Fuero, desafuero y huevo
Primero fue el fuero, y habit¨® entre nosotros en forma de Concierto Econ¨®mico, cuya naturaleza paccionada expresa la especificidad de nuestro sistema fiscal y de autogobierno. Las cosas comenzaron a complicarse cuando el Gobierno vasco y las Diputaciones cometieron el desafuero de usarlo indebidamente en forma de exenciones fiscales a las empresas, sin contrapartidas ni condicionantes de reinversi¨®n. Aquellas medidas pusieron de manifiesto la soledad pol¨ªtica de quienes las impulsaban, ya que ninguna fuerza pol¨ªtica ni sindical, a excepci¨®n del PNV, mostraron su apoyo hacia las mismas. Era pues un pacto del PNV con los empresarios.Desde CCOO advertimos por aquellos d¨ªas que esas medidas respond¨ªan a un esquema economicista y liberal, que asociaba esperp¨¦nticamente recuperaci¨®n de la inversi¨®n con para¨ªsos fiscales. Y ya se sabe que ¨¦stos empiezan con la aparici¨®n de una clase empresarial protegida y terminan en el dumping social. El caso de la empresa Daewoo supone la expresi¨®n m¨¢s descarnada de la coreanizaci¨®n de un modelo de industrializaci¨®n y de relaciones laborales. Fue precisa una dura huelga de los trabajadores de esa para que s¨®lo una parte de esa miseria de la econom¨ªa oficial vasca saliera a la luz.
El devenir de esta situaci¨®n han sido los recursos, contrarrecursos, actos institucionales, declaraciones guerreras y, finalmente, la paz fiscal. Bienvenida sea ¨¦sta, en la medida en que la renuncia al desafuero permita el retorno al fuero. M¨¢s a¨²n, hasta cabe cierta condescendencia para con la actitud euf¨®rica del PNV por el acuerdo final alcanzado con el ministro Rato. Hay que respetar el derecho de cada cual a vender su derrota tan dignamente como quiera. Los hechos son tan obcecados que un fracaso o un desafuero no dejan de ser tales, ni a¨²n cuando afectan al fuero.
Pero ?y el huevo, d¨®nde est¨¢? El huevo se lo han quedado los empresarios. Han sido siete a?os de bonificaciones fiscales, rematados con la ¨²ltima reforma fiscal aplicada por las diputaciones, mediante la cual se redujo el peso de las aportaciones del capital mientras aumentaba el de las rentas del trabajo. Si no hubiera un 15% de paro y un tercio del empleo precario, hasta ser¨ªa gracioso.- . Secretario de Acci¨®n Sindical de CC OO.
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