Gonz¨¢lez cree que el problema vasco se resolver¨¢ cuando el nacionalismo acepte la pluralidad

El expresidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez vaticin¨® ayer que el problema vasco se resolver¨¢ cuando el nacionalismo acepte la pluralidad de Euskadi. Gonz¨¢lez lo repiti¨® de manera m¨¢s clara: "El lehendakari debe gobernar desde Ajuria Enea y no desde la sede del PNV". Tambi¨¦n dirigi¨® un ataque al presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar por "utilizar abusivamente la Constituci¨®n". El expresidente cree que la soluci¨®n al problema vasco sigue pasando por su oferta de octubre de 1982, el esp¨ªritu de Anoeta: que los vascos encuentren un denominador com¨²n, aceptado por todos, y el Gobierno lo asuma.

La presentaci¨®n del ¨²ltimo libro del dirigente socialista Mario Onaindia, Gu¨ªa para orientarse en el laberinto vasco, sent¨® en una misma mesa al expresidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez y al ex portavoz del Ejecutivo vasco y parlamentario del PNV Joseba Arregi. Present¨® el periodista Javier Pradera y sigui¨® el debate en primera fila el candidato socialista Joaqu¨ªn Almunia.Onaindia simboliz¨® en los invitados la soluci¨®n al problema vasco. "Pasa, primero, porque los vascos evolucionen" y puso como ejemplo a un nacionalista, como Arregi, que defiende la pluralidad de Euskadi y mantiene posiciones cr¨ªticas con la actual orientaci¨®n soberanista de su partido. Y en segundo lugar, "porque en Madrid nos entiendan". Gonz¨¢lez y Pradera fueron los s¨ªmbolos del entendimiento madrile?o que eligi¨® Onaindia.

Gonz¨¢lez acept¨® el reto y record¨® c¨®mo el Pacto de Ajuria Enea de 1988, suscrito por todos los partidos vascos menos HB, cuando gobernaba en La Moncloa, fue una primera expresi¨®n del esp¨ªritu de Anoeta, del intento de alcanzar un denominador com¨²n entre todos los vascos, malogrado diez a?os despu¨¦s. Tambi¨¦n admiti¨® que el plan de pacificaci¨®n del lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza, presentado en marzo de 1998 como continuidad del pacto de Ajuria Enea, fue un intento positivo de consenso para la paz entonces no entendido por los partidos, incluido el PSOE, y tambi¨¦n malogrado. Gonz¨¢lez responsabiliz¨® de este fracaso a la direcci¨®n del PNV porque "ya estaba en otras cosas", en alusi¨®n a las conversaciones de los nacionalistas con la c¨²pula de HB para pactar un programa soberanista y la tregua de ETA.

A partir de ah¨ª tambi¨¦n atribuy¨® alguna responsabilidad, aunque de menor calibre, al presidente Aznar por "jugar a la confrontaci¨®n -al "mus", seg¨²n la terminolog¨ªa utilizada por Onaindia en su libro- con el PNV", desde 1998, en los "temas pol¨ªticos serios", como la violencia y la convivencia de Euskadi, y entenderse en los "asuntos comerciales", como el Concierto Econ¨®mico vasco. "Es exigible al nacionalismo vasco y al renacido nacionalismo espa?ol preelectoral que no se juegue a la confrontaci¨®n con ciertas pol¨ªticas".

Gonz¨¢lez extendi¨® el reproche a Aznar por "ese uso que hace de la Constituci¨®n" -del que dijo que le produce "cierta repugnancia"- contra el nacionalismo "como si fueran las tablas de la ley, y propio de quienes llegan casi siempre tarde a aceptar lo que deb¨ªa haberse aceptado en el primer momento".

Arregi dijo compartir la propuesta de Gonz¨¢lez y Onaindia de una Euskadi plural e incluso cogi¨® el guante del di¨¢logo que le arroj¨® Gonz¨¢lez, pero le replic¨® con algunos reproches. Por ejemplo, que desde el PSOE se vuelva a hablar de entendimiento con el nacionalismo y de las "bondades" que contiene la Constituci¨®n, como la disposici¨®n adicional primera, "justo cuando desde el PNV se habla del agotamiento del Estatuto". En un tono m¨¢s gen¨¦rico, a?adi¨® que desde el nacionalismo se tiene la sensaci¨®n de que en Madrid "todo el mundo juega al mus, pero con ocho reyes, mientras en el campo nacionalista se tienen cuatro".