Amnesia
VICENT FRANCH
El reciente congreso fundacional del BNV, sus mensajes, est¨¦tica, relevos personales, apuestas pol¨ªticas y posteriores declaraciones sugieren algunas reflexiones que incomprensiblemente nadie de entre los que han hablado en nombre de o como consecuencia de los cambios que se han aprobado ha hecho, a pesar de que incluso en la terminolog¨ªa se delatan deudores de esfuerzos de otros a los que silencian.
En primer lugar, y de modo contundente, en lo aprobado por este congreso debe anotarse el triunfo de la otrora denostada Tercera v¨ªa, que fue, durante algunos a?os la bestia negra de la ideol¨®gicamente desorientada UPV que, desde mediados de los a?os ochenta, aprovechaba cualquier ocasi¨®n para burlarse de los postulados de Dami¨¤ Moll¨¤ y Eduard Mira, o para descalificar con soberbia in¨²til lo que se debat¨ªa y postulaba en la al parecer olvidada tertulia del Hotel Ingl¨¦s, donde tom¨® cuerpo doctrinal la renovaci¨®n te¨®rica, estrat¨¦gica y program¨¢tica del valencianismo (Nadal, Company, Colomer, Ferrandis...) mientras se le arrojaban gratuitamente calificativos de blaveros y derechistas desde las trincheras de un nacionalismo sin proyecci¨®n social y autista respecto de la sociedad a la que pretend¨ªa impregnar.
Lo que triunfa en este congreso es el camino que D. Manuel Sanchis Guarner se?al¨® con clarividencia muy tempranamente, porque conoc¨ªa muy profundamente lo que la sociedad valenciana daba de s¨ª, y era un patriota tocado con la humildad de la pedagog¨ªa; triunfa la duda que en su d¨ªa formul¨® Josep Vicent Marqu¨¦s (a quien env¨ªo un fraternal beso al hospital) sobre la catalanidad tout court apadrinada por Fuster y aquel m¨ªstico PSV, luego PSPV, que se entregar¨ªa en gran parte al oso espa?ol echando por la borda sus excesos pero dej¨¢ndolos en medio de la calle para que varias generaciones naufragasen en un sue?o prescindible y retardatario, como la historia posterior ha puesto de manifiesto; triunfa lo que propuso en su d¨ªa Francesc de P. Burguera, a quien ahogaron en su prop¨®sito algunos de los que ahora se vuelven a aupar en este proyecto renovado sin haber hecho el menor acto de contrici¨®n; lo que denostaron los gerentes del nacionalismo pol¨ªtico, del catalanismo impol¨ªtico, izquierdizante, eco-pacifista y radical. Pero no hay ni una palabra para eso. Lo que se proclama parece haber sido fruto de un milagro donde nadie ten¨ªa que arrepentirse de nada, ni dar cuenta de la responsabilidad contra¨ªda en retrasar hasta la n¨¢usea la mayor¨ªa de edad de un movimiento que la sociedad hubiera aceptado al mismo tiempo que otras nacionalidades del Estado lo hicieron (Canarias, Andaluc¨ªa, Arag¨®n y Baleares).
La pol¨ªtica es as¨ª. Se ha producido el cambio de manera impoluta, sin deudas ni responsabilidades.
Confieso que esperaba una rehabilitaci¨®n en toda regla del pensamiento saqueado para esta escenificaci¨®n, y cre¨ª hasta el ¨²ltimo momento que alguien tendr¨ªa la feliz idea de hacer justicia a los apestados. Pero no, las euforias (y la amnesia) del momento impidieron incluso que en ninguno de los parlamentos finales hubiera una palabra de enmienda o reconocimiento. Un olvido quiz¨¢s calculado, o puede que denotativo de algo m¨¢s preocupante: ?Se trata de un aggiornamento virtual hecho con d¨¦bil convicci¨®n?
De haber ocurrido de otra manera, seguro que yo habr¨ªa estado all¨ª. Y otros. Nadie nos ech¨® en falta, pero saben que tienen nuestro voto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.