El esc¨¢ner
Pilar Ram¨ªrez, juez decana de Marbella, ha sido expulsada de la carrera judicial. El Consejo General del Poder Judicial considera probado que ha intervenido en asuntos en los que, al menos, ten¨ªa inter¨¦s indirecto. La decisi¨®n se ha tomado con los votos de los consejeros propuestos por PSOE, IU, PNV y CiU.A partir de ahora, cuando esta ex juez pretenda entrar en los juzgados, debe pasar por el arco. Ha perdido el privilegio de bordear el esc¨¢ner que existe en centros judiciales, que evitan autoridades y funcionarios, ya que est¨¢n exentos. Su peligrosidad se presume inexistente.
Claro que, a veces, el esc¨¢ner, se aplica, al igual que las tortillas, al gusto. Vamos a ver: si eres profesional del derecho y tratas de penetrar en los juzgados de lo Social de Granada, te alivian porque no pasas por el arco, s¨®lo pasa -si pasa- la maleta de los folios. En cambio, si quieres hacer lo mismo en Sevilla, al que pasan por el arco es al profesional. La maleta queda indultada.
Cuesti¨®n de criterio. Son cosas que saben los ¨®rganos de gobierno del Poder Judicial, aunque tambi¨¦n se les olvida y su olvido sea menos explicable que lo del esc¨¢ner o la postura de los consejeros propuestos por el PP que han tratado de evitar la expulsi¨®n de la juez decana de Marbella. Otra muestra.
En el a?o 1991 un juez absolvi¨® a un ATS que bes¨® los pechos (son dos) de una paciente. Bas¨® su decisi¨®n en el hecho de que la se?ora contaba 60 a?os y con esos a?itos era dif¨ªcil despertar instintos libidinosos; adem¨¢s, el acusado, por su profesi¨®n -dec¨ªa el juez-, ten¨ªa mejores posibilidades. El CGPJ no le expuls¨® porque los votos de la actual ministra de Justicia, y dem¨¢s vocales propuestos por el PP, sustituyeron salida (l¨¦ase expulsi¨®n) por multa. La multa no se ha cobrado porque la inactividad (l¨¦ase olvido) ha permitido que prescriba. El juez se ha ahorrado unas pesetillas.
Tal vez si los vocales tuvieran que pasar un esc¨¢ner colocado por los ciudadanos m¨¢s de uno, y de dos, no ser¨ªan nombrados por no saber que las de 60 tambi¨¦n despiertan. No vayamos a que la edad s¨®lo sea relevante para despertar pena por Pinochet y, el esc¨¢ner, para los profesionales de Sevilla.
EUGENIO SU?REZ PALOMARES
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