Pobres
En una casa prefabricada de 70 metros cuadrados no puede instalarse una chimenea, ni pueden vivir m¨¢s de cinco personas. Los pol¨ªticos dan esta informaci¨®n con la boca chica, para que se sepa, no hace falta que se publique, dicen. No hace falta, pero lo dicen. Justo despu¨¦s de que Margarita Mart¨ªnez, de 25 a?os, muriese en Bail¨¦n con tres de sus hijos esta misma semana en el incendio que se origin¨® en el interior de una vivienda prefabricada que tendr¨ªa que haber desaparecido hace a?os.Adem¨¢s, a?aden, la ocupaban de forma ilegal porque no era esa familia la concesionaria. Es cierto, no lo era.
Margarita le dio una patada a la puerta hace dos a?os cuando supo que estaba vac¨ªa. Entr¨® con sus cinco hijos, paridos todos antes de cumplir los 25 a?os, y con su marido. Una historia de c¨¢rcel y drogas ha rodeado a una familia ya rota y ahora destrozada. El alcalde de Bail¨¦n, Antonio G¨®mez, y el primer teniente de alcalde, Jos¨¦ Garrido, han declarado que no pueden evitar que estas casas se sigan ocupando. La pobreza ocupa mucho.
Que eso le pod¨ªa haber ocurrido a cualquiera es el comentario generalizado. El incendio s¨ª, las consecuencias tan dram¨¢ticas no. El aislante que ten¨ªan por techo no es el de todas las casas, no lo es en las de ladrillo y cemento. Cientos de familias subsisten en esta misma situaci¨®n y en peores, por m¨¢s que los informes econ¨®micos se empe?en en decir que la econom¨ªa est¨¢ en fase alcista. Lo est¨¢, pero no para todos.
La delegada del Gobierno andaluz en Ja¨¦n, Mar¨ªa del Mar Moreno, da el dato de la existencia de otras 100 viviendas prefabricadas m¨¢s repartidas por la provincia. Pero en muchos otros lugares persisten estas condiciones y peores, las de las chabolas que no se consiguen erradicar.
La rabia se ve en el rostro de los vecinos de la barriada de Bail¨¦n. Esas casas son ratoneras, resume gr¨¢ficamente el presidente de la asociaci¨®n, Diego Cara. No s¨®lo porque en ellas conviven personas y ratas, tambi¨¦n porque son estrechas, malas y porque se convierten en trampas que pueden ser mortales.
Esas ratoneras se llenan cada vez que alguna se desaloja. Se va una familia cuando consigue ladrillo y cemento, pero detr¨¢s llegan m¨¢s mujeres con sus hijos, m¨¢s abuelas con sus nietos a calentarse con chimeneas ilegales, con hornillos no declarados. Encima, en invierno hace fr¨ªo. El r¨ªo de los pobres no cesa con las declaraciones, ni con las reuniones urgentes.
CARMEN DEL ARCO
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