El due?o de C¨¢rnicas La Ribera pagar¨¢ mil millones por defraudar a Hacienda
El propietario de C¨¢rnicas La Ribera, una industria ubicada en Sollana (La Ribera) y ya desaparecida, ha sido condenado a pagar mil millones de pesetas de multa como responsable de un delito continuado contra la Hacienda P¨²blica. Jos¨¦ Anrubia, adem¨¢s, ha sido condenado a una pena de dos a?os y medio de prisi¨®n por la Audiencia de Valencia, que ha considerado probado que el empresario dej¨® de abonar, al menos, 369 millones de pesetas al fisco entre 1984 y 1988.El tribunal ha absuelto a los dos cu?ados de Anrubia tambi¨¦n acusados del fraude, defendidos por Francisco Manuel Garc¨ªa Vicent, al considerar que el empresario "era quien decid¨ªa personalmente todo cuanto se hac¨ªa" en la empresa, "sin que nadie m¨¢s tuviera capacidad para tomar decisiones". Y en ejercicio de esa potestad, siempre seg¨²n el fallo, Anrubia "actu¨® en ejecuci¨®n de un plan preconcebido", omitiendo "el pago de impuestos" que destin¨® "a su propio beneficio".
El fallo, redactado por el magistrado Carlos Climent, destaca los obst¨¢culos interpuestos por C¨¢rnicas La Ribera a la inspecci¨®n fiscal realizada. A pesar de ello, y en contra de la tesis mantenida por la defensa de Anrubia, "la correci¨®n del trabajo" de los expertos de Hacienda es "sustancialmente aceptable" para el tribunal, asegura ¨¦ste en la sentencia.
El tribunal impone al empresario una pena de dos a?os y medio de prisi¨®n
La pena impuesta por los magistrados a Anrubia, de dos a?os y medio de prisi¨®n, ha sido sensiblemente inferior a las solicitadas por el abogado del Estado y el fiscal, de 10 y cuatro a?os, respectivamente. Por varias razones, la principal de ellas, la cantidad defraudada.Las acusaciones estimaban que ¨¦sta era superior a los 2.000 millones de pesetas. En su opini¨®n, C¨¢rnicas La Ribera llevaba una contabilidad trufada de albaranes falsos o simplemente ininteligible para disminuir sus pagos por el Impuesto General de Tr¨¢fico de Empresas (ITE, al antecesor del IVA) o el impuesto de sociedades.
Las conclusiones de la secci¨®n primera de la Audiencia son similares, pero rebajan la gravedad del delito al considerar "que no hay segura constancia de que la suma realmente defraudada sea mayor" que los 369 millones mencionados.
Adem¨¢s, el tribunal atempera el castigo a Anrubia al considerar la existencia de una circunstancia atenuante en su actuaci¨®n: la de la confesi¨®n del hecho delictivo, ya que la industria -y, por tanto, Anrubia- reconoci¨® en 1990 haber contra¨ªdo una deuda de 369 millones de pesetas, que nunca liquid¨®, con la hacienda p¨²blica.
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