconversi¨®n, las actuales tarjetas pasar¨¢n al ba¨²l de los recuerdos. S¨®lo habr¨¢ que rescatarlas, y tampoco por mucho tiempo, cuando se viaje al Tercer Mundo.
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