Un hospital escoc¨¦s acept¨® mutilar a dos enfermos mentales que lo solicitaron
El comit¨¦ de ¨¦tica del hospital p¨²blico Falkirk & Royal District Infirmary (en Falkir, Escocia) est¨¢ investigando dos operaciones efectuadas por uno de sus m¨¦dicos que, entre 1996 y 1999, amput¨® sendas piernas sanas a dos pacientes aquejados de una obsesi¨®n ps¨ªquica denominada "dismorfia corporal". Este mal distorsiona la imagen que los afectados tienen de s¨ª mismos, haci¨¦ndoles creer que sufren una deformidad f¨ªsica. Aunque el cirujano inform¨® de sus intenciones a sus superiores y consult¨® con otros colegas, los nuevos gerentes del centro aseguran que no sab¨ªan nada y han decidido esclarecer lo ocurrido.La primera operaci¨®n fue en septiembre de 1997. Un brit¨¢nico, que permanece en el anonimato lo mismo que el cirujano, le pidi¨® a ¨¦ste que le amputara la pierna por debajo de la rodilla. Aquejado de dismorfia corporal, el paciente se mostr¨® dispuesto a suicidarse si no era librado de una extremidad que ¨¦l consideraba monstruosa, y le imped¨ªa llevar una vida normal. El m¨¦dico acept¨® y le cort¨® la pierna sana.
Otro tanto sucedi¨® con el segundo amputado, un alem¨¢n que padec¨ªa un desequilibrio ps¨ªquico similar. Su operaci¨®n fue realizada por el mismo equipo, perteneciente a la sanidad p¨²blica, en abril del a?o pasado.
Ambos pacientes acudieron como particulares al hospital y pagaron unas 3.000 libras (780.000 pesetas). El cirujano hizo saber ayer que los dos han superado sus problemas y han vuelto a sus tareas cotidianas. Un tercer candidato, que supo de las operaciones desde Estados Unidos, fue luego rechazado por los gerentes del centro m¨¦dico. Sus portavoces admitieron ayer que no quieren hacerse famosos con unas pol¨¦micas operaciones que muy pocos especialistas est¨¢n dispuestos a realizar en todo el mundo.
Dismorfia corporal
Como ya sucede con la anorexia, la dismorfia corporal distorsiona la imagen que los afectados tienen de s¨ª mismos. Los anor¨¦xicos nunca se ven lo bastante delgados. Los otros se obsesionan con una supuesta imperfecci¨®n f¨ªsica que acaba abrum¨¢ndoles. Aunque su cuerpo no tiene defecto alguno, llegan a creer que sus extremidades son deformes, est¨¢n calvos o tienen el rostro desfigurado por una cicatriz.
Algunos expertos han llegado a calificar su afecci¨®n de hipocondr¨ªa severa. Como no aceptan el diagn¨®stico ps¨ªquico, acuden en su lugar a cirujanos y dermat¨®logos para que les libren de la parte del cuerpo considerada un lastre vergonzoso.
En el caso brit¨¢nico, el comit¨¦ de ¨¦tica del hospital escoc¨¦s quiere saber por qu¨¦ no fue informado el nuevo equipo de gerentes, que tom¨® posesi¨®n en 1999. Los dos pacientes ingresaron como particulares y abonaron todos los gastos, pero el centro depende de la sanidad p¨²blica. Para el cirujano brit¨¢nico que amput¨® las piernas de los dos pacientes investigados, fueron evitados sendos suicidios.
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