El Ayuntamiento convocar¨¢ un nuevo concurso para Miramar

?A la tercera ir¨¢ la vencida? ?sta es la pregunta que muchos se pueden formular ante el anuncio de que el Ayuntamiento de Barcelona convocar¨¢ un nuevo concurso para conceder la explotaci¨®n del edificio de Miramar. Los antiguos estudios de Televisi¨®n Espa?ola est¨¢n en desuso desde 1983 y han sufrido numerosos avatares, como dos concursos municipales -para un hotel de lujo y para un restaurante- y disputas que han llegado a los tribunales.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, avanz¨® ayer que en el pr¨®ximo pleno del Ayuntamiento se tratar¨¢ de la resoluci¨®n de la concesi¨®n administrativa de los antiguos estudios de Miramar. Ser¨¢ la segunda vez que el Ayuntamiento tiene que dar marcha atr¨¢s en un proyecto para Miramar. La primera fue en junio de 1989. El entonces alcalde, Pasqual Maragall, decidi¨® cancelar la licencia que hab¨ªa concedido el Ayuntamiento tres a?os antes para que se construyera un hotel de lujo que fue dise?ado por Bofill e impulsado econ¨®micamente, entre otros, por el bar¨®n Von Thyssen. Maragall acab¨® tirando la toalla cuando el proyecto tropez¨® con la oposici¨®n de Urbanismo de la Generalitat. Inmediatamente despu¨¦s se convoc¨® un concurso para destinar el edificio a restaurante. Se lo adjudic¨® la cadena Husa, del hotelero Gaspart; pero a los pocos meses la subrog¨® a otro promotor, Barcelona Inn, que se comprometi¨® con el Ayuntamiento, seg¨²n la versi¨®n municipal, a tenerlo acabado antes de los Juegos Ol¨ªmpicos. Las obras empezaron, pero no acabaron ni antes de los Juegos ni despu¨¦s. En 1993 esa licencia expir¨®, pero el Ayuntamiento no la cancel¨®, seg¨²n explicaron ayer fuentes municipales, porque los promotores entablaron acciones judiciales.

Desde entonces, el edificio noucentista, que fue construido como restaurante para la Exposici¨®n Universal de 1929, permanece abandonado y su deterioro es progresivo, situaci¨®n que fue criticada el jueves por el convergente Joaquim Molins, jefe de la oposici¨®n en el Ayuntamiento. Por el camino, Miramar fue propuesto para m¨²ltiples usos; entre ellos, como casino y como sede del euroej¨¦rcito del Sur.