Joaqu¨ªn Maldonado
FRANCESC DE P. BURGUERA
El martes pasado, don Joaqu¨ªn Maldonado Almenar recibi¨® de manos de la alcaldesa de Valencia el t¨ªtulo que le acredita como hijo predilecto de la ciudad y la Medalla de Oro, honores merecid¨ªsimos que le fueron concedidos en 1.983 y en 1.996, respectivamente. "Acepto el t¨ªtulo con modestia y humildad", fueron sus palabras al recibir los galardones de manos de Rita Barber¨¢. Quienes conocemos a don Joaqu¨ªn desde hace a?os -en mi caso yo me atrever¨ªa decir que desde siempre- sabemos que en esas palabras con las que mostraba su agradecimiento no hab¨ªa falsedad alguna. Ni falsa modestia ni falsa humildad. Porque esas dos condiciones han sido inherentes a su personalidad. Joaquin Maldonado ha hecho muchas cosas por Valencia, por el Pa¨ªs Valenciano. Y en beneficio de distintos sectores de la sociedad: el financiero y econ¨®mico, el empresarial, el cultural, el universitario, el agr¨ªcola y tambi¨¦n, el pol¨ªtico. Y ¨¦ste ¨²ltimo en los momentos dif¨ªciles de la dictadura. En ning¨²n caso, sin embargo, con af¨¢n de protagonismo. Bien al contrario. Pero, todo hay que decirlo, esa modestia, esa discreci¨®n con que ¨¦l abordaba cualquier iniciativa, no le restaban un ¨¢pice de energ¨ªa y empe?o en llevar adelante la empresa. Desde la creaci¨®n del "bolsin" hasta la presidencia de la Real Sociedad Econ¨®mica de Amigos del Pa¨ªs, pasando por el Colegio de Corredores de Comercio, el patronato de la Universitat de Val¨¨ncia, la C¨¢mara de Comercio o el Ateneo Mercantil, entre otras entidades o instituciones, Joaquin Maldonado ha dejado la huella positiva de su presencia.
De su paso por la presidencia del Ateneo Mercantil, siempre recordar¨¦ la firme defensa que llev¨® a cabo de los intereses de los regantes del X¨²quer -los de la Acequia Real y Sindicatos de Riegos de la Ribera Baixa- cuando en 1.968, el ministro Silva Mu?oz decidi¨® -casi manu militari- que el Trasvase Tajo-Segura tenia que pasar por el Pantano de Alarc¨®n, en contra de la voluntad de sus leg¨ªtimos propietarios, la Uni¨®n Sindical de Usuarios del X¨²quer. Puso el Ateneo Mercantil al servicio de esa defensa que en aquel momento llevaba a cabo con denuedo el entonces presidente de la Acequia Real, Pepe G¨®mez Baldov¨ª, enfrent¨¢ndose ambos, con decisi¨®n y energ¨ªa, al entonces gobernador civil, Rueda y S¨¢nchez Malo, que a las ¨®rdenes del ministro trataba de acallar todas las voces de protesta que se alzaban en Valencia. Naturalmente, el ministro franquista no atendi¨® a razones y sigui¨® adelante con su proyecto que, como entonces anunci¨¢bamos quienes desde la prensa, recogiendo el sentir de los regantes, nos opon¨ªamos al mismo, iba a ser, en el futuro, causa de no pocos conflictos. El futuro de entonces es el presente de hoy. Y de todos es conocido c¨®mo el anuncio de problemas y conflictos se ha cumplido. Tambi¨¦n hay que agradecer a Joaqu¨ªn Maldonado, entre otras muchas cosas, que su paso por la Real Sociedad Econ¨®mica de Amigos del Pa¨ªs haya servido para conservar su important¨ªsima biblioteca, una de las mejores con que contamos los valencianos.
Esta semana hemos asistido al reconocimiento p¨²blico de los servicios prestados a su pueblo por dos ilustres valencianos: Joaquin Maldonado, por parte del Ayuntamiento, y Ferrer Pastor, por parte de la Universitat de Val¨¨ncia. Hay d¨ªas que resulta gratificante ponerse a escribir un art¨ªculo.
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