Solas
F?LIX BAY?N
El triunfo de Solas en los Goya es un sobrea?adido a la propia pel¨ªcula: un final feliz para este melodrama bello y triste, una moraleja dichosa que premia a un director brillante, honesto y tenaz, de apariencia modesta, y a unas actrices y a un actor casi desconocidos y, en cualquier caso, muy alejados de la imagen glamourosa con la que la Academia de Cinematograf¨ªa trata de envolver todos sus actos p¨²blicos.
El triunfo de Benito Zambrano ha sido acogido en Andaluc¨ªa con alegr¨ªa porque es uno de los nuestros. Se han aplaudido sus Goyas como se aplaude la goleada del equipo local frente a un duro rival en un estadio lejano y hostil. Pero hay otras razones para alegrarse.
Solas ha demostrado algo que era evidente, pero que nadie parec¨ªa tomarse en serio: que es posible hacer en Andaluc¨ªa un cine de calidad, de bajo costo y que interese fuera de aqu¨ª. Hasta ahora, el cine hecho en Andaluc¨ªa ten¨ªa s¨®lo tres patas: Lorca y lo lorquiano, lo taurino-racial y el folclore musical.
La pel¨ªcula de Zambrano interesa por lo que tiene de universal. Aqu¨ª, en Andaluc¨ªa, se la ha llegado a considerar muy andaluza, pero es mucho m¨¢s. De espec¨ªficamente andaluz no tiene m¨¢s que el acento de las actrices, que es lo mismo que tienen de espec¨ªficamente escoc¨¦s o gal¨¦s pel¨ªculas de asunto urbano que, con gran ¨¦xito, se han visto en los ¨²ltimos a?os en todo el mundo con el sello de "cine brit¨¢nico". (Lo del acento, dicho sea de paso, es de agradecer: es ¨¦sta una de las pocas veces que en el cine se puede escuchar el deje andaluz sin que salga de la boca de un gracioso profesional).
No es raro, pues, que tenga ¨¦xito una pel¨ªcula que hable de fantasmas cotidianos, de los asuntos que nos conmueven, nos quitan el sue?o y nos hacen dudar de la sensatez del mundo en el que vivimos. Pero este ¨¦xito no tiene nada que ver con su lugar de fabricaci¨®n: da igual que est¨¦ hecha en Sevilla o en Liverpool.
Lo que no nos debe de dar igual es que a nuestro alrededor haya gente que -como hace un par de a?os Benito Zambrano, Mar¨ªa Galiana o Ana Fern¨¢ndez- est¨¦n esperando una oportunidad. Y alcanzarla no debe de resultarles f¨¢cil, a pesar de que es muy rentable apoyar proyectos como el de Solas. Canal Sur, por ejemplo, ha hecho un buen negocio con esta pel¨ªcula, como lo hizo antes con Flamenco. Es tan bueno este negocio que con los beneficios que se obtiene con una pel¨ªcula como la de Zambrano, Canal Sur podr¨ªa entrar en varios proyectos m¨¢s sin miedo a que hipot¨¦ticos fracasos de p¨²blico descabalguen sus cuentas.
Y si las cuentas se descabalgan tampoco ser¨ªa grave. M¨¢s vale gastar dinero p¨²blico en descubrir talentos como el de Benito Zambrano, Mar¨ªa Galiana o Ana Fern¨¢ndez, que invertir el par de millones de pesetas diarios que la televisi¨®n p¨²blica andaluza destina a financiar programas embrutecedores como el de Irma Soriano, que ha vuelto a las tardes de Canal Sur TV para restregar los televisores con la visi¨®n pesimista de Andaluc¨ªa que impregna sus programas, aut¨¦nticos repertorios de monstruos.
En estos tiempos en los que se trata de sembrar ilusiones en la izquierda n¨¢ufraga, alguien -Manuel Chaves, quiz¨¢- deber¨ªa de dedicar una tarde a ver la televisi¨®n andaluza, meditar un rato y sacar conclusiones.
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