Virus y tristeza

Espa?a puede ganar la medalla de oro aunque pierda hoy ante la selecci¨®n de Alemania (19.00, La 2) o caer al sexto puesto tras vencer a los germanos; todo depende del partido Croacia-Francia (21.00, Teledeporte). Lo abultado de la derrota ante Francia el pasado martes (28-22) minimiza el valor pr¨¢ctico de las tres victorias anteriores del equipo espa?ol. Y el hundimiento psicol¨®gico, que se tradujo en un juego p¨¦simo, se une a la gripe de Duisheb¨¢iev y Urdangar¨ªn, y a las bajas de Carlos Ortega y el capit¨¢n Jaume Fort.A Espa?a le interesa ganar a Alemania por seis o m¨¢s goles, porque ello reduce el n¨²mero de combinaciones perjudiciales para su destino. No ser¨ªa un resultado muy sorprendente: el balance de la docena de partidos entre ambas selecciones desde 1993 es muy favorable para el equipo de Juan de Dios Rom¨¢n. Los alemanes forman un conjunto muy fuerte, fogueado en la mejor Liga del mundo, con estrellas como el extremo Kretzschmar y el lateral Stephan, a los que se une el gigante Zerbe, pero su creatividad es inferior a la de las otras potencias.

La pregunta es si los espa?oles son hoy los mismos que bordaron el partido inaugural frente a Croacia en el infierno de Zagreb o los espectros que deambularon por la pista el martes. Varios jugadores croatas calificaron ayer de "incre¨ªble" ese ¨²ltimo partido y llegaron a insinuar un posible ama?o -no menos inveros¨ªmil- de Espa?a y Francia para dejar fuera a Croacia. Los espa?oles no lograban explicar qu¨¦ les pas¨®, pero coincidieron con el an¨¢lisis de Juan de Dios Rom¨¢n: "El equipo demostr¨® no estar preparado para resolver todos los problemas que se dieron en pocas horas". A saber: el regreso a Espa?a de Fort -cuya fuerte personalidad ha sido siempre fundamental para levantar el ¨¢nimo de los dem¨¢s- por un grave problema familiar; la gripe del maestro Duisheb¨¢iev, que no jug¨®, y de Urdangar¨ªn, que lo hizo muy mal; la lesi¨®n a los pocos minutos de Ortega, que tambi¨¦n tuvo que regresar a Espa?a con el p¨®mulo derecho hundido; y la repentina depresi¨®n de Xepkin, muy nervioso en los proleg¨®menos y llorando durante el partido, tal vez por exceso de motivaci¨®n.

Sin embargo, el seleccionador neg¨® que sus jugadores sean psicol¨®gicamente d¨¦biles, y agreg¨®: "No son m¨¢quinas. Acusaron las desgracias porque muchos de ellos son amigos. La labor psicol¨®gica que hac¨ªa Fort ahora le corresponde principalmente a Urdangar¨ªn como capit¨¢n. En realidad, el torneo acaba de empezar, pero con la mala suerte de que nos podemos quedar fuera de las semifinales tras lograr ocho puntos de diez posibles".