Irureta: "La Copa del Rey requiere mucho esfuerzo para poco premio"

La Copa ahond¨® en la crisis del Deportivo, que, tras caer eliminado ante Osasuna en su propia estadio, sum¨® la s¨¦ptima derrota en los ¨²ltimos nueve partidos. Ante la aprensi¨®n general y las tensiones surgidas en el vestuario en los ¨²ltimos d¨ªas, el presidente, Augusto C¨¦sar Lendoiro, acudi¨® ayer al entrenamiento para inyectar optimismo a los futbolistas. Lendoiro evit¨® escrupulosamente los reproches -"no es tiempo de rega?inas"-, al igual que el entrenador, Javier Irureta, para quien "la Copa requiere mucho esfuerzo para poco premio".

Ni siquiera el presidente Lendoiro lo puede negar y su infrecuente gesto de ayer, disfrazado de una visita a las obras de la ciudad deportiva blanquiazul, fue la mejor prueba de la delicada situaci¨®n de este an¨®malo l¨ªder de una Liga repleta de anomal¨ªas. "Estamos mal, es cierto", reconoci¨® Lendoiro tras ver a la plantilla y charlar con sus tres capitanes, Fran, Mauro Silva y Donato. No es Lendoiro de esos dirigentes aficionados a atizar a sus jugadores cuando vienen mal dadas y ayer tampoco abandon¨® las buenas maneras. "Todo depende de nosotros", proclam¨® el presidente ante la prensa, "no hay por qu¨¦ pensar que todo est¨¢ perdido. Si en el verano nos dicen que ¨ªbamos a estar c¨®mo estamos, cualquiera dir¨ªa que la clasificaci¨®n actual es extraordinaria. Adem¨¢s, nos vamos a jugar la Liga en casa. Nos quedan nueve partidos en Riazor y siete fuera. Tenemos que aprovecharlo".La intervenci¨®n de Lendoiro se produjo a cuatro d¨ªas de la visita del Madrid a Riazor, un partido crucial para calibrar las posibilidades de ambos de luchar por el t¨ªtulo. Pero, al margen de los ¨¢nimos pacificadores del presidente, lo cierto es que la derrota ante Osasuna se asumi¨® con mayor naturalidad que tropiezos anteriores. Esta vez no ha habido voces disonantes y el propio Irureta se encarg¨® de dejar bien claro que no tiene nada que reprochar a sus jugadores. Frente a las cr¨ªticas veladas de los ¨²ltimos d¨ªas -el t¨¦cnico insinuaba que el equipo ten¨ªa cierta actitud indolente y no se concentraba en los partidos-, Irureta se mostr¨® comprensivo con la actuaci¨®n del pasado mi¨¦rcoles: "Hemos hecho todo lo humanamente posible para ganar, desde el punto de vista f¨ªsico y desde el t¨¢ctico". Y, como no hay mal que por bien no venga, el entrenador dej¨® traslucir que, en el fondo, siente cierto alivio por librarse de una competici¨®n que contribuye al desgaste del equipo sin ofrecer grandes r¨¦ditos a cambio. "La Copa requiere mucho esfuerzo para poco premio", sentenci¨®.

"Pasemos p¨¢gina", fue la invitaci¨®n que sali¨® de la boca de Lendoiro y de uno de los capitanes, Mauro Silva. Pero el impacto de la derrota frente a Osasuna no es tanto que el Deportivo haya quedado fuera de la Copa como que volvi¨® a mostrar su incapacidad para revertir una situaci¨®n que se prolonga desde el comienzo del a?o. Irureta, la afici¨®n y la prensa local se devanan los sesos buscando explicaciones al brusco hundimiento del equipo. Hay quien sospecha que los jugadores se descuidaron en las vacaciones de Navidad, quien ve s¨ªntomas de aburguesamiento y quien lo reduce todo a un cambio en los designios de la fortuna. Tampoco se debe desde?ar la influencia de las lesiones. En ese aspecto, la plantilla no ha estado a la altura de las expectativas. Las ausencias en las ¨²ltimas jornadas de futbolistas como Djalminha, lesionado, y Naybet, en la Copa de Africa, se han notado en exceso, as¨ª como los problemas f¨ªsicos de V¨ªctor. Frente al Madrid faltar¨¢ Flavio, uno de los que m¨¢s ha bajado su rendimiento desde que la competici¨®n se interrumpi¨® en diciembre.

En cualquier caso, y por parad¨®jico que parezca, el Deportivo siempre se ha mostrado como un equipo muy irregular, incluso cuando encaden¨® siete victorias consecutivas. En sus mejores momentos, los hombres de Irureta pasaban en el mismo partido de lo espectacular a lo rampl¨®n con desconcertante facilidad. Hac¨ªan un cuarto de hora luminoso de f¨²tbol y goles, se relajaban y acababan pidiendo la hora. La pegada que mostraban entonces jugadores como Makaay, Pauleta o el propio Djalminha se ha esfumado. Con una tendencia tan err¨¢tica, casi resulta coherente que el Deportivo sea el l¨ªder de una Liga caracterizada por la irregularidad general.