Incontinencia

ESPERANZA PEL?EZLa precampa?a electoral ha desatado algo m¨¢s que la incontinencia verbal de los pol¨ªticos. Al menos eso pens¨® una de las reporteras que cubrieron ayer en Torremolinos la presentaci¨®n de los candidatos del PP a las auton¨®micas. Al acto acudieron dirigentes del PP de todos los rincones, y se ve que algunos salieron de viaje con el tiempo tan justo que no pudieron parar a orinar por el camino.

?se fue el caso del ex alcalde de Granada, el inefable Gabriel D¨ªaz Berbel. Cuenta la periodista que, mientras buscaba un hueco para dejar su coche en el aparcamiento al aire libre que hay frente al Auditorio de Torremolinos, el lugar de la cita con Te¨®fila Mart¨ªnez y los 109 candidatos del PP, observ¨® a D¨ªaz Berbel, que se paraba frente al muro de los aparcamientos. "?Qu¨¦ hace?", pens¨®. Y enseguida vio un generoso chorro que la sac¨® de dudas. Parece mentira, todo un ex alcalde.

Claro que lo de orinar antes del acto, aunque la calle no fuera el lugar id¨®neo, no era mala previsi¨®n, sobre todo teniendo en cuenta que hab¨ªa once oradores. Y la incontinencia -esta vez s¨ª, verbal- le jug¨® una mala pasada a m¨¢s de uno. El alcalde de Huelva, Pedro Rodr¨ªguez, estuvo a punto de hacer repetir a Javier Arenas como candidato a la presidencia de la Junta.

Andaba el hombre comparando al secretario general de su partido con el candidato socialista a la presidencia, Joaqu¨ªn Almunia -por supuesto que Almunia sal¨ªa mal parado de la comparaci¨®n- y se le escap¨® lo siguiente: "en cambio, Javier Arenas, nuestro candid..., digo, nuestro pol¨ªtico andaluz..." No sali¨® mal parado del todo Rodr¨ªguez. La ma?ana estuvo llena de gazapos.

Pero la que no puede permitirse gazapos a estas alturas con la gente del partido en M¨¢laga es la alcaldesa, Celia Villalobos. Y sin embargo esas cosas ocurren. Ser¨¢ el subconsciente. El caso es que el pasado viernes, la alcaldesa compareci¨® p¨²blicamente en una conferencia de prensa con Manuel Atencia, el presidente del PP en M¨¢laga y una de esas personas con las que la combativa Villalobos no tiene feeling. Pues bien, la alcaldesa present¨® a todas las personas que la acompa?aban a la mesa, menos a Atencia. Alguien le hizo ver su error y ella, tan campechana, lo subsan¨®: "y claro, mi querido presidente, Manuel Atencia". ?l se limit¨® a ponerse como la grana. En boca cerrada no entran moscas.