Tres goles desde fuera del ¨¢re a El Valencia resuelve al final un partido que estuvo a punto de empatar el Betis

Tres goles de bandera desde fuera del ¨¢rea, sobre todo los dos del Valencia, alegraron un partido mediocre cuyo final result¨® inesperado. Apur¨¢ndose el tiempo, un penalti primero y despu¨¦s un soberbio disparo de Farin¨®s le dieron un triunfo di¨¢fano al Valencia que nadie presagiaba. Porque el Betis estuvo a punto de aprovecharse ayer del estado de ansiedad que vive Ca?izares. El Valencia hab¨ªa tenido el partido en el bolsillo en una primera hora paup¨¦rrima del Betis, que no sab¨ªa a¨²n lo que buscaba. Pero reaccion¨® Hiddink tras el descanso, mand¨® m¨¢s arriba a sus jugadores y desde all¨ª se sacaron ese disparo de Filipescu que le dobl¨® las manos a Ca?izares. El portero internacional ha perdido la confianza en s¨ª mismo desde que C¨²per le devolviera la titularidad sin que Palop hubiera fallado ni una sola vez y se produjeran las consiguientes protestas del p¨²blico, que ayer volvi¨® a meterse con Ca?izares. Pero despu¨¦s Farin¨®s, tras su magn¨ªfico gol, corri¨® a abrazarse a Ca?izares y lo redimi¨® de su grave error.Fiel a la marca de C¨²per, el Valencia marc¨® pronto y quiso guardar el golito como oro en pa?o, ante el aburrimiento generalizado de la grada que, ante el pobre espect¨¢culo, cada vez acude menos a Mestalla. Eso, pese a que el rival de turno era un Betis muy debilucho que acusaba en su esqueleto el abrupto cambio en el banquillo. La fragilidad en la zaga b¨¦tica permiti¨® ponerse por delante en el marcador al Valencia, que si no remat¨® el choque fue por falta de punter¨ªa y de ganas, por partes iguales.

El comienzo, sin embargo, hab¨ªa anunciado otra cosa. Ausente el "Piojo" por sus desaveniencias con C¨²per, Ilie ha vuelto a ser el extraordinario delantero que se le supone. Un tipo fr¨ªo y calculador que hace buen uso de su desbordante talento. Con ese latigazo desde el borde del ¨¢rea que bati¨® a Prats, acab¨® Ilie con ese infame registro de seis partidos sin marcar por parte de todos los delanteros valencianistas de la plantilla.

El Betis dio muestras de estar tiritando desde el mismo momento en que sus dos centrales y su portero no se entend¨ªan ni a tiros, que fue en el minuto inicial. La novedad de Hiddink era Ca?as, pero el experimento le dur¨® poco: lo cambi¨® por Benjam¨ªn en el descanso.Todo el caudal ofensivo del Betis se concentr¨® en los c¨®rners, donde sus jugadores se impon¨ªan por arriba a los del Valencia. Mendieta y Angloma dispusieron de una autopista por su carril derecho y por all¨ª entraron quiz¨¢ en exceso (el equipo se escor¨® demasiado por ese lado) ante la presencia testimonial de Denilson, que trataba sin ¨¦xito de achicar el agua. En estos dos jugadores se resum¨ªa lo que era el partido: Denilson defend¨ªa como pod¨ªa (mal) y Angloma atacaba como suele (con profusi¨®n y poder¨ªo).

En la ligera mejora valencianista de las dos ¨²ltimas citas se adivina como decisiva la presencia de Milla, que le da mucho aplomo al centro del campo: sabe cuando parar y cuando acelerar, cuando entrar o cuando acompa?ar.

En medio de la mediocridad del conjunto andaluz, s¨®lo Alfonso insinuaba una acci¨®n luminosa cada vez que tomaba posesi¨®n del bal¨®n. En cuanto a Denilson, en la l¨ªnea descendente que apenas si ha dejado desde que lleg¨® a Espa?a.

El ¨²nico con un poquito de frescura en el Valencia es Ilie, mientras Mendieta comieza a notar la saturaci¨®n de partidos. La tristeza ganaba metros en Mestalla cuando el Piojo L¨®pez y Farin¨®s salieron a calentar. Se entend¨ªa la esperanza de la hinchada. Son dos jugadores con capacidad para improvisar y romper el anodino gui¨®n que se ve¨ªa. La sorpresa lleg¨® de otra manera muy distinta: Filipescu dispar¨® desde unos 25 metros, alto, fuerte y por el centro, suficiente para doblarle las manos a Ca?izares, quien o no vio c¨®mo le ven¨ªa el disparo o se conf¨ªo en exceso. El fallo fue clamoroso y refleja muy bien el estado de ansiedad en el que est¨¢ el jugador tras regresar al equipo. El Piojo sali¨® al campo con una motivaci¨®n extrema y su presencia espole¨® al Valencia, que en los minutos finales acab¨® con el Betis de un plumazo.