"Los espa?oles ganan una millonada"
Carlos Timoteo Griguol, El Abuelo, se acomod¨® en silencio, semioculto, detr¨¢s de una columna, en el hotel de concentraci¨®n que ocup¨® el Betis en su visita a Madrid, el mi¨¦rcoles pasado. Esa noche hab¨ªa partido en el Bernab¨¦u, y Griguol, entrenador del Betis, repasaba un peri¨®dico con aire sombr¨ªo. La boina de rigor, negra. Los ojos vidriosos, tras unas gafas con montura de acero, le confer¨ªan un aire de desesperanza cuando confes¨® algo que ven¨ªa rumiando desde el verano: "Aqu¨ª en Espa?a los jugadores tienen contratos demasiado largos; algunos de hasta ocho a?os. Ganan una millonada... Su rendimiento var¨ªa seg¨²n el d¨ªa... Nos falta regularidad".A sus 64 a?os, uno de los entrenadores m¨¢s queridos en el f¨²tbol argentino, un hombre de naturaleza paternalista y aleccionadora al que llamaban Maestro, confes¨® que su aventura espa?ola amenazaba con convertirse en fracaso. Hab¨ªa descubierto que estaba en manos de un grupo de jugadores sin ambici¨®n.
En el Gimnasia y Esgrima de La Plata, su ¨²ltimo equipo en Argentina, Griguol se ocupaba hasta de recaudar dinero para comprar balones para los chavales de la cantera. ?l mismo negociaba los contratos de los futbolistas de la primera plantilla. ?l los cultivaba para el f¨²tbol, segu¨ªa de cerca sus progresos, los aconsejaba en todos los ¨®rdenes de la vida y decid¨ªa sus ingresos econ¨®micos. Con tristeza, compar¨® su antiguo club con el Betis: "All¨¢, todos los a?os se revisan los contratos, a la baja o a la alta. Las primas y los incentivos. Y yo ten¨ªa un control directo sobre la relaci¨®n contractual del jugador. Aqu¨ª, eso no est¨¢ en mis manos. Dependo del car¨¢cter de los jugadores. De que les guste el dinero ante una prima determinada. De que quieran entregarlo todo en el campo. Por eso un d¨ªa jugamos bien y otro no. Porque algunos no se sacrifican. Piensan: '?Para qu¨¦ me voy a esforzar si haga lo que haga mi contrato es inmodificable en a?os?'".
Griguol sufri¨® con resignaci¨®n estoica la falta de compromiso de gran parte de su plantilla. Sinti¨® que hubo jugadores que no le respetaron.
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