Muchos a?os despu¨¦s...

Marcado por un mal sonido general tanto como por la veteran¨ªa de los participantes, el festival leganense termin¨® dejando bastante que desear. Abri¨® la tarde Topo, reaparecido grupo madrile?o cuyos or¨ªgenes datan de finales de los setenta. La solvencia de los m¨²sicos liderados por el bajista Jos¨¦ Luis Jim¨¦nez y el guitarrista Lele Laina termin¨® por convencer a una afici¨®n que iba entrando en el recinto casi a la par. El repertorio se conexion¨® con el de la banda hermana Asfalto por la v¨ªa de Rocinante o D¨ªas de escuela.Bar¨®n Rojo casi reedit¨® el triunfo de hace algunos meses en este mismo recinto. Falt¨® simplemente que el sonido tuviera algo m¨¢s de definici¨®n. Por lo dem¨¢s, la recuperaci¨®n de su mejor material en el doble Cueste lo que cueste ha beneficiado en mucho la moral de la banda comandada por los hermanos De Castro. Cuando los barones concentran y seleccionan su cancionero en este tipo de festivales son indudablemente m¨¢s eficaces que cuando se empe?an en recordar no s¨®lo todo su cat¨¢logo, sino adem¨¢s los consabidos homenajes a AC/DC, Led Zeppelin o Deep Purple. Es decir, a mayor concisi¨®n (con hora y media tienen todas las bazas para ganar), mayor eficacia.

Viejas glorias

El regreso de viejas glorias a los escenarios es una constante del rock de las ¨²ltimas temporadas. Dependiendo de los casos, se hace de manera m¨¢s o menos ¨¦tica. El caso de The Snakes no es precisamente el m¨¢s ejemplar, ya que aprovecha sin remilgos hasta los restos de leyendas del pasado. Cogido por los pelos, The Snakes se autotitula heredero del mejor Whitesnake, el que fund¨ªa como pocos el hard rock y el blues. La banda puede presumir de contar con la excelente pareja guitarrera de Mickey Moody y Bernie Marsden, que rentabilizan mejor la vieja cosecha que la banda de blues que manten¨ªan a medias. Tambi¨¦n est¨¢ presente el prestigioso bajista Neil Murray. Evidentemente, el fundador del invento, el vocalista David Coverdale, no debe ver esta aventura con buenos ojos. Fuera de estas consideraciones, The Sankes brind¨® buen espect¨¢culo, con el cantante Robert Hart cumpliendo su papel y aprovechando resquicios para introducir canciones de Bad Company y Rainbow.

Un normalmente arrebatador concierto de Los Suaves qued¨® convertido en una bacanal de ruido. El grupo gallego sufri¨® como m¨ªnimo una penosa sonorizaci¨®n de esa b¨®veda insufrible que es La Cubierta cuando est¨¢ techada. Fue seguramente el peor concierto que Los Suaves han ofrecido por Madrid, aunque fuera por culpa de las circunstancias. Por destacar algo, diremos que Yosi mostr¨® una actitud m¨¢s profesional y centrada, y que la deslucida actuaci¨®n fue la ¨²ltima de su guitarrista r¨ªtmico Moncho Costoya, miembro fundador de la banda.

A eso de las dos de la madrugada, buena parte de los espectadores eludi¨® la aparici¨®n en escena de la tercera reencarnaci¨®n de la veteran¨ªsima banda brit¨¢nica Ten Years After. Hace treinta veranos que el guitarrista Alvin Lee y compa?¨ªa asombraron en el original y mitificado festival de Woodstock. En esta nueva reuni¨®n, los de Nottingham han recuperado gran parte de su primigenio repertorio, basado en eso que en su d¨ªa se llam¨® blues progresivo. El cuarteto, que jam¨¢s cambi¨® de componentes, termin¨® con Going home, la pieza que hizo legendaria la digitaci¨®n de su cabeza de filas hace la friolera de tres d¨¦cadas.