Adi¨®s a las armas M. ?. BASTENIER
Lo extraordinario del caso en el proceso de paz de Irlanda del Norte, que hoy se halla formalmente muerto como consecuencia de la previsible derogaci¨®n de la ley de autonom¨ªa para la provincia y del probable e inmediato restablecimiento del Gobierno directo de Londres, es que los que, b¨¢sicamente, han ganado la guerra, los unionistas de Orange, parecen ser los menos interesados en proseguir el camino de la paz.El bando protestante, presuntos moderados y p¨²blicos fan¨¢ticos todos confundidos, ha derrotado al IRA, porque los pistoleros republicanos reconocieron a trav¨¦s de su brazo pol¨ªtico, el Sinn Fein, con la firma de abril de 1998, que la provincia norirlandesa es parte leg¨ªtimamente integrante de Gran Breta?a hasta tanto que una mayor¨ªa de sus habitantes opine lo contrario, y ello a cambio tan s¨®lo de la creaci¨®n de unos fantasmales organismos de coordinaci¨®n entre la Rep¨²blica del Eire y el Ulster, que los propios miembros protestantes de los mismos pueden hacer inoperantes cuando les venga en gana.
En el citado acuerdo, sin embargo, se dec¨ªa tambi¨¦n que para el 22 de mayo de este a?o el Sinn Fein se compromet¨ªa a hacer todo lo que estuviera en su mano para que el IRA hubiera entregado o comenzado a entregar las armas. En la pr¨¢ctica, eso significaba que, al mismo tiempo que el Gobierno brit¨¢nico fuera reformando la fuerza de polic¨ªa del Ulster -hoy a¨²n casi totalmente sectaria por protestante- de forma que dejara de ser el instrumento de poder de la mayor¨ªa unionista, y el Gabinete aut¨®nomo de la provincia, constituido hace ¨²nicamente dos meses, demostrara que pon¨ªa una cuota de poder en manos de los cat¨®licos, los terroristas se ir¨ªan desprendiendo de las armas; aunque siempre sin atosigamientos. Pero en ese momento y bajo la presi¨®n del primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, todos fingieron creer que de verdad el IRA pensaba desarmarse con calendario a la vista. Y los que m¨¢s fingieron fueron los protestantes, llamados moderados porque son los m¨¢s susceptibles de doblarse bajo la presi¨®n brit¨¢nica, quienes juraron que si para el 12 de febrero pr¨®ximo, fecha de su nueva junta general, el desarme no hab¨ªa comenzado, se retirar¨ªan del Gobierno aut¨®nomo forzando as¨ª su disoluci¨®n. Eso es a lo que ahora se ve obligado Londres, a derogar la autonom¨ªa y volver al Gobierno directo, pero, para seguir manteniendo las ficciones, lo hace culpando de ello al IRA, pese a que la fuerza republicana jam¨¢s se comprometi¨® a lo que no ha cumplido.
Pero ?por qu¨¦, en cualquier caso, el terror cat¨®lico y republicano no puede ser hoy generoso y comenzar una entrega del arsenal y negar ese excelente pretexto al enemigo de que retire sus menguadas concesiones? Evidentemente, el IRA podr¨ªa ser generoso, puede que, incluso, debiera no s¨®lo ser generoso, sino democr¨¢tico y enterrar las armas. Como sabe, sin embargo, todo el mundo en la provincia, si la banda se desarmara estar¨ªa reconociendo su derrota militar, que, precisamente porque en alguna medida se ha producido, le es imposible ahora reconocer. Y ese adi¨®s a las armas se saldar¨ªa con una escisi¨®n ya anunciada del IRA y la reanudaci¨®n de la lucha armada.
Entonces, ?qu¨¦ prefiere Londres?, ?que se mantenga la paz?, como ya ha dado sobradas garant¨ªas la organizaci¨®n republicana de que va a hacerlo, mientras exista la autonom¨ªa pero no haya desarme, o ?que haya desarme y se reanude el terror, aunque siga la autonom¨ªa? Porque es que algo parecido ya pas¨® en 1970, cuando una facci¨®n mayoritaria del IRA se pas¨® a la lucha pol¨ªtica, pero a la minor¨ªa le dio lo mismo y continu¨® el combate bajo el nombre de un IRA Provisional, que pronto recuper¨® su sangriento marchamo de IRA a secas.
La situaci¨®n actual no es, sin embargo, la que m¨¢s desplace a los protestantes, cualquiera que sea su denominaci¨®n de origen: tregua a cambio de nada, porque hasta la blanda generosidad de asociar a los cat¨®licos al Gobierno de la provincia les parece demasiado, despu¨¦s de tantas generaciones de detentar la totalidad del poder. Lo malo es que alg¨²n d¨ªa este IRA o alg¨²n suced¨¢neo pero plenamente aut¨¦ntico del mismo reanudar¨¢ la lucha, si no tiene remedio el impasse que vive hoy la paz en el Ulster.
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