El pacto entre PSOE e IU ganar¨ªa las elecciones si se repitieran los resultados de 1996
Quiz¨¢ se trate del cuento de la lechera, pues la experiencia demuestra que la uni¨®n de dos partidos pol¨ªticos no siempre supone la suma de sus votos. Pero lo cierto es que si los sufragios que recibi¨® IU en 1996 en las 34 provincias en las que dicha coalici¨®n nunca ha obtenido ning¨²n esca?o hubiesen ido a parar a las listas socialistas, el PSOE habr¨ªa ganado las elecciones, ya que hubiera arrebatado al PP 10 diputados. Las provincias en las que PSOE e IU podr¨ªan ara?ar un esca?o al PP no son 34, sino nueve: Huesca, Burgos, Salamanca, Toledo, Badajoz, A Coru?a, Castell¨®n, ?lava y Lleida.
El secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, ofreci¨® ayer un pacto a Izquierda Unida para que dicha coalici¨®n no se presente al Congreso en las 34 provincias en las que nunca ha conseguido representaci¨®n parlamentaria desde 1977, a cambio de asegurarle su presencia en el Senado.Esta f¨®rmula, similar a la que los socialistas catalanes e Iniciativa per Catalunya (IC) aplicaron en las ¨²ltimas elecciones catalanas -en las que ambas fuerzas concurrieron juntas en Girona, Lleida y Tarragona y separadas en Barcelona- garantizar¨ªa, seg¨²n Almunia, la victoria de la izquierda en las dos c¨¢maras.
"?Qu¨¦ hubiera pasado en las elecciones de 1996 si el PSOE e IU hubieran firmado un acuerdo como el que hoy le propongo a Francisco Frutos?", se pregunt¨® ayer el l¨ªder socialista. "Pues que las fuerzas progresistas hubi¨¦semos tenido mayor¨ªa en el Congreso y en el Senado", se contest¨®. "En resumen, la izquiera estar¨ªa gobernando Espa?a".
Seg¨²n sus c¨¢lculos, el PSOE e IU, que lograron 162 diputados en 1996, obtendr¨ªan juntos 171, mientras que el PP retroceder¨ªa desde 156 a 147. En la C¨¢mara Alta, donde el PSOE tiene 81 representantes y IU ninguno, la suma de ambas fuerzas les permitir¨ªa alcanzar 101, en perjuicio de los populares, que retroceder¨ªan de 112 senadores a s¨®lo 94.
Ley D'Hont
La suma de los votos obtenidos por PSOE e IU en 1996 en las 34 provincias citadas por Almunia y la aplicaci¨®n a esta hip¨®tesis de la Ley D'Hont arroja los resultados citados por el candidato socialista. Aunque, en realidad, es s¨®lo en nueve de ellas donde esta circunstancia provocar¨ªa un verdadero vuelco electoral.
En efecto, de repetirse exactamente los resultados de 1996 y sumarse los sufragios del PSOE e IU, los socialistas ganar¨ªan un diputado, siempre en perjuicio del PP, en Huesca, Burgos, Salamanca, Toledo, Lleida, Badajoz, A Coru?a Castell¨®n y ?lava.
En Huesca, la actual relaci¨®n de dos diputados del PP por uno del PSOE se invertir¨ªa, aunque hay que tener en cuenta que en 1996 los populares concurrieron en coalici¨®n con el Partido Aragon¨¦s Regionalista (PA) y, ahora, los regionalistas se presentan en solitario, por lo que su resultado constituye una inc¨®gnita.
En Burgos, donde el PP tuvo tres esca?os por uno del PSOE, ambos pasar¨ªan a tener dos, lo mismo que en Salamanca.
En Badajoz, donde socialistas y populares se reparten actualmente tres diputados cada uno, el PSOE pasar¨ªa a cuatro y el PP se quedar¨ªa con s¨®lo dos. En Castell¨®n, el PP dejar¨ªa de ser la primera fuerza, por lo que pasar¨ªa de tres a dos esca?os, en beneficio del PSOE.
En Lleida, CiU seguir¨ªa siendo el primer partido, y conservar¨ªa sus dos diputados, pero el PSC se situar¨ªa muy cerca con igual n¨²mero de esca?os, mientras que el PP se quedar¨ªa sin ninguno. No obstante, en las demarcaciones en las que hay partidos nacionalistas, el c¨¢lculo resulta m¨¢s incierto si cabe, ya que cualquiera de ¨¦stos podr¨ªa llevarse el esca?o en liza.
Es lo que sucede, por ejemplo, en A Coru?a, donde la suma de los votos del PSOE e IU permitir¨ªa a los socialistas obtener cuatro diputados, los mismos que el PP, que perder¨ªa un esca?o, siempre que los votos de la coalici¨®n de izquierdas no fuesen a parar al Bloque Nacionalista Galego (BNG), que ya cuenta con un representante por dicha provincia.
En ?lava, la suma de los votos del PSE-Euskadiko Ezkerra y de IU-Ezker Batua le convertir¨ªa en la primera fuerza pol¨ªtica, con dos esca?os, el segundo a costa del PP, que se quedar¨ªa con uno, al igual que el PNV.
Numerosos empates
En algunas provincias, la suma del PSOE e IU supondr¨ªa un virtual empate en votos con el PP, aunque insuficiente para cambiar la propiedad del esca?o. Es el caso, por ejemplo, de Valladolidad, donde los populares conservar¨ªan su tercer diputado por algo m¨¢s de 1.000 votos, menos del 0,20% de los sufragios.
Mayor es la diferencia, aunque tambi¨¦n muy ajustada, de que disfruta el PP en Teruel, Baleares, Cantabria, Cuenca o Guadalajara. En Girona, es Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) la que ver¨ªa amenazada su hegemon¨ªa por la uni¨®n de socialistas e IU.
Todos estos c¨¢lculos tienen un valor relativo, pues la presentaci¨®n de dos fuerzas pol¨ªticas juntas puede actuar como elemento catalizador, haciendo que su resultado sea a¨²n mejor que el que ten¨ªan cada una por separado, o bien desmovilizar a parte de sus respectivos electorados, que podr¨ªan inclinarse por un tercer partido (de ah¨ª la importancia que tiene la presencia de fuerzas nacionalistas en algunas circunscripciones) o bien engrosar la abstenci¨®n. Tambi¨¦n hay que contar con la reacci¨®n de los eventuales votantes de la candidatura opuesta, que pueden sentirse m¨¢s o menos motivados para acudir a las urnas.
Lo que subray¨® ayer Almunia es que las fuerzas de izquierda obtuvieron en las elecciones de 1996 el 48% de los sufragios, frente al 39% conseguido por las de derecha, pero la dispersi¨®n de los votos permiti¨® la victoria del PP.
El problema estriba en que, incluso sumando sus votos y repitiendo los resultados de 1996, el PSOE e IU se quedar¨ªan a cinco esca?os de la mayor¨ªa absoluta, por lo que necesitar¨ªan de los nacionalistas para gobernar.
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