El 'negro de Banyoles' regresar¨¢ pronto a ?frica
El culebr¨®n del negro de Banyoles parece dar sus ¨²ltimos coletazos. El acuerdo al que han llegado todos los grupos pol¨ªticos del Ayuntamiento de Banyoles, con el decidido apoyo de la Generalitat, permitir¨¢ finalmente la repatriaci¨®n del guerrero bosquimano disecado a un pa¨ªs africano, donde posiblemente ser¨¢ enterrado en una ceremonia de desagravio.
El negro de Banyoles regresar¨¢ pronto a ?frica. Todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Banyoles, con el apoyo de la Generalitat, han dado su apoyo a la repatriaci¨®n a un pa¨ªs africano, probablemente Botsuana, de la conflictiva momia del Museo Darder.El guerrero disecado permaneci¨® en las vitrinas del museo hasta que, a ra¨ªz de una denuncia que alcanz¨® repercusi¨®n internacional durante los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992, varios pa¨ªses africanos consideraron que su exhibici¨®n constitu¨ªa un acto racista. La momia fue retirada, pero la pol¨¦mica prosigui¨®. El Ministerio de Asuntos Exteriores coordinar¨¢ el viaje de retorno.
P?GINA 8
Banyoles decide que el guerrero disecado regrese a ?frica
Pese al acuerdo, quedan por realizar numerosos tr¨¢mites administrativos hasta que el traslado pueda hacerse efectivo.En primer lugar, el consenso debe plasmarse sobre el papel en un pleno municipal previsto para los pr¨®ximos d¨ªas, y posteriormente deber¨¢n intervenir los ministerios de Cultura, con jurisdicci¨®n en temas muse¨ªsticos, y de Asuntos Exteriores, que deber¨¢ gestionar el viaje y coordinarse con el Estado africano que decida recibir el guerrero disecado, con toda probabilidad Botsuana.
Despu¨¦s de ocho a?os de continuada pol¨¦mica, el actual gobierno municipal, encabezado por el republicano Pere Bosch, inici¨® hace unas semanas reuniones con la oposici¨®n con el objetivo de zanjar de una vez un asunto que, en algunos momentos, amenazaba en convertirse en una cuesti¨®n de Estado. Las presiones que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha ejercido de manera constante sobre el Ayuntamiento, influidas por la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA), que ha visto en la exhibici¨®n del guerrero disecado en el Museo Darder de Banyoles una intolerable muestra de racismo, han desembocado en la reciente decisi¨®n. En el ¨¢nimo de todos los concejales de Banyoles se hab¨ªa instalado la convicci¨®n de que el guerrero no podr¨ªa volver a exhibirse jam¨¢s despu¨¦s de que en 1997 fuera retirado de la vitrina que ocupaba en la Sala del Hombre, junto a otras pieles humanas y fetos en botes de formol.
Parece que el m¨¦dico haitiano afincado en Cambrils Alphonse Arcelin ha ganado la batalla. Todo empez¨® en 1991, cuando Arcelin se mostr¨® indignado al enterarse de que en el m¨¢s visitado museo de Banyoles se exhib¨ªa un ejemplar humano, disecado y relleno de serr¨ªn, con taparrabos de piel y una lanza en la mano. El Ayuntamiento de Banyoles, apoyado por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, se neg¨® rotundamente a la petici¨®n de Arcelin de que el guerrero bosquimano fuera retirado.
Pol¨¦mica ol¨ªmpica
La pol¨¦mica se magnific¨® durante los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992, en los que Banyoles fue designada para las pruebas de remo. La Generalitat y el COI no consiguieron cerrar el museo durante los Juegos, pero el pediatra haitiano no desisti¨® y consigui¨® como aliados a los gobiernos de Senegal y Gambia. El Ayuntamiento decidi¨® guardar la pieza poco despu¨¦s de que Arcelin presentara una demanda judicial. A pesar de su derrota, Arcelin consigui¨® que la Unesco recomendara que el bosquimano no volviera a ser exhibido jam¨¢s y en su informe dej¨® abierta la posibilidad de escoger entre tres posibles destinos ¨²ltimos: la incineraci¨®n, la inhumaci¨®n o la repatriaci¨®n a su pa¨ªs de origen.
La repatriaci¨®n puede topar todav¨ªa con alg¨²n escollo. El colectivo Amics dels Museus de Banyoles defiende la permanencia de la pieza en la ciudad por su valor muse¨ªstico, pero la beligerancia de la poblaci¨®n en defensa de la pieza se ha ido apagando a medida que el caso ha ido derivando en un culebr¨®n del que no se ve¨ªa el final.
La historia del denominado negro de Banyoles tiene sus or¨ªgenes en 1830, en una zona pr¨®xima al norte de la frontera de la colonia inglesa de Ciudad del Cabo, donde unos naturalistas franceses, los hermanos Verreaux, desenterraron el cuerpo de un ind¨ªgena reci¨¦n inhumado y lo disecaron. La pieza viaj¨® a Par¨ªs y luego a Barcelona, hasta que en 1916 el naturalista Francesc Darder la traslad¨®, junto con otras piezas de su colecci¨®n, a Banyoles.
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