Las administraciones contrataron desde 1995 cerca de 165.000 millones en grandes obras Las constructoras vascas accedieron al doble de adjudicaciones que las empresas nacionales

Las administraciones contrataron la pasada legislatura cerca de 165.000 millones en grandes obras p¨²blicas, seg¨²n los datos recabados en los tres territorios vascos. Desde 1995 a 1999, se adjudicaron 57 proyectos con un importe superior a los mil millones. M¨¢s de la mitad de la contrataci¨®n, alrededor de 85.000 millones, se concentr¨® en Vizcaya. Las medianas constructoras vascas han conseguido la mayor parte de las obras frente a las grandes compa?¨ªas de ¨¢mbito estatal: en concreto seis empresas vascas consiguieron 21 proyectos, mientras que Dragados y Ferrovial participaron en 13.

La f¨®rmula de la uni¨®n temporal de empresas (UTE) ha propiciado la entrada de las peque?as y medianas constructoras vascas en la puja por las grandes obras de infraestructura. S¨®lo en menos de diez de los 57 proyectos de m¨¢s de mil millones, la adjudicaci¨®n fue para una sola constructora. ?lava fue el territorio donde ocurrieron la mitad de estos casos. De esta manera, ha habido casos de participaci¨®n de hasta diez empresas para un ¨²nico proyecto, como es el caso de los t¨²neles de Artxanda, la futura autov¨ªa de acceso a Bilbao con peaje, adjudicada por la Diputaci¨®n vizca¨ªna por casi 13.000 millones de pesetas.La documentaci¨®n recabada de las instituciones -gobiernos vasco y central, las diputaciones, los ayuntamientosde las tres capitales y organismos como el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia y la sociedad interinstitucional Bilbao R¨ªa 2000- revela que Cadagua y Ferrovial, las dos grandes constructoras espa?olas, han optado en los ¨²ltimos cuatro a?os (en compa?¨ªa de otras empresas casi siempre) a un total de 13 proyectos. Estas adjudicaciones la han conseguido casi totalmente en Vizcaya; en ?lava no se han llevado ninguna, mientras que en Guip¨²zcoa s¨®lo han optado a dos: en el caso de Ferrovial, la construcci¨®n del Palacio de Justicia por un importe de 2.671 millones, financiados por el Gobierno vasco, y en el de Dragados, las obras de la conducci¨®n submarina en San Sebasti¨¢n, contratadas por el Gobierno central por 2.263 millones, en la que tambi¨¦n participan otras dos compa?¨ªas.

En total, Dragados y Ferrovial han participado en contratas por un valor conjunto de casi 50.000 millones de pesetas. En cambio, seis constructoras vascas -Enrique Otaduy, Lanbide, Altuna y Uria, Moy¨²a, Murias y Amenabar- han conseguido la adjudicaci¨®n en 21 grandes proyectos con un monto global de casi 95.000 millones. El acceso de las compa?¨ªas vascas a las grandes contrataciones es especialmente patente en Guip¨²zcoa, donde cuatro constructoras se han llevado la adjudicaci¨®n dentro de UTEs de 13 proyectos por un importe de m¨¢s de 66.000 millones. Moy¨²a y Murias recibieron la contrata de cinco obras de la Diputaci¨®n, mientras que Altuna y Ur¨ªa y Amenabar accedieron a la adjudicaci¨®n de proyectos de varias instituciones: Diputaci¨®n, gobiernos vasco y central y Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n. En este territorio, Dragados y Ferrovial s¨®lo han participado en dos proyectos de 5.000 millones en total.

En ?lava destaca el caso de Lanbide, que ha participado en cinco de las 10 obras adjudicadas la pasada legislatura. En Vizcaya, en cambio, el reparto de adjudicaciones entre las grandes constructoras y las aut¨®ctonas es m¨¢s equilibrado: Dragados y Ferrovial participaron en cuatro proyectos valorados en m¨¢s de 20.000 millones, mientras que la local Enrique Otaduy accedi¨® a tres, por un importe de casi 11.500 millones.

Para el director de Infraestructura del Transporte del Gobierno vasco, Juan Vicente Erauskin, la uni¨®n temporal de empresas ofrece a la Administraci¨®n una seguridad que a veces no puede aportar una firma en solitario. "Una UTE tiene m¨¢s capacidad financiera para determinadas obras y a la Administraci¨®n le da m¨¢s garant¨ªas", dice. En el lado opuesto, cita la dureza de sus negociadores a la hora de formalizar los contratos de las grandes obras con gobiernos y ayuntamientos. "Son duras a la hora de negociar los contratos; tienen mucha experiencia de tratar con las administraciones. Tienen muy buenos abogados y es dif¨ªcil renegociar durante la vida de ese contrato algunas cl¨¢usulas que a veces puede interesar al contratante".

Juntos, m¨¢s posibilidades

Desde su experiencia, Erauskin explica que las empresas se unen cuando necesitan complementarse en proyectos estrat¨¦gicos. "Por ejemplo, para construir un metro hace falta hacer un t¨²nel, una obra civil y las v¨ªas. Son tres campos diferentes y a veces una o dos empresas no tienen todos los especialistas. Por otra parte, cuando la obra supera los mil o dos mil millones las empresas tienden a juntarse, porque as¨ª tienen m¨¢s posibilidades de que se les adjudique", a?ade.

Adem¨¢s, el director de Infraestructura del Transporte recalca que en ocasiones una gran empresa se une con otra de ¨¢mbito local porque ¨¦sta tiene un conocimiento m¨¢s amplio de un mercado regional. Erauskin tambi¨¦n ha comprobado que las empresas locales "van creciendo de manera importante gracias a la obra p¨²blica". "La obra grande o peque?a", apunta, "no se adjudica en funci¨®n de la oferta m¨¢s barata. El proyecto sale a concurso y a la hora de conceder el contrato se tiene en cuenta, sobre todo, la experiencia que aportan los aspirantes, los trabajos que han realizado en un determinado ¨¢mbito, la maquinaria de la que disponen y el plazo de ejecuci¨®n de la obra".